La callada por respuesta. El ministerio de Asuntos Exteriores evita informar de si ha trasladado a las autoridades marroquíes una protesta formal, como le exige el presidente de Melilla Juan José Imbroda, después de que las ciudades autónomas aparezcan incluidas en territorio marroquí en un mapa publicado en la página web de la embajada de Marruecos en España.

Preguntadas por El Independiente, fuentes del departamento que dirige en funciones el socialista José Manuel Albares indican que “las fronteras internacionalmente reconocidas de España, incluidas Ceuta y Melilla, están fuera de toda duda”. “La españolidad de Ceuta y Melilla también, como ha manifestado siempre el Gobierno, por lo que es un asunto sin discusión alguna”, señalan sucintamente fuentes de Exteriores.

Por enésima vez Exteriores evita responder a las cuestiones planteadas por este diario después de que el pasado fin de semana el presidente de Melilla instara al Gobierno a presentar una “protesta formal” por el mapa publicado en la página web de la legación diplomática marroquí en Madrid.

Tampoco es la primera ocasión en la que Rabat cuestiona la integridad territorial de España y reivindica unas plazas que considera "presidios". El pasado octubre la legación marroquí en Ginebra negó que Marruecos tuviera “fronteras terrestres” con nuestro país en una comunicación oficial ante Naciones Unidas. En junio el régimen alauí remitió una carta a Bruselas por "las declaraciones hostiles" sobre la españolidad de ambas ciudades autónomas vertidas por el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de la Promoción del Modo de Vida Europeo, Margaritis Schinas. Entonces Exteriores envió una nota verbal a Rabat.

Desde el histórico cambio de posición en el litigio del Sáhara Occidental, alineándose con las posiciones anexionistas de Marruecos, el Ejecutivo español se ha comprometido a evitar cualquier declaración que tense las siempre complicadas relaciones con la dictadura alauí. Albares ha aludido constantemente a una era de relaciones bilaterales basadas en “el respeto mutuo” y la transparencia que incluye el compromiso de ambos países de "evitar todo aquello que sabemos que ofende a la otra parte, especialmente en lo que afecta a nuestras respectivas esferas de soberanía".

"Otra agresión hostil"

Una máxima que Rabat no ha respetado, poniendo en cuestión en sucesivos incidentes la españolidad de Ceuta y Melilla, no solo a través de la amordazada y oficialista prensa local sino ante organismos internacionales. La última provocación es un mapa publicado en la página web de la embajada marroquí en Madrid que incluye como territorio marroquí Ceuta y Melilla junto al Sáhara Occidental, el último territorio pendiente de descolonización conforme a la legislación internacional.

A juicio de Imbroda, es "otra agresión hostil de Marruecos a España situando en un mapa oficial a las españolas Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla". El mapa, ha insistido, “es una afrenta total a nuestra nación, a nuestra Constitución, a nuestra historia y soberanía”, por lo que no comprende que el Gobierno de España, aunque esté en funciones, no haya presentado “una protesta formal y severa” ante la embajadora marroquí en Madrid, Karima Benyaich.