Con 18 actos electorales en 11 Comunidades Autónomas, la vicepresidenta segunda dejó clara su voluntad de volcarse en la campaña de las elecciones locales y autonómicas de este domingo. Y en ese recorrido las organizaciones territoriales de Podemos "se han volcado con ella", según fuentes de Sumar. Es más, no dudan en señalar que existe una suerte de "efecto Yolanda" por la que se habría doblado el pulso a las sombrías expectativas electorales que acompañaban a Unidas Podemos en la precampaña. Y si bien los mismos medios se muestran prudentes y huyen del triunfalismo, Díaz "ha sido recibida como agua de mayo", aseguran.

Así, salvo en Málaga y Rivas Vaciamadrid, donde los candidatos son de Izquierda Unida, y el ayuntamiento de Valencia, a donde irá a apoyar a Joan Ribó, de Compromís, en el resto de la geografía española ha acompañado a candidatos de Podemos. Es más, en algunos sitios ha compartido acto con algún miembro de la dirección estatal morada, como fue el caso de Isa Serra en Málaga, portavoz del partido liderado por Ione Belarra.

Precisamente, lo que no ha habido ha sido una foto con Belarra, a la que afean que mantuviera su agenda a piñón fijo en lugar de buscar la instantánea del reencuentro, esa que no fue posible el pasado 2 de abril en el polideportivo de Magariños, donde la ministra de trabajo confirmó su deseo de optar a la presidencia del Gobierno en las próximas elecciones generales.

Sumar lamenta que no haya habido acto electoral conjunto con Belarra

En el entorno de Díaz insisten en que "nosotros no vetamos a nadie" y aducen que han ido a las comunidades y ayuntamientos donde han sido reclamados en actos que organiza Podemos, de modo que le hubiera tocado mover ficha a la también ministra de Derechos Sociales.

En cambio, Belarra optó ayer por lanzar una pulla contra Díaz a cuenta de las detenciones en Melilla de supuestos implicados en la compra masiva de votos por correo, presuntamente vinculados a Coalición por Melilla. "Es muy grave y a mí me preocupa que algunos partidos progresistas hayan pensado que estos son socios aceptables". Aludía la líder morada al "Acuerdo del Turia", un pacto de ocho formaciones políticas entre las que están Compromís y Más País, dos de los aliados más estrechos de Díaz en Sumar.

Pero lo cierto es que las expectativas demoscópicas de Unidas Podemos han ido creciendo durante la campaña, otra cosa es determinar de quién es el mérito. "Estamos mucho mejor que hace mes y medio y esto lo está levantando Yolanda", defienden las fuentes consultadas, que contrastan la cantidad de actos de Belarra y de Irene Montero con los de la vicepresidenta segunda, mucho más numerosos.

Unidas Podemos pude ser determinante también en Extremadura y Cantabria

Según los cálculos internos de Sumar, "ahora el peligro no está en nosotros y eso es efecto de la campaña". Quieren decir que, contra todo pronóstico, no sólo podrán volver a ser la clave en aquellas Comunidades y ayuntamientos en los que apuntalan ejecutivos del PSOE, como Baleares, Aragón o Valencia, la "joya de la corona", sino que, además, pueden resultar determinantes en Extremadura y entrar en el Parlamento de Cantabria.

Si el socialista Guillermo Fernández Vara pierde la mayoría absoluta, tal y como apuntan distintas encuestas electorales, UP pedirá entrar en un gobierno de coalición. La cosa es más complicada con Miguel Ángel Revilla, con un perfil mucho más a la derecha, que no es del agrado de los morados, aunque ayuden a la gobernabilidad de la región cántabra. Paradójicamente, UP podría tener más capacidad de influencia tras el 28-M de la que disfruta ahora.

La gran cuestión a dilucidar es si un escenario favorable a Podemos facilita o dificulta la vía de interlocución con Sumar, hasta ahora en punto muerto. Como adelantó El Independiente, tras el plantón del 2 de abril se cortocircuitó todo diálogo con la intención de retomarlo a partir de este domingo. Pero en aquellos momentos se recrudeció el cruce de descalificaciones, culminado en una entrevista de Díaz con Jordi Évole que no dejó bien parada a la vicepresidenta.

Presión de las organizaciones territoriales de Podemos

Desde entonces unos y otros han ido rebajando el tono, aunque está por ver si se trata de puro tacticismo para no enturbiar la campaña electoral o volverán a poner las espadas en alto para una negociación en la que queda todo por hacer. Podemos quiere un trato de igual a igual con Sumar frente a los aliados de la vicepresidenta primera y ha venido hablando de coalición y no de absorción.

Pero no es descartable que esas mismas organizaciones territoriales de Podemos que se han volcado con Díaz comiencen a presionar a la dirección estatal de su partido ante el riesgo cierto de una izquierda dividida en tres, incapaz de reproducir la actual coalición gubernamental en torno a Pedro Sánchez.