Entre aplausos y con los suyos puestos en pie, el líder del PP ha reunido al máximo órgano entre congresos del partido, la Junta Directiva Nacional, para analizar el frustrante triunfo de la noche de este domingo. Y lo ha hecho con un mensaje muy claro, esto es, la voluntad de intentar ir a la investidura, de hacer valer sus 136 escaños. De hecho, no solo se sabía ya que la noche del domingo intercambió mensajes con Pedro Sánchez, a iniciativa de éste, con el que ha quedado en volver a hablar una vez que conozca el voto CERA -que puede cambiar el destino de algún diputado- sino que ha tenido este lunes una intensa jornada.

"Desde la mañana de hoy he mantenido contactos con distintas fuerzas para conseguir un gobierno estable", ha explicado en una breve intervención. Y, por este orden, ha informado de sus conversaciones con el presidente de UPN, Javier Esparza, que le ha confirmado el apoyo de su diputado y con el presidente de CC, Fernando Clavijo, "ha abierto el camino al mismo efecto". También ha contactado con el líder del PNV, Andoni Ortuzar, y con Santiago Abascal con los que "del mismo modo hemos quedado en continuar las conversaciones".

"No podemos celebrar la victoria absoluta que nos hubiera gustado -ha admitido- pero sí la incontestable que hemos conseguido y vamos a estar a la altura de esa confianza". Dice Feijóo que los españoles no pueden quedar atrapados "ni el bloques ni el bloqueos, ni que el país se balcanice, haremos lo que esté en nuestra mano para evitarlo". Por ello ha defendido abrir "un tiempo nuevo, un cambio no depender de minorías radicales sino poner en marcha un gobierno cuanto antes."

Acusa el "fallo" de las encuestas

Tras subrayar cómo el PP ha crecido en tres millones de votos, 47 escaños, alcanzado la mayoría absoluta en el Senado y experimentado "el mayor crecimiento en votos de nuestra historia" ha vuelto a admitir haberse quedado lejos de los resultados que ellos mismos se habían marcado. Porque si bien este es un resultado que hace un año "parecía imposible, con la misma intensidad con que fallaron las encuestas no hemos alcanzado todas nuestras expectativas". En todo caso, no se arrepiente de "haberme exigido ganar por mucho frente a los que se conforman con perder por menos"

Ante el resultado de las urnas, se abren tres escenarios. Por un lado, ha narrado, que se permita gobernar a quien ha ganado; en segundo lugar, ir al bloqueo o, en tercera posición, permitir que los "perdedores exploren una mayoría alternativa con el apoyo de los independentistas". Apela a que el Gobierno de la nación siempre ha recaído en manos del partido triunfante en las urnas, por lo que "exploraremos todas la vías para dotar a España de un gobierno", eso sí, ha subrayado sin ser "rehenes de la voluntad de nadie, tampoco de Sánchez. Lo hago porque creo que el bloqueo es un escenario indeseable para España". No puede ser, ha proseguido, que "en cada ciclo electoral estemos condenados a la repetición".

En manos de un prófugo

Ante el grueso de sus barones autonómicos, que ahora son muchos tras el 28-M, ha alertado que los independentistas elevarán el listón de sus exigencias, lo que lleva a un "escenario implanteable". Y es que Sánchez necesitaría a Bildu y a ERC, pero, también, "el concurso de un partido liderado por un prófugo, para avanzar e la quiebra de la nación", en referencia a Carles Puigdemont.

La persona hacia la que se giran muchos ojos tras lo acontecido este domingo es Isabel Díaz Ayuso. Pero la presidenta del ejecutivo madrileño también ha cerrado filas en torno al líder del PP. Defiende que "lo cosechado es digno de reconocer" y "hay que pelear y trabajar. Hay que intentarlo". Tras afirmar a su llegada a la sede nacional del PP que Madrid "va a estar a la altura", no ha dudado en defender con un "por supuesto" que el gallego debe ser el candiato en caso de una repetición electoral a finales de año.

Ayuso "no cree" que esté en cuestión el liderazgo de Feijóo

Feijóo, dice, "le ha aportado al PP gran estabilidad y lo importante ahora es intentarlo. Lo difícil hay que encararlo y no comprar el relato de perdedores". Tras cuestionar las escenas festivas a la puerta de Ferraz y subrayar que no hay que "dar por ganador al perdedor de las elecciones, ni acostumbrarnos a que un perdedor lleve las riendas de España", ha dicho estar a la entera disposición de Feijóo, pero interrogada sobre si está en cuestión el liderazgo de Feijóo se ha despachado con un "no creo".