Cataluña | España

Aragonès se juega la estabilidad de su gobierno con el "no" a la reforma laboral

Pere Aragonès y Jessica Albiach tras sellar el acuerdo de presupuestos Rubén Moreno

Pere Aragonès puede ser la primera víctima del "no" de ERC, el partido que preside, a la reforma laboral del Gobierno. El republicano cumplirá en diez días su primer año al frente de la presidencia de la Generalitat, aniversario que quería celebrar con una demostración de unidad indepedentista. Pero llegará a la fecha, el 14 de febrero, con el portazo de la CUP a su ronda de contactos y las amenazas de los comunes -auténtico socio parlamentario del Govern- que ya han trasladado a Esquerra que ese "no" tendrá costes en Cataluña.

Aragonés fue investido con los votos de la CUP. Pero ha aprobado los presupuestos de la Generalitat con los comunes, con los que negocia también el nuevo texto de la Ley de vivienda catalana. Ese proyecto, como el resto de las reformas prometidas por Aragonès, pende ahora de un hilo, como le advirtió este miércoles la líder morada en el Parlament, Jessica Albiach.

Albiach ha trasladado el enfado de su partido tanto a Aragonès como a la portavoz del partido, Marta Vilalta, y a su presidente, Oriol Junqueras. Pero la negociación de la reforma laboral la pilota el grupo parlamentario en el Congreso que lidera Gabriel Rufián. Y allí consideran que no pueden volver a aparecer como los "pagafantas" del Gobierno mientras JxCat incrementa la presión y cuestiona la lealtad independentista del partido.

Portazo de la CUP

El problema de Aragonès es que las advertencias de los Comunes, marca de Podemos en Cataluña, llegan al tiempo que la CUP escenifica su enésimo portazo al Govern. Los antisistema debían abrir este miércoles la ronda de contactos de Aragonès con el independentismo, pero suspendieron el encuentro apenas una hora antes en protesta por la detención de cuatro activistas antidesahucios.

Tras el plantón, la oficina del president lamentó la decisión de la CUP argumentando que "la represión sigue". El ejemplo, señalan desde el Palau de la Generalitat, lo tienen en la presión de la Junta Electoral Central para que se haga efectiva la inhabilitación del diputado Pau Juvillà y su sustitución por Nogay Ndiaye.

Añade Aragonès en su nota que el Govern está "comprometido con el derecho a la vivienda" y que esta es una prioridad de la legislatura. Pero es difícil que pueda dar satisfacción a las exigencias de la CUP en este terreno: que los Mossos d'Esquadra dejen de actuar en los desahucios, es decir, que dejen de actuar como policía judicial.

Con la consejería de Interior en manos de ERC los republicanos han dado ya pasos decididos para satisfacer las exigencias de la CUP en materia de políticas de seguridad, pero difícilmente renunciarán a que la policía autonómica sea policía integral en Cataluña, con unas competencias que costó años conseguir.

Lazos rotos con los comunes

En este contexto, es especialmente arriesgado haber plantado a Podemos en su principal proyecto de legislatura, el que tenía que servir de trampolín de lanzamiento para Yolanda Díaz. No gustó nada que Rufián hablara de "proyecto personal" de la vicepresidenta tercera para referirse a la reforma laboral.

La confirmación de que no podrán contar con ERC para barrar el paso a Cs en esta reforma puede tener serias consecuencias en la legislatura catalana, que los republicanos confían en agotar. Lo expresa el diputado David Cid en sus redes: "recuperar derechos versus cálculos partidistas", una referencia poco velada a Esquerra.

Además de la Ley de vivienda, Aragonès quiere sacar adelante un nuevo pacto por la industria y un pacto por la lengua, en los que contaba con los comunes para arrastrar también al PSC. Y los comunes exhibían predisposición ofreciéndose desde el primer momento de la legislatura como alternativa a JxCat, aunque con 8 escaños están muy lejos de los 32 diputados del partido de Carles Puigdemont.

Es difícil que los de Ada Colau sigan haciendo de comodín del Govern tras la negativa de Esquerra a secundar el gran proyecto de Yolanda Díaz. Especialmente teniendo en cuenta que Colau tampoco aspiraba a seguir contando con el apoyo de Esquerra en el Ayuntamiento de Barcelona a un año de las elecciones municipales y con los presupuestos aprobados para 2022.

Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete aquí

Te puede interesar