37 kilómetros en dos horas. Ese fue el camino que recorrió el operativo militar español para volver de Sudán. Desde el punto de recogida del personal hasta el de extracción. El país africano lleva semanas sufriendo un conflicto entre dos facciones del ejército del país. Había que salir lo antes posible. "Decretaron una tregua de nueve horas. El problema es que era la tercera y las otras dos no las habían respetado. No teníamos la seguridad de que lo hiciesen con esta", relató el teniente coronel Juan José Pereda, jefe de la primera bandera de la Brigada Paracaidista del Ejército de Tierra (BRIPAC). Apenas llevaba unos minutos en España, en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz.

Los 53 militares retornados salieron a medianoche del día anterior. Aterrizaron pasadas las dos de la tarde de este martes. 14 horas de viaje, haciendo escala en Yibuti, en unos asientos incómodos a bordo de un Airbus 400M. El viaje ha sido tan largo, que el Ejército dará descansos especiales a los pilotos que han traído de vuelta a los soldados.

El fin de semana fue frenético. Primero se sacó al personal de la embajada y a los civiles que quisieron embarcar en el avión del Ejército español. Después fue el turno de los militares, pero no todos. A última hora de esta tarde aterrizaron otros dos aviones y todavía queda un cuarto que tuvo que parar en la isla de Creta por un problema técnico. El Ministerio de Defensa espera que lo haga en las primeras horas de la mañana de este miércoles.

Evacuación

Las Fuerzas Armadas españolas se posicionaron en un primer momento en el aeropuerto militar de Wadi Seidna, al norte de Jartum, un A400 con dos vehículos Vamtac y el personal de la fuerza terrestre para apoyar la evacuación. Unas horas después, sería el turno de los otros dos A400 para completar el despliegue de toda la fuerza terrestre.

Establecido el perímetro de seguridad, se iniciaba el movimiento del convoy con personal civil desde la Embajada hasta el citado aeropuerto, donde una patrulla del elemento terrestre salía a su encuentro hasta zona segura.

Una de las claves para entender la necesidad de abandonar Sudán lo antes posible es que en estas fechas está acabando el Ramadán. "La actividad en estos países se incrementa después de estas fechas", explicó Pereda. En el camino hasta la salida, los convoyes se encontraron con varios checkpoints tanto rebeldes como de la línea oficialista, algunos de ellos artesanales hechos con palos y piedras. En ninguno de los registros recibieron actitudes "hostiles" y nadie del contingente sufrió algún percance mayor.

Sin móviles

En los últimos días los teléfonos móviles no funcionaban, sólo la telecomunicación por satélite. "Era una situación muy cambiante", explicó el teniente coronel. En la evacuación, bajo control operativo del Mando de Operaciones, se trasladó a 100 civiles hasta Yibuti, 34v de los cuales eran españoles. Una vez allí, 72 viajaron hasta España. Entre los evacuados había siete niños menores de cinco años. "Vivimos situaciones muy complicadas".

"La labor de los ejércitos en tiempo oportuno, el personal identificado con las capacidades requeridas y la coordinación sobre el terreno entre los elementos de Exteriores, Defensa, las autoridades sudanesas y del resto de países para facilitar la rapidez de reacción, ha sido la clave", resumió el coronel Alberto Fajardo, jefe del contingente español y miembro del Mando de Operaciones.