Dolors Feliu, presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), amenazó este domingo a los partidos independentistas con la creación de una "lista cívica". Una candidatura dispuesta a abanderar el independentismo unilateralista para forzar una nueva declaración de independencia, que de hecho ya forma parte de la hoja de ruta de la Asamblea, aunque sus responsables habían evitado hasta ahora explicitar la amenaza.

No se trata de una idea nueva, como le recordó ayer ERC. Pero sí de una nueva amenaza a la unidad del voto independentista, ese 52% cada vez más fragmentado. La "cuarta fuerza" como se refieren a esa lista en el entorno independentista, podría obtener representación en unas hipotéticas elecciones autonómicas.

La duda es si lo haría recuperando a votantes independentistas de 2017 o a costa de Junts y la CUP. En el primer caso, podría consolidar la mayoría independentista e intentar marcar el paso a ERC para acelerar el pulso independentista. En el segundo, daría alas a una nueva victoria del PSC, que se convertiría en gran beneficiario del movimiento de la ANC.

La experiencia de Primaries

En las últimas elecciones municipales la ANC, entonces bajo la batuta de Elisenda Paluzie, ya promocionó listas alternativas en las principales ciudades catalanas. La más potente, sobre el papel, era la de Barcelona, liderada por el filósofo Jordi Graupera bajo el logo de Primaries. Una candidatura de la que la ANC se desentendió en la recta final de la campaña, tras constatar la imposibilidad de forzar la unidad de los partidos independentistas bajo su logo.

El resultado fueron 28.230 votos que según el análisis de no pocos independentistas debilitaron la candidatura de la CUP -obtuvo apenas mil votos más- y permitieron la entrada del PP en el Consistorio.

Josep Bou llegó al Pleno municipal con dos ediles que hubieran sido claves para dar la alcaldía a Ernest Maragall, ganador en votos con las siglas de ERC. Pero el republicano vio como Ada Colau conservaba el bastón de mando con los votos de PSC y Manuel Valls.

La lista de Borràs, o Puigdemont

La "cuarta lista" se plantea así como una amenaza para los actuales partidos, pero también como una oportunidad para quienes se han descolgado del pactismo de Esquerra y los titubeos de Junts. De hecho, en los últimos días se ha especulado con la posibilidad de que Laura Borràs pudiera liderar esa lista alternativa.

Una posibilidad que la propia Borràs se encargó de desmentir la semana pasada. "Mi objetivo es la independencia y trabajo para ello desde la presidencia de Junts" afirmaba la ex presidenta del Parlament en respuesta a una información en este sentido.

La opción con la que realmente sueñan dirigentes de la ANC y el Consell per la República, sin embargo, no es Borràs sino Carles Puigdemont. En caso de obtener un éxito total en el frente judicial europeo, Puigdemont podría regresar para encabezar una lista de unidad que, esta sí, pondría en serio apuros a JxCat y ERC.

Pero esta hipótesis, que avalaría la decisión de Puigdemont de abandonar la presidencia de Junts, pasa primero por novedades en el "frente judicial" y conseguir un apoyo transversal, que incluyera a actores como Òmnium. Lejos de la amenaza blandida este domingo por Dolors Feliu con el único apoyo de la ANC. A pesar de su capacidad de movilización en la calle.