El jefe del Estado, Felipe VI, ha hecho una defensa cerrada de la Constitución como garante el estado social y democrático de Derecho durante el acto solemne de apertura de la XV legislatura. En mitad de una gran expectación, ha afirmado respecto a la Constitución que "reivindicar el profundo significado de aquel gran pacto entre los españoles que está en el origen de nuestra democracia no es, en absoluto, mirar atrás con nostalgia; sí es, en cambio, una orgullosa y consciente reafirmación de nuestras mejores capacidades como país y del mejor logro que ordena, en nuestros días, la vida de la sociedad española".

Y por ello, "debemos honrar su espíritu, respetarla y cumplirla, para hacer efectiva la definición de España como un Estado Social y Democrático de Derecho". Asimismo, ha defendido la necesidad de dejar a los españoles más jóvenes una España "sólida y unida, sin divisiones ni enfrentamientos", después de haber recibido de las generaciones que hicieron posible la Carta Magna"un legado de grandeza, responsabilidad y sentido de la historia".

Y esa realidad, ha agregado el jefe del Estado, "trae causa de la historia del gran éxito colectivo de nuestra democracia. Una Constitución que establece la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político como valores que en los que se basa nuestra convivencia democrática. Unos valores que no están anclados en el pasado y que deben proyectarse permanentemente hacia el futuro".

Dado el tono bronco del debate y la fuerte polarización en que se desenvuelve la política, -con una legislatura que ha arrancado con la cesión de una amnistía para dar satisfacción a Carles Puigdemont, además de un verificador internacional, vieja aspiración del independentismo- ha defendido que "la búsqueda del entendimiento, el reconocimiento de nuestras diferencias unido al mutuo respeto como ciudadanos, la certeza de que sólo superando las divisiones tienen una base asegura las libertades y los derechos, fueron todas ellas ideas y actitudes determinantes para abrir una nueva página de nuestra historia. Aquel momento histórico es una constante fuente de motivación porque representa el espíritu más noble en el ejercicio de la política".

Y mirando al futuro, considera que para afrontar una época de grandes cambios y transformaciones es preciso que las nuevas generaciones de españoles cuenten con un "marco democrático —como el que representa la Constitución— que les permita convivir y prosperar en libertad, y necesitan recibir una España cohesionada y unida en la que puedan desenvolver sus vidas y proyectar sus ilusiones".

El Rey, acompañado por la reina Letizia y la Princesa Leonor, ha pronunciado estas palabras durante la sesión solemne de apertura de la XV legislatura, una vez investido Pedro Sánchez presidente del Gobierno y nombrado a su nuevo ejecutivo. Ello no impide, a pesar de la proximidad de las fechas, que el próximo miércoles, 6 de diciembre, se celebre también en la Cámara Baja el Día de la Constitución.

Plantón de los socios de Sánchez

Como viene siendo habitual, los socios parlamentarios de Sánchez no sólo han decidido no acudir a este acto institucional con el jefe del Estado, sino que tres de ellos -ERC. EH-Bildu y BNG- han suscrito una declaración conjunta en la que bajo el titula "No tenemos Rey. Democracia, libertad, repúblicas" afirman que la Monarquía "es una institución anacrónica, incompatible con los principios democráticos esenciales en tanto que hereditaria y vitalicia" y, en el caso de España, "ese carácter antidemocrático se ve acentuado por el hecho de haber sido impuesta por el dictador Franco y ser, en esa medida, una herencia del franquismo".

Y tras otro rosario de descalificaciones al modelo de monarquía parlamentaria que consagra la Constitución, dicen reafirmarse en "nuestra voluntad de continuar trabajando para hacer efectivo, más temprano que tarde, el ideal de democracia, libertad y repúblicas", así, en plural.