Agustín Santos Maraver, número dos de Sumar por Madrid, describe a Marruecos como "una cosoberanía entre rey y pueblo" donde las violaciones de derechos humanos son "casos individuales" y considera que España no ha cambiado de posición en el contencioso del Sáhara, en línea con lo que siempre ha mantenido el que fuera hasta su jefe, José Manuel Albares. Unas afirmaciones que no comparten en Sumar.

Así lo ha manifestado este miércoles el portavoz de la campaña electoral de Sumar, Ernest Urtasun. Preguntado en Onda Cero por las contradicciones que exhiben las declaraciones vertidas por Santos Maraver y la número tres de la candidatura madrileña, Tesh Sidi, Urtasun ha admitido que Marruecos "obviamente no es una democracia" porque no existe la separación de poderes.

La desautorización al ex embajador español en Nueva York -que Urtasun, también diplomático, conoce bien- alcanza a la existencia de un giro en el litigio saharaui tras la misiva de Sánchez a Mohamed VI y al derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui, un principio que Izquierda Unida y otras formaciones integradas en Sumar se niegan a abandonar en contra de las manifestaciones de Santos Maraver, que tacha el referéndum de vía poco realista.

Defensa de la autodeterminación saharaui

Urtasun ha insistido en que la posición de Sumar es la defensa de la libre autodeterminación en el Sáhara Occidental, en pleno cumplimiento con las resoluciones de la ONU, y una política hacia Marruecos de defensa de los derechos humanos, al igual que en cualquier lugar del mundo, sin modificar un ápice las declaraciones vertidas el lunes por Yolanda Díaz. "A medida que la democracia y los derechos humanos avancen en Marruecos, podemos aspirar a una relación bilateral mejor (con el país vecino), ha recalcado el portavoz.

"La posición del embajador Santos es la de Tesh Sidi y es también la mía. Y son básicamente dos cosas: la defensa de la libre determinación del Sáhara en pleno cumplimiento de las resoluciones de la ONU; la Minurso [la misión de la ONU para el Referéndum en el Sáhara Occidental] está sobre el terreno y debemos apoyar ese marco que es el marco legal del ONU. La segunda cosa es la defensa de los derechos humanos en Marruecos y en cualquier lugar del mundo", ha argumentado.

A propósito del país vecino, ha subrayado que "obviamente no es una democracia", dado que en el país magrebí no existe separación de poderes, y ha reprochado al ala socialista su giro respecto al Sáhara, un extremo que ni siquiera reconoce como tal Santos Maraver. "No fue una buena idea", ha reconocido a propósito del apoyo al plan de autonomía marroquí para la ex colonia española.

Pérdida de capacidad para resolver el conflicto

Asimismo, ha señalado que la carta que remitió Sánchez al Palacio Real marroquí suponía aceptar el "lenguaje" de Rabat sobre el Sáhara y tuvo como consecuencia que España fue "mucho más lejos que cualquier otro país en la Unión Europea" en el reconocimiento del plan de autonomía de Marruecos, más incluso que Alemania que era la nación más proclive a esa estrategia y que los socialistas han citado como referencia para la enmienda a 47 años de política de Estado marcada por la neutralidad activa.

Precisamente Urtasun ha lamentado que ese giro ha significado sacrificar la interlocución con el Frente Polisario y la centralidad del Gobierno español.

"Como antigua potencia administradora, necesitamos mantener interlocución con ambas partes si queremos jugar nuestro papel histórico, que es de resolver el conflicto. Tenemos una responsabilidad histórica y debemos ser capaces de resolverlo. Con ese cambio de posición, la parte socialista del Gobierno español decidió dejar de ser un interlocutor válido para la parte saharaui. Eso no fue una buena idea. Hay que recoser esa interlocución para ser capaces de jugar papel histórico que es muy importante para España", ha concluido.