El presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, ha abandonado antes de lo previsto la protesta contra la cumbre hispano-francesa que se celebra en Barcelona. Presionado por críticos con la negociación de ERC con el Gobierno, Junqueras ha dejado la manifestación convocada por el independentismo perseguido por los abucheos y gritos de "botifler" (traidor).

Dos horas después, el vicepresidente de la ANC Jordi Pessarrodona y el ex vicepresidente del Parlament, Josep Costa, han denunciado agresiones de los mossos cuando una parte de los concentrados se dirigían hacia el consulado francés en Barcelona.

Esquerra ha acudido esta vez a la manifestación -no lo hizo en la pasada Diada- con la plana mayor del partido. Junto a Junqueras estaban la portavoz Marta Vilalta, la ex presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y su sucesora Alba Vergés o el ex diputado en el Congreso Joan Tardà. Todos ellos rodeados por militantes republicanos y escoltas del cuerpo de Mossos de Esquadra.

Junqueras ha asistido a la manifestación encabezando la delegación de ERC, y se ha ido alrededor de las 9.30 horas, y ha sido entonces cuando un grupo de manifestantes le ha abucheado y ha proferido cánticos de "Puigdemont, el nostre president".

Fuentes de ERC han explicado a EFE que Junqueras ha abandonado la manifestación "cuando tenía previsto", ya que a las 10.00 horas tenía que acudir a un "compromiso". Entre los manifestantes, sin embargo, la mayoría ha entendido su marcha como una huida, y alguno le afeaba que "no dé la cara".

Entre los gritos de algunos manifestantes incluso se ha podido escuchar un "Junqueras, traidor, te queremos en la prisión". El líder de ERC salió de la cárcel indultado por el Gobierno central tras estar más de tres años condenado por los hechos del 1-O.

Críticas de Junts y la CUP

Tanto sus ex socios de Junts como el portavoz de la CUP han lanzado críticas también a la presencia de Pere Aragonès en la cumbre, que ha alimentado los abucheos a ERC. La presidenta de Junts, Laura Borràs, marcaba distancias con Esquerra advirtiendo que «nosotros no estamos trabajando por la desjudicialización sino por el 1-O».

Borràs ha apuntado con ironía que esta manifestación ha servido para recuperar la unidad, «si alguien rectifica bienevenido sea», tras recordar que Junqueras no asistió a la manifestación de la Diada. Tampoco a la conmemoración del quinto aniversario del 1-O.

En términos similares se ha expresado el líder de la CUP, Carles Riera, quien ha acusado al Govern de Aragonès de «poner la pista de aterrizaje» a la celebración de esta cumbre con la mesa de diálogo. «Queremos dejar bien claro que no queremos España ni Francia» ha apuntado.

Junqueras, por su parte, ha defendido la presencia de los republicanos a ambos lados de la pancarta. Hay que aprovechar «todas las oportunidades para reivindicar los derechos democráticos y el derecho del pueblo catalán a decidir su futuro» ha defendido el presidente de ERC, insistiendo en que su presencia en la protesta y la de Aragonès en la cumbre, «es perfectamente compatible».

Bronca con los mossos

Tras la concentración, una parte de los manifestantes se ha dirigido hacia el consulado francés, punto que han superado para seguir hacia la Plaza Sant Jaume. Ha sido entonces cuando agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra han intentado cortarles el paso y se ha producido un enfrentamiento con la cabecera de la marcha, en el que el payaso Jordi Pessarrodona ha recibido un golpe que le ha dejado tendido en el suelo.

Josep Costa, hombre del entorno más próximo de Puigdemont, también ha denunciado una agresión en las redes. El ex vicepresidente del Parlament ha publicado un mensaje en twitter con la imagen de un agente de la Brimo en el que se puede ver su número de placa.

En el mensaje, reclama al conseller de Interior, Joan Ignasi Elena, que el agente "sea debidamente sancionado y responsa personalmente por la agresión gratuita que me ha provocado lesiones en las dos manos". Y añade que el centro de atención primaria "ya ha notificado los hechos al juzgado y voy a poner una denuncia".

Unos 6.500 independentistas, según la Guardia Urbana, protestan esta mañana en la avenida Maria Cristina de Barcelona a las puertas del Museu Nacional d'Art de Catalunya, donde se celebra la cumbre hispano-francesa.
El papel de ERC en la cumbre hispano-francesa ha sido controvertido entre el independentismo puesto que mientras el presidente de la Generalitat, el republicano Pere Aragonés, ha acudido a la recepción, Junqueras se ha manifestado en contra de la cita política.