Araceli Huayta, la hija de la mujer asesinada supuestamente por su pareja el pasado miércoles en Bilbao, ha descrito el carácter violento del presunto agresor, quien hace poco "empujó por las escaleras" a su madre, según ésta le contó, dejándola "inconsciente". A consecuencia de la agresión, de la que el hombre se autoinculpó en una llamada a la policía, que se habría producido hace alrededor de un mes, Rebeca "fue a parar al hospital".

La joven, en una entrevista desde Bolivia con la televisión pública vasca, ha señalado que el asesinato de su madre ha sido "una noticia muy dura" y ha relatado que su presunto agresor la maltrataba, según ésta le contaba: "La hostigaba, la perseguía, era celoso y hasta la golpeaba. Yo la decía que, por favor, le denunciase", ha indicado.

La última vez, según ha recordado, fue recientemente, "hace un mes, creo", cuando "él la empujó por las escaleras a ella y la dejó inconsciente": "Es lo que ella me contó. Y dijo que fue a parar al hospital y él también a la Policía".

Araceli ha explicado que la víctima, natural de Bolivia, le dijo que trabajaba en el bar en el que fue asesinada, y que regentaba con su presunto agresor, también de nacionalidad boliviana, porque "iba a ganar más plata". La hija de la mujer asesinada ha asegurado que con el dinero que ganaba Rebeca confiaba en poder traer al País Vasco tanto a su hija "como a mi hija, su querida nieta".

La joven trata ahora de conseguir un visado para viajar a Euskadi y acompañar al cuerpo de su madre hasta Bolivia. Sin embargo, su deseo se complica por la falta de recursos económicos para sufragar el desplazamiento.

Ingreso en prisión

El presunto asesino de Rebeca ha ingresado esta tarde en la cárcel de Basauri tras prestar declaración ante el juez. El hombre, de 45 años de edad, había reconocido la autoría cuando llamó a la policía relatando lo ocurrido.

Los hechos ocurrieron el pasado miércoles por la mañana en un bar de la calle San Francisco de Bilbao a las 9.00 horas, cuando el presunto autor de los hechos ha llamado a la Guardia Urbana. Trasladados al lugar, los agentes encontraron el cuerpo de una mujer que presentaba signos de violencia y que se encontraba en la taberna Hilargi. En la llamada a la Policía, el arrestado habría comunicado a los agentes que él había sido el autor del crimen.