Vox se dispara en las encuestas a costa del estancamiento del PP. Una de las últimas, de IMOP, otorga al partido de Santiago Abascal hasta 64 diputados en las Cortes y el 18,2% de voto, en comparación de los 52 y el 15,2% que ostenta ahora. Ocurre en plena expectación mediática por el efecto Macarena Olona y su previsible candidatura para presidir la Junta de Andalucía, y a raíz del desgaste por el enfrentamiento popular entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Esta proyección al alza, confirma una tendencia que viene dándose desde meses, con mínimos altibajos respecto a los datos de las generales de 2019 y una media de 15,68% de respaldo electoral.

El cisma abierto en Génova ha beneficiado a la formación de derecha radical, el único partido, de los principales, que aguanta el desgaste de la legislatura. Y dentro del bloque de centroderecha, es quien mantiene una estimación de voto más constante, a diferencia de PP y Ciudadanos, cuya tendencia durante los últimos dos mes y medio es a la baja: desde el inicio del nuevo curso político y, particularmente para los de Casado, desde la Convención Nacional de Valencia, donde presumían de músculo electoral.

Es cierto que el PP, según las proyecciones demoscópicas y de manera generalizada, es el partido que más butacas parlamentarias y porcentaje electoral conseguiría si se convocasen comicios anticipados en comparación del 10N -89 diputados y el 21% de apoyo-. Pero si atendemos a las encuestas previas a la batalla ideológica y personalista entre el presidente de la formación y su homóloga madrileña, antes de septiembre y donde algunas alcanzaban máximos de 30,5 puntos, se refleja un descenso de la base electoral. Algo que va de lo moderado, con medio o un punto menos, hasta lo extremo: más de nueve puntos y medio en el caso de CIS.

Si bien la institución que dirige José Félix Tezanos está más desacreditada que nunca, por la famosa 'cocina' y la proximidad a los socialistas, lo cierto es que el 20,9% y las 92 bancadas que se le da en noviembre al partido de Casado, es el peor dato atribuido por el CIS en todo el otoño y el tercero de desde febrero. Cuando, según el resto de encuestas, los populares comenzaron a recortar y, finalmente, adelantar al PSOE. Al contrario, bajo la perspectiva del órgano público, Vox obtiene ese mismo mes un 14,3% y 48 escaños: la mejor cifra desde febrero.

Respecto al resto de encuestadoras tomadas como referencia -IMOP, GAD3, Metroscopia, SigmaDos, NC Report, Celeste-Tel, InvyMark, DYM, Electomanía y Sociométrica- , los mejores escenarios para el PP hablan de un 29,5% y 128-130 escaños; y de 25,5% y 104-107 escaños en los peores. Éstas, con una visión de conjunto -23 encuestas-, en promedio, dejan los siguientes datos sobre PP y Vox:

El PP, con la casi completa absorción del voto de centroderecha repunta electoralmente, aunque se resiente respecto a los escenarios más favorables atribuidos que le garantizarían la mayoría absoluta junto a los de Abascal. La ultraderecha aguantaría a los 52 representantes con los que cuenta en la cámara baja y mejoraría unas décimas su porcentaje electoral. Sin embargo, la horquilla dada por las demoscópicas a Cs, entre 1 y 4 cargos, no permitiría al bloque establecer un gobierno con mayoría absoluta: 173 síes, como máximo, de los 176 necesarios.

Observando el primer gráfico, el lineal sobre la situación electoral estimada exclusivamente entre PP y Vox, se perciben momentos puntuales donde Vox asciende cuando PP se resiente, prácticamente con curvaturas similares. Concretamente, cuatro entre octubre y diciembre: a raíz del reinicio de la pugna tras la escenificación de unidad en Valencia, de la entrevista de Ayuso en El Hormiguero y de la polémica con Cayetana Álvarez de Toledo.

El primero, en la encuesta de Electomanía -número seis en el eje horizontal- y en la de InvyMark -la siete-, realizadas entre el 8 y el 15 de octubre. Vox viene de un porcentaje estimado de 15,4% y el PP de un 29,2%. La encuesta de Electomanía da a los verdes 16,7%, 1,2 puntos más. Y es un punto justo, lo que pierde el PP, que se queda en 28,2%. Por su parte, la de InvyMark, apenas se diferencia en una décima respectivamente.

Entre el 13 y el 15 de octubre, la encuesta de NC Report -la ocho-, el PP desciende 1,6 puntos, desde 29,6% a 28%. Vox pasa de 15% a 15,6%, protagonizando un ligero ascenso en contrapartida, que acaba posteriormente mermado de nuevo. Desde ese escenario, ofrecido por DYM -la 12- con un 14,6%, Vox sube 3,4 puntos frente en la predicción de Metroscopia, que sitúa a los populares con 4 puntos menos: de 29,2% a 25,2%.

El tercer momento de transvase electoral es el que muestra IMOP -la 20- entre el 8 y el 19 de noviembre. Vox gana 1,3 puntos, pasando de 15,4% a 16,7%. En el caso de los de Génova, se ven mermados en 1,7 puntos, de 28,5% a 26,8%. Y, por cuarto y último instante, de nuevo IMOP -la 23- retrata el 9 de diciembre, con un metraje elaborado entre el 22 de noviembre y el 3 de diciembre, el mayor tránsito de un partido a otro: el PP pasa de 29,3% a 25,8%, 3,5 puntos menos, de los cuales tres van a parar a Vox, que incrementa su base de un 15,2% a un 18,2%.

En la línea de sus socios europeos

El 18,2% que IMOP atribuye a Vox, y el promedio de encuestas publicadas de octubre a diciembre, que le dan un 15,68% de sufragio, se enmarcan en la línea electoral de sus homólogos continentales.

Hermanos de Italia (FdI) de Giorgia Meloni, sucesor del posfascista Movimiento Social Italiano (MSI), durante el periodo de tiempo analizado ha transitado entre el 18% y el 21,2%, postulándose como primer partido del país en detrimento de la Lega y con un parlamento muy fraccionado. Al norte de Europa, Demócratas de Suecia (SD) lograría entre el 18,6% y el 23,9% en los comicios generales de septiembre de 2022, y el Partido de los Finlandeses entre 17,9% y 18,7%; y, en el centro, el Partido de la Libertad de Austria (FPÖ) entre el 18% y el 21%.

Marine Le Pen, de cara a las presidenciales del próximo año, aglutinaría entre el 17% y el 23% del censo, aunque se está viendo perjudicada por la candidatura de Éric Zemmour y Reconquista (R!).

El objetivo de Vox es encaminarse por la vía de Visegrado y conseguir la influencia electoral de la Fidesz húngara de Viktor Orban y la coalición polaca Derecha Unida liderada por Ley y Justicia (PiS) de Jaroslaw Kaczynski. Son los dos referentes ultras hegemónicos del continente, en cuanto a democracia iliberal se refiere, con el 48,51% y el 43,59% de peso electoral respectivamente.