Varios aviones militares aterrizarán este viernes en Polonia con el armamento que España pondrá en manos de la resistencia ucraniana en su defensa del país frente a la invasión que las tropas rusas llevan a cabo desde la semana pasada. El Gobierno de Pedro Sánchez ha rectificado su posición inicial y, como otros países europeos, ha optado finalmente por enviar material de forma bilateral.

Entre el arsenal que Defensa mandará a Ucrania figuran 1.370 lanzagranadas contracarro, según avanzó este miércoles la ministra Margarita Robles en declaraciones a Antena 3. Los ejército españoles cuentan en sus almacenes con al menos dos modelos de este sistema que, a modo de cañón, se utiliza para el disparo de proyectiles a media distancia con un excelente nivel de precisión. El ministerio no ha precisado cuál de ellos formará parte de este primer envío.

Uno de ellos es el C90-CR-RB, fabricado por la empresa zaragozana Instalaza SA. Se trata de un sistema del calibre 90 milímetros, de 5,3 kilos de peso (más ligero que sus competidores), con posibilidad de disparo remoto, sin retroceso, dotado de visor óptico 2x plegable, de gran precisión (hasta 350 metros contra un blanco puntual y 700 metros para un área) y con una capacidad de penetración de 500 milímetros sobre acero de blindaje y de mil milímetros en hormigón.

Sin ir más lejos, tanto la Armada como el Ejército de Tierra compraron unidades el pasado año de este tipo de lanzagranadas, que cuenta también con versiones fumígena (C90-CR-FIM) y antibúnker (C90-CR-BK).

La Junta de Contratación del Ejército de Tierra encargó el pasado 29 de abril a la citada compañía aragonesa el suministro de 400 unidades del sistema C90-CR-RB por 839.740 euros (impuestos incluidos), lo que arroja un precio unitario de 2.099,35 euros. El encargo era uno de los lotes incluidos en una megacompra con un presupuesto máximo de 22,45 millones de euros, que incluía 13.880 unidades de diversos artículos y debe servirse en cuatro años (2021-2024). Ese contrato daba continuidad al adjudicado en diciembre de 2017 por 9.462.919,95 euros.

El modelo de lanzagranada que compró España en 2021 tiene un coste unitario de 2.099 €

El 20 de diciembre de 2021, la Dirección de Gestión Económica de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada cerró la compra con el mismo proveedor de un pedido de este mismo modelo de lanzagranadas contracarro por 419.870 euros, como puede consultarse en la Plataforma de contratación del sector público. Tomando como referencia el precio abonado por el Ejército de Tierra, ese presupuesto daba para adquirir unas 200 unidades.

Instalaza, que sólo desde el año 2017 ha facturado al Ministerio de Defensa más de 46,56 millones de euros (impuestos al margen) en múltiples encargos, también ha suministrado a los ejércitos españoles unidades y accesorios para el lanzagranadas Alcotán-100. Se trata de un sistema de arma de calibre 100 milímetros para la infantería, con un alcance efectivo sobre un blanco puntual de hasta 600 metros -mil en blancos de área- y que ofrece visión nocturna integrada en la dirección de tiro. Según resalta el fabricante, es el "único sistema en su categoría con sensor de temperatura en el propulsante, permitiendo cálculo de la balística del proyectil realista y preciso".

Un soldado, con una ametralladora ligera Ameli. DEFENSA

Junto con las lanzagranadas contracarro, el primer envío a la resistencia ucraniana incluirá también ametralladoras ligeras y 700.000 cartuchos tanto para este tipo de arma como de fusiles. Defensa no ha ofrecido hasta el momento más detalles de las características técnicas de este armamento.

Entre las metralletas de que disponen las Fuerzas Armadas españolas se encuentra la Ameli (acrónimo de Ametralladora Ligera), del calibre 5,56 milímetros y fabricadas por la empresa nacional Santa Bárbara (hoy General Dynamics Santa Bárbara Sistemas). Es el CETME que el Centro de Estudios Técnicos de Materiales Especiales diseñó para el Ejército español en la década de los años 50.

Se trata de un tipo de arma ligera automática que recuerda a la ametralladora alemana MG42. Ofrece una cadencia de hasta 900 disparos por minuto, pesa 8,3 kilos (con una cinta de 200 cartuchos incluido), mide 970 milímetros y posibilita un alcance eficaz de hasta mil metros.