En Sukarrieta hoy hacía frío. El partido estaba llamado a honrar a su fundador, Sabino Arana, como todos los noviembres. Pero esta mañana la frialdad se percibía en el ambiente. Incluso en el primer encuentro público entre el aún lehendakari, Iñigo Urkullu y el de quien por decisión de la dirección del partido aspirará a serlo en las autonómicas de 2024, si las bases así lo ratifican. El abrazo entre Urkullu e Imanol Pradales ha sido breve, casi fruto de un encuentro encontradizo con el corrillo que Urkullu, Ortuzar y varios de sus consejeros de Gobierno, "¡Hombre Imanol!", le recibe Urkullu, "Lehendakari...", le responde Pradales. Apretón de manos y breve abrazo, "¿qué tal, bien?, Sí, nervioso, pero ya sabes, bien...". Y hasta ahí la conversación escenificada ante los medios de comunicación en un acto que ha congregado a todo el partido en la localidad vizcaína.

El PNV ha querido mostrar hoy normalidad tras las últimas 48 convulsas horas vividas y que han aflorado no sólo diferencias internas en el partido sino un clima de nerviosismo e incertidumbre a sólo unos meses de las elecciones autonómicas. Unos comicios en los que concurrirá con EH Bildu pisándole los talones y en tendencia electoral alcista y a las que parece que Pradales no tendrá que enfrentarse a Otegi. EH Bildu anunciará la decisión definitiva mañana.

Hoy no estaba previsto que Pradales hable. Oficialmente no lo hará hasta que el 20 de enero próximo concluya el periodo a doble vuelta que debe ratificar su designación como candidato. El aún diputado foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial de la Diputación de Bizkaia tan sólo ha afirmado que es "un honor" que el EBB piense en él como candidato pero que aún es la militancia la que debe ratificar la propuesta de la dirección del PNV.

Urkullu: "Soy consciente de que las cosas tienen un principio y un final, sé cómo son estas cosas, he sido presidente del PNV"

Quien sí lo ha hecho a última hora de la mañana ha sido el lehendakari Urkullu, quien ha afirmado que él es "un hombre de partido" y que es consiente de que "las cosas tienen su principio y su final". Ha señalado que sabe "cómo son estas cosas, he sido presidente del PNV" y que el partido debía "ser libre para tomar la decisión". Ha asegurado que sigue "en forma" y que aún no ha agotado la legislatura, cuya finalización ha apuntado que aún no está decidida y que dependerá de las circunstancias nacionales y europeas, "aún tenemos legislatura y hay que seguir trabajando", ha apuntado. Urkullu ha deseado "lo mejor" a Pradales y le ha ofrecido su ayuda. Ha recordado que fue un "alumno brillante" cuando fue su profesor en EGB en Portugalete, y ha señalado que el actual diputado de Infraestructuras vizcaíno así "lo está demostrando".

A Pradales esta mañana las felicitaciones y saludos por parte de los miembros significados del partido se le han sucedido. En el PNV saben que si finalmente alcanza Ajuria Enea será un hombre de peso en el organigrama institucional de Sabin Etxea. También que, como ya ocurriera históricamente, la bicefalia entre partido y poder institucional le forzará a someterse a las directrices que emanen del EBB.

Ortuzar: "Buscan tensionarnos"

Es lo que hoy se percibía en el encuentro en Sukarrieta. Urkullu estaba dispuesto a continuar un mandato más pero el relevo generacional que ha impuesto la maquinaria del PNV se ha impuesto. También la corriente que defiende la labor y los acuerdos alcanzados la pasada legislatura y ratificados ahora y que no eran del agrado del todo de Urkullu y el sector más centrado y moderado del PNV que representa. Una posición que ahora, con la decisión de relevarle, ha salido derrotada.

Esta mañana el PNV ha depositado flores ante la tumba de su fundador. Lo han hecho de manera conjunta el presidente del PNV y el aún lehendakari Urkullu. Todo apunta a que además de la renovación en la candidatura a gobernar Euskadi que presentará el partido, tras las autonómicas vascas -que podrían celebrarse en marzo- también la actual dirección del partido se renueve. Ortuzar ha abogado en reiteradas ocasiones por la necesidad de promover un relevo generacional, lo que supondría su abandono de la presidencia del PNV.

En su intervención política, Ortuzar ha asegurado que lo ocurrido en los últimos dos días revelan que "hay quien quiere tensionarnos mediante filtraciones periodísticas que mezclan un poco de verdad con bastante de mentira". Ha defendido la "ambiciosa propuesta" de relevo generacional que supone la designación de Pradales en lugar de Urkullu para garantizar que las instituciones vascas "estén en manos rejuvenecidas, con nuevas ideas" para alcanzar "las máximas cotas de libertad nacional y de bienestar".

"Hay que reequilibrar el foco"

En su intervención el agitado relevo que se ha precipitado apenas ha ocupado unos minutos. Ortuzar ha querido restarle importancia y ha optado por un sencillo agradecimiento formal a Urkullu, respondido con un largo aplauso de los presentes: "Gracias lehendakari por el trabajo realizado en estas tres últimas legislaturas". Una agradecimiento en nombre de toda la militancia que Urkullu ha agradecido puesto en pie. El presidente del EBB ha señalado que "los eslabones que hace doce años aseguramos", con la llegada de Urkullu y que "han aguantado con nota alta" las circunstancias complejas vividas, "tienen que unirse ahora con nuevos eslabones, fuertes".

Ante sus cargos y militantes, Ortuzar ha llamado a demostrar unidad y fortaleza para el nuevo ciclo que se abre. Ha asegurado que en los próximos meses habrá que volver a poner "el foco" en la política vasca, desaparecido por la intensidad de la tensión política nacional: ""En los últimos años se está produciendo una españolización de la política vasca, que, sinceramente no creo que sea buena". Por ello ha llamado "reequilibrar" el foco para que la ciudadanía no perciba "que somos una realidad de segunda".