Mientras todas las formaciones cierran sus acuerdos con el PSOE, la izquierda abertzale ha decidido jugar otra partida. Pese a que el sí de los seis diputados de EH Bildu a la investidura del candidato socialista se garantizó hace ya varias semanas, la formación que lidera Arnaldo Otegi no ha desvelado cuál será la contraprestación que cobrará. Oficialmente el discurso ha sido que es suficiente haber contribuido a cerrar el camino a un posible gobierno de extrema derecha. También dar opción a que en la próxima legislatura el debate sobre el nuevo modelo de estado y el reconocimiento nacional de Euskal Herria esté sobre la mesa como uno de los temas centrales lo justifica.

En plena negociación de apoyos, la izquierda abertzale sigue activando a sus bases para mostrar músculo el domingo 18 en la gran manifestación a la que ha convocado a la ciudadanía para reivindicar la nación vasca. Una movilización perfectamente diseñada y en la que juegan un papel activador las referencias al terrorismo de Estado, al Franquismo, a la Amnistía de 1977 y el temor al fascismo o incluso la defensa de Palestina. Una suerte de ‘cajón de sastre’ en el que aprovechar la cercanía a una fecha señalada como la del 20 de Noviembre y que EH Bildu exprimirá.

Además de ser el aniversario de la muerte de Franco en 1975, ese mismo día, pero de 1989 murió asesinado Josu Muguruza, en víspera de la toma de su acta como diputado de HB en Cortes, en un atentado perpetrado por grupos de extrema derecha. Cinco años antes, también un 20-N, murió asesinado por los GAL el miembro de la Mesa Nacional de HB, Santiago Brouard, en su consulta de Bilbao. Bildu ha recurrido a la hermana de Brouard y a la hija de Muguruza para promocionar la manifestación, “hay que llenar las calles para recordarles”, ha apelado el propio Otegi.

La amnistía de 1977 y el fascismo

Ese mismo día, pero en la Plaza Cibeles de Madrid, diversas organizaciones civiles han convocado un acto promovido por la Fundación Foro L&A bajo el lema "No en mi nombre: ni Amnistía ni Autodeterminación. Por la libertad, la unidad y la igualdad". Un acto que Bildu también subraya para contraponerlo con la marcha que se desarrollará por las calles de Bilbao y en la que además de la Nación, la principal reivindicación del acto abertzale, también se insta a proclamar el rechazo “al fascismo” que Bildu cree que estará concentrado en Madrid: “El 18 de noviembre los fascistas se van a reunir en Cibeles, los antifascistas en Bilbao”.

Incluso la amnistía ha sido utilizada como motivo para participar en el acto convocado. Bildu considera que existen razones más que suficientes para defender la amnistía que se negocia con Puigdemont. Lo hace estos días recordando otras amnistías promovidas por el Estado, como la de 1977: “Aquella amnistía conllevó la absoluta impunidad de los crímenes y criminales franquistas”, recordó recientemente el líder de Sortu, Arkaitz Rodríguez, en el Parlamento Vasco.

Señaló que en aquella ocasión, en la que también se indultó a cientos de presos de ETA, se indultó “en un solo día a 1.443 personas, más que el conjunto de ciudadanos catalanes que ahora se quiere amnistía”. Añadió que posteriormente se han autorizado amnistías a la “cúpula de los GAL, a 227 corruptos y a 17 torturadores”.

Apoyo a Palestina

En la madeja de argumentos que EH Bildu está empleando estos días para mover a sus bases no ha faltado la defensa de Palestina. Este martes Sortu convocó diversas movilizaciones en el País Vasco y Navarra en apoyo a Palestina y para denunciar lo que considera un “genocidio” de Israel sobre el pueblo palestino. En la campaña de promoción de la manifestación la izquierda abertzale ha recurrido a nombres como el de su alcaldesa en Bermeo, Nadia Nemeh, miembro de EH Bildu de origen palestino.

A la marcha del día 18 está prevista la participación del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) y del Frente Democrático por la Liberación de Palestina (FDLP). En la misma está previsto rendir un tributo a uno de los temas más populares en Euskadi, el 'Txoria Txori', un tema basado en el poema de Joxean Artza y al que puso música el cantautor vasco en 1968. En cuya letra en euskera se invitará a cantar al unísono a todos los presentes: “Si le hubiera cortado las alas, hubiera sido mío, no se habría ido, pero así habría dejado de ser un pájaro… y yo lo que amaba era el pájaro”, reza la letra. Otegi apeló a mostrar de este modo la solidaridad con el pueblo palestino, "que se nos oiga en Gaza".