El Govern ha informado a los representantes sindicales de los Mossos d'Esquadra que no recibirán la gratificación extraordinaria por el trabajo realizado por los policías de la Generalitat de Cataluña para el cumplimiento de las medidas restrictivas dictadas por las autoridades a fin de controlar la pandemia, a pesar del compromiso anunciado públicamente por el Ejecutivo catalán la pasada legislatura.

La confirmación de que no se abonará dicha paga la ofreció el pasado viernes el conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, y el director general de los Mossos, Pere Soler, durante la reunión que el Consejo de la Policía después de que USPAC preguntara por el estado en que se encontraba esta promesa. Este sindicato se ha mostrado especialmente crítico con este incumplimiento: "Políticos mentirosos", ha censurado en un comunicado.

En la primavera de 2020, el Govern de Quim Torra anunció una paga extra al personal sanitario de la red pública y de las residencias de ancianos que había hecho frente a la epidemia provocada por la covid-19 en Cataluña, una de las comunidades más castigadas por el coronavirus. Días después, el entonces jefe del Ejecutivo autonómico informó de que se estudiaría la posibilidad de incluir también a los mossos.

Esa decisión fue agradecida públicamente por Miquel Buch, al frente de Interior durante el pasado mandato. "Muchas gracias, presidente Quim Torra, por este reconocimiento a la profesionalidad y la entrega de los mossos en esta crisis sanitaria en la que, una vez más, demuestran su espíritu de servicio al país", escribió en su perfil de Twitter.

Casi año y medio después, la posibilidad de que la plantilla de la Policía de la Generalitat cobre una gratificación por su trabajo en la pandemia ha quedado definitivamente enterrada para el Gobierno de Aragonés, según se desprende de la contestación ofrecida por la cúpula de los Mossos a la representación sindical a finales de la pasada semana.

De los confinamientos al botellón

"Comprendemos perfectamente que la perciba el personal sanitario porque es más que merecida, pero nosotros también estuvimos al pie del cañón desde el primer día sin medios, sin formación y dando el callo. Y continuamos haciéndolo con las botellones, siendo los únicos desgraciados que vamos a que nos apaleen y nos tiren cosas", señala a este periódico Albert Palacio, portavoz de USPAC.

El sindicato lamenta que no se reconozca la labor desarrollada por los agentes que integran el Cuerpo durante el último año y medio, determinante para hacer cumplir las restricciones sanitarias. Entre otras actuaciones, Palacio recuerda el despliegue que hubo que realizar para hacer cumplir los confinamientos tanto en la cuenca del Ódena como en la comarca del Segrià. "Por desgracia, siguen maltratando de forma continua a nuestro colectivo", critica.

De otro lado, el sindicato recuerda que sigue sin ejecutarse la equiparación salarial de los Mossos con otros cuerpos especiales de la Generalitat, en concreto con los Bomberos. "Estamos cansados de los agradecimientos públicos, pero no se reflejan en las merecidas compensaciones económicas o laborales", exponen.

El 15 de abril de 2008, durante la etapa del tripartito presidido por el socialista José Montilla, el Ejecutivo catalán acordó subir el sueldo a los Mossos d'Esquadra por encima de lo establecido para el personal funcionario de la Generalitat. Esa retribución extra se ejecutaría en cuatro anualidades: 2008-2011.

En virtud de dicho acuerdo, el complemento general aumentaría en 2.000 euros al cuarto año, mientras que la hora en el turno de noche se elevaría hasta los 18 euros en 2011. Ello permitiría que un policía de la Generalitat percibiera el mismo sueldo que un bombero en condiciones similares de trabajo, con lo que se daría por cumplida una reivindicación histórica de los sindicatos con representación en el Cuerpo.

Sin embargo, la crisis económica llevó al Govern a incumplir el tramo pactado para 2011, lo que ha impedido cerrar la brecha con otros cuerpos especiales de la Generalitat. Según fuentes sindicales, un bombero cobra hoy al menos 3.500 euros más al año que un policía autonómico.