El estadio de la Cartuja, el coliseo construido junto a los terrenos que albergaron la Exposición Universal de Sevilla en 1992 y en el que las administraciones públicas han invertido ya más de 250 millones de euros, vuelve a tener un plan. El recinto que acoge estos días los partidos de la selección española en la Eurocopa 2020 aspira nuevamente a consolidarse como sede de competiciones deportivas y conciertos de primer nivel tras haber llegado a permanecer cerrado durante 840 días.

Desde el recital que el cantante mexicano Luis Miguel ofreció en la noche del 5 de julio de 2018 hasta que la selección femenina de fútbol goleó a la de la República Checa el 23 de octubre de 2020 en partido clasificatorio para la Eurocopa 2022, las instalaciones sevillanas -incluyendo más de siete meses de pandemia- permanecieron sin uso en la zona deportiva y su actividad se limitó a ferias temáticas, incentivos empresariales y visitas escolares. Sus gestores aspiran ahora a pasar esa página tras la remodelación que se ha llevado a cabo y encaran con optimismo el futuro.

"En enero de 2019 nos encontramos con que no existía ningún uso deportivo, con una situación de cierre de eventos desde 2018 y sin que se hubiera celebrado ninguna cita internacional desde el encuentro España-China de 2012. Y ello en un estadio que fue concebido para albergar unos Juegos Olímpicos y cuya construcción y mantenimiento ha costado más de 250 millones desde su inauguración en 1999", declara a El Independiente el actual secretario general para el Deporte de la Junta de Andalucía y presidente del consejo de administración de la sociedad Estadio La Cartuja de Sevilla SA, José María Arrabal Sedano.

El estadio de la Cartuja llegó a estar sin uso en la zona deportiva durante 840 días: desde julio de 2018 a octubre de 2020

La apuesta del Gobierno autonómico (PP-Ciudadanos) por la recuperación de la actividad en este recinto coincide en el tiempo con la designación de Andalucía como Región Europea del Deporte para 2021, lo que el Ejecutivo de Moreno Bonilla ha interpretado como una "ventana de oportunidad" para convertir el deporte "en un sello distintivo de Andalucía" en el continente. La comunidad se ha convertido en la primera región en conseguir este distintivo.

Hay que desandar casi un cuarto de siglo para remontarse a los orígenes del estadio de la Cartuja. Las obras de construcción arrancaron en abril de 1997, semanas después de que el consejo directivo de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) eligiera a la capital hispalense para organizar los Campeonatos del Mundo al aire libre de 1999. Esa designación tuvo lugar justo 13 días después de que el Comité Olímpico Internacional (COI) hubiera descartado a Sevilla como sede de los Juegos de 2004, celebrados finalmente en Atenas.

El objetivo era contar con unas instalaciones modernas para acoger el Mundial de Atletismo mientras la ciudad seguía alumbrando el sueño olímpico -volvió a optar sin éxito a las citas de 2008 y 2012- y las administraciones públicas confiaban en convencer al Sevilla FC y al Real Betis para que abandonaran sus estadios y disputaran sus partidos en La Cartuja a fin de rentabilizar la mayor inversión pública ejecutiva en la ciudad desde la Expo 92. Ni llegaron las Olimpiadas ni los equipos sevillanos hicieron la mudanza.

La inauguración oficial del estadio tuvo lugar el 5 de mayo de 1999, tres meses y medio antes de que comenzara el mundial en el que el soriano Abel Antón se colgó la medalla de oro en la prueba de maratón. El recinto se estrenó aquella noche de primavera con un partido amistoso en el que España derrotó por 3-1 a Croacia merced a los goles de Engonga, Hierro y Dani García Lara. El hoy seleccionador nacional, Luis Enrique, fue uno de los jugadores que alineó aquella noche José Antonio Camacho. Al centrocampista del Barcelona Pedri, uno de los titulares el pasado lunes ante Suecia, le quedaban tres años y medio todavía para nacer.

