Si hay un punto del programa de Isabel Díaz Ayuso en el que más ha insistido a lo largo de su mandato es el de la bajada de impuestos. El pasado mes de septiembre, durante el último debate del estado de la región, la máxima mandataria madrileña ya dibujó las líneas maestras de la que sería la medida estrella de su legislatura: la rebaja de medio punto en todos los tramos autonómicos del IRPF para promover una "fiscalidad justa" en lugar de "asfixiar hasta paralizar la iniciativa ciudadana", hastiada además por el impacto de la pandemia sobre la economía y el empleo. Pero el proyecto quedó en nada por las guerras internas, también en materia fiscal, entre Vox y Ciudadanos, que sostenían a Ayuso en el poder.

Pero la situación cambió radicalmente el 4-M. La dirigente popular barrió a sus adversarios, expulsó a Ciudadanos del Gobierno -el partido naranja desapareció de la Asamblea- y se quedó a cuatro votos de la mayoría absoluta, lo que facilita la puesta en marcha de su plan económico, social y político para los dos próximos años: la izquierda no podrá tumbar sus iniciativas (el PP suma más escaños que PSOE, Podemos y Más Madrid juntos), y en todo caso sólo necesitará cuatro abstenciones de Vox en la Cámara madrileña. Con este panorama, Ayuso se ha lanzado a recuperar el ambicioso proyecto de la rebaja del IRPF para Madrid, que ya gozaba de la menor presión fiscal del país. Y así lo anunciará este jueves la propia Ayuso en su discurso de investidura, según adelantan fuentes autonómicas.

La presidenta madrileña no dejará correr el calendario. La aprobación de la rebaja del IRPF en todos los tramos autonómicos será "inminente", con el objetivo de que los madrileños puedan beneficiarse de la misma en la campaña de la renta de 2022. Con este anuncio, Madrid se convertirá en la comunidad autónoma con el tramo mínimo del IRPF más bajo de toda España, ya que pasaría del 9% -porcentaje igualado por Canarias y La Rioja- al 8,5%. Hay que recordar que a los tipos regionales hay que sumar los tramos estatales -el Impuesto sobre la Renta es un tributo parcialmente cedido- que van del 9,5% para las rentas más bajas al 22,5% para las más altas. De este modo, las horquillas para Madrid quedarían fijadas entre el 18% y el 43%.

El tijeretazo fiscal que pretende Ayuso en la Comunidad de Madrid implica, de facto, una ofensiva a la política fiscal que prevé desplegar el Gobierno a nivel estatal y que contempla no sólo una subida generalizada de impuestos, sino la armonización fiscal de los tributos de patrimonio, sucesiones y donaciones. Ésta última fue una condición de ERC a Sánchez para aprobar los Presupuestos Generales, y podría volver a ponerse encima de la mesa en el marco de la 'mesa de negociación' entre Moncloa y el Govern catalán. El objetivo: acabar con el "paraíso fiscal" que, según los nacionalistas catalanes, existe en le región gobernada por Díaz Ayuso.

Con el agregado estatal, los catalanes con menores rentas tributan un 21,5% -más de tres puntos por encima de Madrid-, una cifra que sube hasta el 48% en los tramos máximos. Si los modelos fiscales de Madrid y Cataluña ya eran diametralmente opuestos, la rebaja del IRPF en todos los tramos que aprobará Ayuso "en los próximos meses" no hará sino agrandar las diferencias fiscales entre ambas autonomías. Pero, ¿cómo se resentirá el bolsillo de un catalán y cómo lo hará el de un madrileño con los últimos cambios a la hora de hacer la declaración de la renta? Si tomamos como ejemplo a una persona sin hijos y con una base imponible de 26.095 euros anuales -el salario medio en la Comunidad de Madrid es de 27.010,93 euros, según datos de la última Encuesta de Estructura Salarial del Instituto Nacional de Estadística (INE)-, ese contribuyente pagará 410,49 euros menos en Madrid que en Cataluña, según los cálculos que realizan en la Puerta del Sol.

El Ejecutivo de Díaz Ayuso presume de que esta decisión supondrá un ahorro de unos 300 millones de euros a más de 3 millones de contribuyentes madrileños, que se beneficiarán en promedio de una reducción en su factura por IRPF de 98,75 euros, lo que supone el 3,44% de la cuota íntegra autonómica. Por tramos, para las rentas de hasta 12.450 euros el ahorro medio será de 4,42 euros (5,56% de la cuota íntegra autonómica); los que estén entre 12.450 hasta 17.707, se deducirán 38,89 euros de su cuota del IRPF, los más beneficiados en términos relativos; para rentas de entre 17.707 hasta 33.007 el ahorro será de 85,89 euros; para el tramo de entre 33.007 hasta 53.407 el promedio de ahorro será de 165,50 euros; y para las rentas de 53.407 en adelante la deducción ascenderá a los 507,76 euros.

Deducciones del alquiler para jóvenes

En el marco de la política económica que prevé desarrollar la presidenta madrileña, que promete "políticas sociales de profundo calado" y una batería de medidas económicas con los jóvenes, la familia, los autónomos y los empresarios como protagonistas, destaca la promesa de ampliar los beneficios fiscales de los jóvenes que vivan de alquiler, que podrán deducirse en el IRPF hasta un máximo de 1.200 euros, un 20% más del límite actual.

Se podrán beneficiar de esta iniciativa los jóvenes menores de 35 años (o de hasta 40 cuando tengan obligaciones familiares o estén en paro), cuya base imponible no sea superior a los 25.620 euros en tributación individual o de 36.200 en declaración conjunta. Para esta iniciativa, el Gobierno de Ayuso invertirá 10 millones de euros, y se estima que afectará a cerca de 50.000 contribuyentes madrileños.

Además de las deducciones al alquiler, en el programa electoral de la presidenta madrileña para las elecciones del 4-M aparecían otros beneficios tributarios para jóvenes, como la deducción para menores de 30 de la cuota íntegra del IRPF el 25% de los intereses de la hipoteca, hasta un máximo de 1.000 euros anuales; o la deducción del 100% de los gastos por intereses de los préstamos para costear estudios y grados universitarios, máster y doctorado. Además, para las familias estableció medidas como la deducción en el IRPF de 700 euros por hijo durante los tres primeros años; o la rebaja de hasta 500 euros en el impuesto sobre la renta para cuidado de mayores en el ámbito familiar, para aquellos ascendientes mayores de 65 años que convivan con el contribuyente.