El discurso de Alberto Núñez Feijóo ha sido bien recibido por la bancada popular en la medida en que ha subido el tono "que es lo que reclama la sociedad". El líder del PP ha sido duro en el tono y en el fondo con una intervención muy centrada en el precio que Pedro Sánchez ha pagado a ERC y Junts a cambio de sus 14 escaños para asegurase una investidura que hoy se hará realidad. El presidente del Gobierno le ha reprochado que no ofreciera ninguna alternativa "pero eso no era lo que teníamos que hacer hoy", aducen las fuentes consultadas.

También creen que el tono de la intervención primera de Sánchez, con más de medio discurso dedicado a equiparar al PP y a Vox y obviando el gran elefante del hemiciclo que no era otra que la ley de amnistía, "no se puede replicar hablando de los objetivos de déficit", ironiza uno de los barones que han asistido a la cita parlamentaria. "Estamos en un momento grave que requiere firmeza y contundencia", afirma otro parlamentario, todo ello, matiza a continuación "sin llegar la nivel de Vox". No obstante, algunos de los suyos le han visto en su primera intervención "perfecto" y en la segunda, tras la réplica "algo más disperso".

Debemos estar en el punto justo desde el momento en que hemos recibido ataques de Sánchez y de Abascal"

Aluden a las comparaciones constantes que Santiago Abascal ha hecho de la investidura con un golpe de Estado llegando a enarbolar que Hitler llegó al poder tras unas elecciones, un discurso que, a juicio el PP "no está consiguiendo ejercer la mecha". Porque de hecho, las protestas en torno al Congreso de los Diputados de ayer fueron minoritarios y eso a pesar de que los 33 diputados de Vox abandonaron el Hemiciclo para unirse a los manifestantes y trasladarles el mensaje de "no estáis solos" o "resistid".

"Debemos estar en el punto justo desde el momento en que hemos recibido ataques de Sánchez y de Abascal", dice un miembro del equipo de Feijóo que reconoce en Sánchez a "un buen parlamentario, hábil, con recursos". Es quien pone el acento en una afirmación de Feijóo en la Cámara que quizá pasó más desapercibida. Se refiere a ese "no me busque" si le fallan sus socios parlamentarios. El inquilino de la Moncloa, "ha elegido bando para los próximos 48 meses", otra cosa es que la legislatura llegue a término o no.

Enfrente, el PP "tiene un bloque monolítico de 171 noes" y Sánchez se va a enfrentar día tras día, narran "a la incógnita de no saber lo que se va a votar mañana", considerando, además, que tanto las próximas elecciones autonómicas vascas como catalanas serán un elemento disruptivo en la legislatura.

Una de las cuestiones que los populares quieren despejar es que Feijóo "no duda de la legitimidad legal" de la investidura de Sánchez, "algo que nos seguirán echando en cara". Lo cierto es que Feijóo lo ha tenido que aclarar en su segunda intervención, -tras afirmar desde la tribuna del Congreso que la investidura "nace de un fraude" y "se propicia a través de un ejercicio de corrupción política"- que lo que vamos a ver este jueves es "un procedimiento constitucional" con un presidente que tendrá "una mayoría legítima".

Una vez superada la votación de investidura este jueves, Feijóo también tiene deberes. Si bien a pesar de haber ganado las elecciones del 23-J no ha sumado una mayoría suficiente para ser investido presidente y, por tanto, formar Gobierno, tendrá que a abordar cambios tanto en el partido como en los Grupos Parlamentarios del Congreso y el Senado.