Desde entonces, La Cartuja ha albergado citas deportivas de primer nivel, tanto del calendario nacional como internacional: una final de la UEFA (2003), dos finales de la Copa Davis de Tenis (2004 y 2011), cuatro finales de la Copa del Rey de Fútbol (1999, 2001, 2020 y 2021), una Supercopa de España (2021)... También ha formado parte del circuito de grandes conciertos, con actuaciones -entre otros- de Madonna, U2, Bruce Springsteen, Alejandro Sanz, Luis Miguel...

Eurocopa: de Bilbao a Sevilla

Desde la llegada del bipartito al Palacio de San Telmo a principios de 2019, una apuesta clave del Gobierno andaluz en materia de deporte ha sido tratar de revitalizar estas instalaciones. Una de las primeras actuaciones que hubo de acometer fue la sustitución de cinco de los 44 paños textiles de la cubierta, deformados por el peso del agua de lluvia. La intervención se sufragó con la póliza de seguro que protegía el recinto.

El otro pilar de la estrategia ha sido volver a captar grandes citas. El convenio y los contratos publicitarios que viene firmando la Administración andaluza con la Federación Española de Fútbol (RFEF) desde el año pasado ha devuelto nuevamente la actividad deportiva el estadio de la Cartuja, una de las 11 sedes en las que se está desarrollando ahora la Eurocopa. La ciudad inicialmente designada fue Bilbao, pero la situación epidemiológica derivada del coronavirus -circunstancia que impedía el acceso de público al interior de San Mamés- llevó a la UEFA el pasado 21 de abril a anunciar que la anfitriona en España sería finalmente Sevilla.

Los acuerdos que ha firmado la Junta de Andalucía con la RFEF por 7,72 millones garantizan actividad al recinto hasta 2024

El 17 de diciembre, la asamblea de la RFEF acordó que la Supercopa de España se disputara en Andalucía -las semifinales en Córdoba y Málaga, y la final en Sevilla- tras llegarse a un acuerdo por el que la Administración autonómica aportaría 1,82 millones de euros. La pandemia del coronavirus impedía que la competición se celebrara por segundo año consecutivo en Arabia Saudí, como estaba previsto.

Como compensación y para poder cobrar íntegramente las cantidades pactadas, la Federación Española de Fútbol ha renovado por tres años más el acuerdo que tenía con los saudíes y ha ampliado el trato por cuatro años más. Ello le ha permitido minimizar las pérdidas en el ejercicio correspondiente a 2020 -de más de 20 a 4,17 millones- pero ata de manos a la directiva hasta 2029.

Después del trato para la Supercopa vendrían nuevos acuerdos. El pasado 29 de diciembre, la Consejería de Educación y Deporte -a cuyo frente se halla el ex seleccionador nacional de baloncesto Javier Imbroda (Cs)- firmó un convenio con la entidad que preside Luis Rubiales para la disputa en Andalucía de 24 partidos de las selecciones absolutas masculina y femenina y del combinado Sub-21 hasta la temporada 2023/24. La contraprestación económica para la Federación se fijó en tres millones de euros, cantidad que -según se pactó- se abonaría "en un solo pago" y tendría que materializarse "antes del 30 de junio de 2021".

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La Administración autonómica recuerda que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia describe como política-palanca el "impulso de la industria de la cultura y el deporte". A su juicio, el hecho de que Andalucía se convierta en escenario "permanente y preferente" de las principales selecciones españolas de fútbol tendrá una "gran trascendencia mediática a nivel nacional e internacional", supondrá una "reconocida actuación de promoción y fomento del deporte" y contribuirá "de manera destacada" al mantenimiento y recuperación del empleo.

El pasado 31 de marzo, la Empresa Pública para la Gestión del Turismo y del Deporte de Andalucía SA -dependiente de la Consejería de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local- rubricó un tercer acuerdo con la RFEF. En esa ocasión se trataba de un contrato publicitario con motivo de la disputa en el estadio de la Cartuja de las finales de la Copa del Rey correspondientes a las temporadas 2019/20 y 2020/21. El precio se estableció en 2.904.000 euros (IVA incluido), si bien el 80 % de este montante (2.323.200 euros) se ha sufragado con cargo a los fondos FEDER.

