El comisario José Manuel Villarejo ha reaparecido este jueves en la Audiencia Nacional para recoger la sentencia que lo condena a 19 años de prisión por revelación de secretos y falsificación de documentos. El policía jubilado ha dicho no sentirse satisfecho con la pena, a pesar de que el tribunal dejó fuera el cohecho que era un delito crucial para el resto de la macrocausa 'Tándem', y ha anunciado que recurrirá. A pesar de que fuentes jurídicas confirmaron a El Independiente que en un principio sería en septiembre cuando se realizase la vista que la Fiscalía Anticorrupción ha pedido para decidir si Villarejo entra en prisión, finalmente la Sala de lo Penal ha acelerado y será este lunes.

"No puedo estar satisfecho en absoluto en cuanto a la gravedad de la pena por revelación de secretos cuando normalmente es un año o dos años y a mí me han aplicado lo máximo", ha expuesto después de haber recogido la sentencia en un CD. Sin embargo, el policía ha rematado que sigue creyendo en el estado de Derecho y que tiene confianza en que en instancias superiores le den la razón."Al final la verdad saldrá a la luz", ha apostillado.

La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional publicó este lunes el fallo de las tres primeras piezas de 'Tándem' conocidas como 'Land', 'Iron' y 'Pintor' y avaló gran parte de la instrucción del caso como la entrada y registro en su domicilio o todos los audios que constan en la causa.

Anticorrupción solicitó una comparecencia para poder explicar las medidas que quieren imponer al comisario una vez conocida la condena. Villarejo podría volver a ingresar en prisión descontando los tres años y medio que ya pasó entre rejas de forma provisional.

Lo cierto es que el Tribunal debe decidir esto en base al riesgo de fuga, de destrucción de pruebas o de reiteración delictiva. El comisario ha expuesto que sería "retorcer" el derecho si le enviaran ahora a prisión sin esperar a que la Sala de Apelación primero y el Tribunal Supremo después se pronuncien sobre el caso porque, dice, ha demostrado que no se va a fugar con su actitud durante estos años de espera. "Saben que eso es mentira", ha dicho.

"Yo no me voy a suicidar, en prisión ni fuera", ha añadido.

Revelación de secretos por "fotocopias"

Sobre la cuestión de la revelación de secretos -que en la sentencia se argumento por el tráfico de llamadas al que el comisario accedió de los espiados para dárselos a sus clientes- Villarejo ha señalado que lo que había e su casa eran "fotocopias" y que "eso no implica una gravedad del daño".

El Tribunal consideró que el cohecho no estaba probado, pero abrió la puerta a que pudieran darse otros delitos como el de estafa por los precios millonarios que cobraba el policía a sus clientes. "O revelé secretos o defraudé", dijo el comisario anticipando cuál será su estrategia de defensa. A su juicio, si lo que cobraba era desmedido por una información que no lo valía, entonces no estaba manejando información sensible que revelara secretos de nadie.

En lo relativo al cohecho, Villarejo se ha puesto en la piel de un policía taxista. "Si un policía para tener sobresueldo conduce un taxi y se salta un semáforo, no comete cohecho. Pongan el ejemplo de que yo tenía un taxi, que además estaba autorizado para tenerlo y dice que me he saltado un semaforo en rojo. Ya veremos, pero en todo caso siempre actué como agente de inteligencia", ha expuesto.