El 'Caso espionaje' ha estallado esta semana en el Congreso con la votación in extremis del plan de respuesta del Gobierno. Pero las derivadas del espionaje a decenas de personas del ámbito independentista -según Citizen Lab- se trasladará la próxima semana al Parlamento Europeo. El independentismo está convencido de que este caso puede volver a situarlo en la escena internacional y no va desaprovechar ninguna oportunidad de demostrarlo.

Desde el Govern, con las incursiones de Pere Aragonès en prensa internacional y los viajes de la consejera Victoria Alsina. Desde el Parlamento Europeo, con cuatro de las víctimas, los eurodiputados Carles Puigdemont, Toni Comin, Diana Riba y Jordi Solé.

La titular de Acción Exterior de la Generalitat ha fijado esta semana la hoja de ruta del independentismo en el ámbito internacional: ligar el 'Caso espionaje' a la investigación abierta por el Parlamento Europeo para situarla en el contexto de preocupación por el uso de Pegasus en Europa que recorre Bruselas.

Aragonès se explaya en medios internacionales

El independentismo ha tenido claro desde el inicio que el "frente" internacional era fundamental para forzar una reacción del Gobierno en este caso. Por eso en cuanto se decidió hacer pública la investigación, cuando se había identificado 60 móviles infectados, se vehiculó la información a través de The New Yorker y se preparó un acto, al día siguiente, en el Parlamento Europeo.

Un acto en que se reunían de nuevo Carles Puigdemont y Oriol Junqueras. Una imagen que solo se había producido una vez desde 2017, en julio de 2021, cuando Junqueras visitó Waterloo tras recibir el indulto. La comparecencia coincidía, además, con la creación de la Comisión de Investigación del uso de Pegasus y programas equivalentes en Europa.

Tras esa puesta en escena, Aragonès desplegó una intensa actividad en medios internacionales. The Guardian fue el primero, escogido porque ya participó en la primera investigación sobre el uso de Pegasus. Siguieron el alemán Der Spiegel, las agencias Reuters, AFP y Associated Press, Politico Europe y el israelí Haaretz.

Alsina toma el relevo

La consejera Alsina tomaba el relevo este lunes con una visita a Bruselas en la que, además del obligado encuentro con Puigdemont se reunión con el presidente de la Federación Internacional de Periodistas, Anthony Bellanger, y el responsable local de Amnistía Internacional. El ostracismo europeo en el que el procés dejó al independentismo dificulta la tarea de Alsina, pero el interés por el uso de Pegasus de forma masiva lo está resquebrajando.

Días antes, Alsina visitaba Austria y Eslovaquia, donde "todos los medios querían hablar con el Govern" sobre el 'Caso espionaje' aseguraba la consejera en TV3. "Hay interés, complicidad e incredulidad, este caso es gravísimo y conecta con una preocupación global".

Una preocupación que el independentismo ha identificado y va a explotar. De los cuatro españoles que participarán en la Comisión Pegasus del Parlamento Europeo, dos son independentistas: Puigdemont y la eurodiputada de ERC Diana Riba, designada vicepresidenta de la comisión por los Verdes europeos.

Junto a ellos, el ex ministro de Justicia del PSOE Juan Fernando López Aguilar y el popular José Ignacio Zoido, ministro del Interior en octubre del 2017. Los debates serán sin duda interesantes.

Investigación europea

La comisión parlamentaria se encargará de investigar durante 12 meses "el alcance de las supuestas infracciones o casos de mala administración en la aplicación del derecho de la Unión que resulten del uso del programa espía de vigilancia Pegasus", según el acuerdo de creación de la comisión. Preocupa el uso del spyware especialmente contra comisarios europeos.

En el punto de mira están Polonia y Hungría. Y uno de los comisarios que podría haber sido espiado es el de Justicia, Didier Reynders, responsable de las investigaciones de Bruselas sobre el deterioro del Estado de derecho y de libertades fundamentales.

Los miembros de la comisión deberán "recopilar información sobre la medida que los Estados miembros, incluidos, entre otros, Hungría y Polonia, o terceros países, recurren a una vigilancia intrusiva que vulnera los derechos y libertades reconocidos en la Carta de Derechos de la UE y evaluar el riesgo que ello supone para los valores reconocidos en el artículo 2 del Tratado de la UE".

Regular el uso de programas espía

"Aquí la UE tiene una oportunidad para regular de forma proactiva" el uso de programas espía, "de modo que las democracias europeas no puedan espiar a sus ciudadanos" apunta Alsina. La consejera señala además el "riesgo" que supone que la Unión no se posicione, tolerando implícitamente la vulneración de derechos con estos programas. Y aboga por la redacción de una directiva europea marco que regule estas tecnologías.

Sin embargo, el interés del independentismo no se ciñe exclusivamente al debate global sobre las posibles vulneraciones de derechos que comporta el uso de tecnologías cada vez más intrusivas. La "importancia de la dimensión internacional" señala, radica en el peso de las presiones europeas en los gobiernos españoles.

"Muchas veces lo que se vota en España tiene relación con las presiones de fuera" apunta Alsina, "por eso seguiremos yendo al Consejo de Europa, a la ONU y a las instancias europeas".