El 18 Congreso popular, celebrado en febrero de 2017, abordó ya entonces el debate sobre la gestación subrogada aunque aquello terminó en tablas dada la división interna que suscitaba esta cuestión. De un lado estaban los "modernos", partidarios de abrir el partido a lo que entendían como una nueva realidad que debía recibir respuesta. Sus principales adalides eran, atención, el entonces presidente de la Xunta gallega y hoy líder nacional de los populares, Alberto Núñez Feijóo; el portavoz popular en el Senado, Javier Maroto; la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, y su antecesora en ese mismo cargo Esperanza Aguirre.

Los "conciliares" o "integristas" eran un grupo de diputados y cargos madrileños también contarios al aborto y al matrimonio entre personas del mismo sexo. Sus nombres: Luis Peral, Eva Durán, Beatriz Elorriaga, José María Alonso, Javier Puente, Regina Plañiol, Eugenio Nasarre, José Ignacio Azpiroz y Lourdes Méndez y Jorge Pumariega.

Fue a Maroto al que le tocó lidiar con el asunto en su calidad de coordinador del texto social, del que eran ponentes el actual presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno; el entonces presidente de Murcia, Pedro Antonio Sánchez y los líderes del partido en Comunidad Valenciana y Extremadura, Isabel Bonig y José Antonio Monago, respectivamente.

Madrid retiró su enmienda a favor de regular la gestación subrogada "para no tocar más las narices"

La organización madrileña amenazó hasta el final con mantener vivas las enmiendas para la regulación de la gestación subrogada, que finalmente retiró -"para no tocar más las narices", según la crónica de El Independiente de ese día- pero no así Andalucía, Valencia y Cataluña. Ante la incomodidad que el asunto estaba generando en Génova, donde aspiraban a un congreso plano, casi de puro trámite, muy al estilo Mariano Rajoy, Maroto puso de acuerdo a un representante de cada sector para que tomaran la palabra en la comisión correspondiente y escenificaran una suerte de acuerdo que fue el plasmado en el texto definitivo de la ponencia social.

"Nos encontramos ante una realidad muy delicada y extremadamente sensible por lo que entendemos que es uno de los asuntos que requiere un debate en profundidad, serio y sereno. Un debate que tras escuchar a los expertos tanto desde el ámbito científico, como jurídico y ético, nos permita dialogar, debatir y construir juntos un posicionamiento que de una respuesta clara y de amplio consenso ante un tema tan importante que afecta a la vida, la dignidad humana y a la conciencia de todos", rezaba el punto 66 de dicha ponencia y cuyos argumentos casi calcó Feijóo este jueves desde Lisboa cuando fue interrogado al respecto.

Era la conclusión a la que llegaban tras otras consideraciones, asumiendo que "uno de esos nuevos debates presentes en la sociedad española hace referencia a la gestación subrogada. Y en el ámbito de esta realidad se encuentran los niños que llegan en este momento a España y que han nacido por gestación subrogada en otros países. Todo ello responde a una realidad sobre la cual existen opiniones y posiciones diversas".

"No debemos ni queremos rehuir o ignorar ningún debate, ni rechazarlo o aceptarlo sin entrar en el fondo de la cuestión y sin el sosegado análisis necesario", señalaba la ponencia política para agregar que "debemos dar las respuestas acertadas a estas nuevas cuestiones. Estas respuestas deben ajustarse a lo que existe y siente la sociedad en su conjunto, y lógicamente, también a lo que existe y sienten la mayoría de nuestros votantes. Para ello hemos de estar a la altura, hemos de recibir información de expertos y dialogar con todos, para juntos, construir esos puntos en común en los que la mayoría nos sintamos identificados".

Feijóo pisa el freno

Aquel intento de dar una patada al balón para no expresar una posición cerrada reventó esta semana con las imágenes de la presentadora Ana García Obregón, de 68 años, saliendo de una clínica estadounidense con una bebé en brazos. A raíz del debate nacional abierto en España, el PP parecía abrirse ahora a la tesis de "los modernos", esto es, regular la gestación por sustitución "siempre y cuando no medie intercambio económico alguno" porque otra cosa "sería execrable", señalaron fuentes populares. Pero este jueves Feijóo, ante la polémica suscitada y los ataques del PSOE, dio marcha atrás. De nuevo, se da una patada al balón hasta el siguiente congreso popular.