La familia popular europea, en la que se inserta el PP, no tiene intención de olvidarse de la Ley de Amnistía que los socialistas han firmado para dar satisfacción al prófugo de la Justicia Carles Puigdemont. Justo un día después de que el Congreso de los Diputados tome en consideración la proposición de ley así como su tramitación por la vía de urgencia, el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, acudirá al pleno del Parlamento Europeo para dar cuenta del semestre de la presidencia española de la UE, que ha pasado con más pena que gloria.

Será el próximo miércoles 13, en una sesión parlamentaria casi exprés -dado que tiene un tiempo de duración estimada de hora y media- donde los intervinientes del PPE le volverán a reprochar una ley por la que se perdonará a los independentistas delitos graves contra la democracia, de malversación de fondos públicos y hasta de terrorismo. Pero no sólo, porque la idea, según explican fuentes del PPE a El Independiente, es suscitar también la cuestión del verificador internacional y las reuniones ginebrinas en la organización Henri Dunant entre PSOE y Junts, como si se tratara de dos países en conflicto.

Es previsible que el prófugo Carles Puigdemont asista al pleno y tome la palabra

En el hemiciclo se sentará el propio Carles Puigdemont, del que no se sabe si tomará la palabra o delegará en el otro fugado, Toni Comin. Si decide intervenir, será interesante ver en que términos se dirige al presidente del Gobierno cuya investidura ha apoyado a cambio de obtener algunas de sus principales reivindicaciones, como la amnistía o el compromiso de "negociar, no dialogar", sobre un referéndum de autodeterminación. Hasta ahora, los socialistas han conseguido evitar la foto de Sánchez con Puigdemont.

La sesión, en todo caso, será muy rápida, quizá acorde con una presidencia de turno del Consejo Europeo que ha pasado desapercibida inmersa como ha Estado España y sus ministros en la campaña electoral del 23-J, en las posteriores negociaciones para superar la investidura y en la formación de Gobierno. Lo que se vendió como una gran oportunidad para marcar la agenda europea, en la que es la última presidencia completa antes de las elecciones a la Eurocámara del 9 de junio, quedó prácticamente en nada. De hecho, el jefe del Ejecutivo llegó a aplazar su comparecencia en el mes de julio ante ese mismo pleno donde debería haber explicado las prioridades de la presidencia española.

20 minutos para resumir sus logros

Sánchez deberá resumir en 20 minutos los logros de este semestre que toca casi a su fin. Posteriormente será la Comisión la que tome la palabra, muy probablemente su presidenta, Úrsula Von der Layen, por espacio de 15 minutos. Los populares europeos, como grupo mayoritario, deberán desplegar toda su argumentación en 10 y el resto de los grupos, contarán con aún menos. Parece que Moncloa quería un formato aún más breve.

En total, hora y media de debate. De las 10,30 a las 12. Una presencia fugaz en Estrasburgo (Francia) en la que aún así deberá escuchar los reproches del presidente del PPE, Manfred Weber, total y absolutamente alienado con la posición de Alberto Núñez Feijóo. También tomará la palabra la portavoz del PP en la Eurocámara, Dolors Montserrat, y algún otro miembro de la familia popular.

Será la segunda vez que los eurodiputados oirán hablar de la ley de Amnistía del Gobierno de Sánchez. Ya lo hicieron en el pleno que forzaron los populares el pasado 22 de noviembre. Para entonces no se había producido ninguna reunión en Ginebra, calificada por el PP de "humillación para la democracia española".

Sin actos contra la amnistía hasta 2024

Por otro lado, los populares han desistido de intentar llevar a Estrasburgo, coincidiendo con la presencia de Sánchez, a una representación de las organizaciones que convocaron la gran manifestación en Madrid del 18 de noviembre en contra de la amnistía. Los problemas han sido de intendencia en una ciudad que atrae a miles de turistas en época navideña. De momento, en Génova no tienen intención de organizar ningún otro acto de protesta tras el celebrado el día 3 en el Templo de Debod, muy cerca de la sede federal del PSE en la calle Ferraz, aunque ya han expresado su determinación de no dejar de movilizar a los suyos. Eso sí, volverán a suscitar este asunto en el primer pleno de control al Gobierno en el Congreso el próximo día 20.