El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, ha comparecido este miércoles en el Parlamento Europeo para hacer balance de la presidencia española de la Unión, marcada por la convocatoria electoral del 23-J, la búsqueda de alianzas para asegurarse la investidura y la formación de Gobierno. Se trataba de una presencia inusual pues debiera haber acudido a Estrasburgo en julio para marcar los objetivos de dicha presidencia y no al término de la misma.

Ha sido el presidente del PPE, Manfred Weber el que ha roto el hielo de los reproches. El alemán de la CDU ha asumido como propios los argumentos de Alberto Núñez Feijóo contra las cesiones al independentismo y anunciado la posibilidad de constituir una comisión de investigación en la Eurocámara por los ataques a la Justicia que ayer protagonizó la portavoz de Junts en el Congreso, Miriam Nogueras.

"Ha hablado de democracia y un principio básico es decir la verdad", ha señalado Weber para recriminarle que "no puede prometer que no va a dar la amnistía, que no es constitucional, para luego aplaudirla".

Tras hacer mención al debate de ayer en el Congreso de toma en consideración de la ley de amnistía, ha criticado las alusiones que desde la tribuna parlamentaria se lanzaron sobre la existencia de "lawfare" en España y las menciones de Nogueras a una serie de jueces son nombres y apellidos lo que, a su juicio, "va contra la separación de poderes". "Si esto se aprueba hará falta una comisión de investigación en el Parlamento Europeo para estudiar muy de cerca lo que pasa en España", ha aludido respecto al objeto final de las tres comisiones pactadas con ERC, Bildu y Junts, y ya aprobadas en el Congreso de los Diputados, sobre la "policía política", el espionaje de Pegasus y los atentados en Barcelona de 2017.

Sánchez replica a Weber que las derechas tradicionales son culpables del avance de la ultraderecha como en el siglo pasado

En su segunda intervención Sánchez se ha revuelto contra la derecha europea calificando de "erróneas y maliciosas" las afirmaciones que dudan sobre la calidad democrática de España. Entre aplausos y pitos ha afirmado que lo que amenaza la democracia "es el avance de la ultraderecha y la irresponsabilidad de las derechas tradicionales que le están abriendo las puertas". "Ese tándem reaccionario debilita el proyecto europeo", ha agregado para, dirigiéndose directamente a Weber, espetarle si "es consciente de todo ello y se siente cómodo siendo cómplice de esta amenaza". "Si realmente quisiera ayudar mi recomendación es que conozca antes nuestro país y no se limite a las proclamas infundadas del PP".

A continuación ha lanzado un rosario de interrogantes. "¿Sabe quienes son los aliados del PP en España, lo que piensa Vox y cómo define a la UE? ¿Está a favor de sus declaraciones antieuropeistas, de ilegalizar partidos? ¿Qué sabe de las políticas que despliega Vox con el PP, que rebajan impuestos a la grandes fortunas mientras recortan derechos y cuestionan la violencia de género y las renovables, que ponen calles a personas insignes con la dictadura franquista? ¿Devolvería a las calles de Berlín el nombre de los líderes del III Reich? Les invito a no confundirse de adversario. Cometieron ese error en el pasado y Europa lo pagó muy caro" en alusión al auge del nazismo y del fascismo en los años treinta del siglo pasado.

Ha defendido la salud democrática de España y alegado que, "si no ocupamos una posición mejor" en los rankings "es porque hay un caso claro de lawfare viendo como el PP lleva cinco años secuestrado la renovación del CGPJ" volviendo a asumir un término propio de los populismos latinoamericanos y del indepdentismo.