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De esta forma, el gasto real para la Junta de Andalucía de los acuerdos firmados con la Federación Española de Fútbol asciende por el momento a 5.395.000 euros, 39 veces menos que el retorno económico que prevé el Ejecutivo que preside Moreno Bonilla por la diputa de las finales de Copa del Rey (incluidas las tres ediciones que aún faltan), la Supercopa de España 2021 y los 24 partidos de las selecciones españolas: 211,3 millones de euros.

"Esta inversión ha permitido situar al estadio de la Cartuja de Sevilla, a la propia ciudad y a Andalucía en la elite mundial de los acontecimientos deportivos, convirtiéndose por lo tanto en un referente internacional de la calidad y excelencia en la organización de las principales competiciones del deporte rey, del deporte con mayor seguimiento en el mundo", subraya Arrabal Sedano. A su juicio, esta apuesta está suponiendo "una impagable actuación" en materia de promoción deportiva y brinda una "proyección mediática incalculable" a una comunidad que tiene en el turismo su principal sector productivo (el 13 % del PIB).

Subvención de cinco millones

La inversión que ha tenido que acometer la sociedad Estadio La Cartuja de Sevilla para poner a punto las instalaciones con motivo de los partidos que se disputarán al amparo de los contratos con la RFEF se cifra en unos 515.000 euros, dinero que se ha empleado -entre otras actuaciones- en la modernización de la iluminación deportiva, la megafonía, los puestos de cámaras, la adecuación de las zonas de prensa, los banquillos y las infraestructuras de comunicaciones y de red wifi. Ese desembolso ha sido a cuenta de los futuros ingresos por la taquilla de las cuatro finales de la Copa del Rey y los 24 partidos de la selección, que se cifra en 2,8 millones de euros.

La Junta de Andalucía asegura que no sólo no ha tenido que abonar canon ni a la RFEF ni a la UEFA por los cuatro partidos de la Eurocopa que se disputarán en Sevilla -tres de la fase de grupos y uno de octavos de final- sino que el organismo que rige el fútbol europeo pagará "200.000 euros" por cada uno de los encuentros. Eso sí, la Administración autonómica ha concedido previamente una subvención excepcional de 4.956.000 euros a la sociedad propietaria del estadio para financiar las obras de adaptación de las instalaciones y hacer frente a los "costes operacionales" como sede para la celebración de los encuentros.

Las gradas del estadio de la Cartuja con un cartel alusivo a la Eurocopa 2020. EP

El Gobierno andaluz ha cifrado en 215 millones de euros (73 de manera directa y 142 indirecta) el retorno que tendrá en la economía andaluza la disputa de los cuatro partidos de la Eurocopa. Este impacto es mucho mayor del que se cuantificó cuando la competición se iba a celebrar en Bilbao, que será resarcido por la UEFA por los gastos en los que ya había incurrido.

"La remodelación realizada en estos meses de 2021 lo han convertido en un estadio 'cinco estrellas' y lo ha situado en condiciones de igualdad con los mejores recintos de Europa y del mundo, por lo que a partir de ahora se puede aspirar a la celebración de cualquier evento deportivo del más alto nivel nacional e internacional con las máximas garantías de seguridad, comodidad, sostenibilidad y excelencia", proclama José María Arrabal, que ejercía como jefe de Desarrollo de negocios en Oriente Medio y África para la Liga de Fútbol Profesional hasta su incorporación al organigrama de la Consejería de Educación y Deporte. 

Con la vista puesta en el Mundial 2030

El alto cargo considera que el estadio de la Cartuja está ahora situado "en primera línea" para convertirse en una de las sedes del Campeonato del Mundo de Fútbol de 2030 si se termina adjudicándose la organización a España y Portugal. La candidatura conjunta de los dos países ibéricos está lanzada, estando previsto que la designación se resuelva en 2024. Será dos años antes de que se dipute el mundial que albergarán conjuntamente Canadá, México y Estados Unidos. 

Antes, el recinto construido para acoger los Mundiales de Atletismo de 1999 espera reverdecer la época en que la ciudad de Sevilla era considerada el 'jugador número 12' de la selección -por el apoyo de la afición en partidos clave disputados en los estadios Benito Villamarín y Ramón Sánchez-Pizjuán- y ver cómo el combinado que adiestra Luis Enrique se clasifica para los octavos de final de la Eurocopa que la pandemia obligó a retrasar un año.