La ministra de Igualdad, Irene Montero, participa en los desayunos jurídicos del Colegio de Abogados de Madrid.
Para la ministra de Igualdad Irene Montero, después de dos años de coalición, aún existe un debate interno en las filas socialistas que no está resuelto en lo concerniente a las relaciones políticas con Unidas Podemos. Un debate que Montero cree que “sería útil resolver”. Para ella, “hay una pulsión poderosa en unos sectores del PSOE, desde las entrañas, que creen que esto -los pactos de coalición con UP- van a durar un tiempo”; porque, “igual que ha pasado con Cs”, consideran que tarde o temprano el PSOE conseguirá “hacer insignificante” a Podemos hasta el punto de “desaparecer”.
Así lo ha expresado la ministra en una conversación en La Fábrica 1931, el espacio audiovisual que dirige el diputado de ERC en el Congreso Gabriel Rufián. Preguntada por la “ambigüedad” política del PSOE durante esta legislatura, con “acciones como las macrogranjas”, Montero ha señalado a que, posicionamientos como los del barón socialista Emiliano García-Page reflejan una añoranza a una cultura política pasada. “Hay mucha gente en el PSOE que anhela y aún cree que es posible volver a una especie de bipartidismo en que haya acuerdos puntuales con pequeñas formaciones a las que hayan reducido”, ha afirmado la representante morada.
Esos sectores socialistas “no quieren reconocer la mayoría progresista” construida a principios de 2020, “y por eso buscan acuerdos con Cs o con la derecha”. Y “hacer un pacto de Estado está bien, lo hemos hecho con la violencia de género, pero en política tienes que saber con quién caminas, porque se está para conseguir objetivos”, ha indicado Montero.
Un sentido progresista
Al margen de las reticencias con Podemos que aún percibe, la ministra ha afirmado que “en España, sin Cataluña y sin Euskadi no se puede gobernar en un sentido progresista”. Entiende, al contrario que muchas voces socialistas, que las alianzas del Gobierno con partidos como ERC, EH Bildu o el PNV, “tienen que visualizarse más allá de que se apoyen cinco leyes”.
Parte del PSOE cree que aún es posible volver a una especie de bipartidismo, donde seamos insignificantes y solo útiles para acuerdos puntuales
Ese conglomerado progresista “es una mayoría de Estado que debe disputar el poder del Estado”, ha manifestado Montero, que entiende esta vía como la única manera de frenar a Vox.
Para la política de Podemos "la plurinacionalidad y la tensión territorial forma parte de nuestro país", y considera que aún existe un conflicto interno dentro del PSOE sobre la visión "de lo que es España". Y eso, en determinadas ocasiones, provoca contradicciones.
En este sentido, y pese a ostentar el poder junto al PSOE, la ministra ha destacado que “los sectores más reaccionarios del Estado” siguen rechazando la existencia de fuerzas ajenas al bipartidismo. Ello, aunque hayas respetado “las reglas de juego establecidas”. “Aunque hayan pasado ocho años, hayas formado un partido, concurrido en elecciones, entrado en el parlamento y establecido una alianza, te hacen entender que el poder no lo tienes tú”.
El efecto Díaz
Montero no cree que Unidas Podemos vaya a quedar desplazado o a perder su idiosincrasia por confiar el futuro del espacio que actualmente lidera a Yolanda Díaz. La ministra de Igualdad la ve como "una oportunidad" que "hay que aprovechar".
"Yolanda es y va a ser leal al proyecto que quiere construir Unidas Podemos" y, actualmente, "es la única que tiene capacidad para hacerlo". Díaz "es la única que puede ampliar ese espacio" y, por eso, "tiene nuestra confianza". "Incluso, para alejarse", ha sentenciado Montero.
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