Negociación absolutamente al límite con Junts. Agónica. El superpleno del Congreso de este miércoles, 10 de enero, celebrado en el palacio del Senado, está en marcha desde las nueve de la mañana y el Gobierno sigue sin tener los apoyos para la convalidación de sus tres primeros reales decretos leyes. El Ejecutivo insiste en que seguirá trabajando "hasta el último minuto" para lograr los respaldos necesarios —es decir, para convencer a los posconvergentes— y no cesa en su advertencia a los grupos que se oponen a los tres textos que lo que está en el aire son medidas que afectan a millones de ciudadanos. "Si ustedes fallan hoy, mañana sube la factura de la luz, su pensión baja", avisó el ministro de Presidencia y Justicia y hombre fuerte de Pedro Sánchez en el Ejecutivo, Félix Bolaños.

"Si quieren los votos de Junts tiene que ganar Cataluña", le respondió la portavoz de Junts, Míriam Nogueras, confirmando así que la formación de Carles Puigdemont sigue en el no a los tres decretos del Gobierno. Nogueras rechazó las recriminaciones de Bolaños, argumentado que "siempre" han "sido claros" sobre la dinámica de la relación Junts-PSOE. "No veníamos con la estabilidad comprometida", apuntó. "No les podemos acompañar en este error", que atribuyó por entero al Gobierno.

La independentista reprochó al Gobierno el "error" de no haber pactado previamente el contenido de esos decretos con Junts, y acusó a los socialistas de confundir "diálogo y imposición con negociación". Pese a la dureza de la portavoz, Bolaños había insistido minutos antes de la intervención de Nogueras que ambos grupos siguen negociando. "Estamos a tiempo de rectificar, rehagan el real decreto de medidas sociales sin trampas y los aprobaremos", respondió la de Junts desde la tribuna.

En manos de Junts

La suerte del superpleno de este miércoles, el resultado de este fortísimo test de estrés de la legislatura, depende de Junts. Sus siete parlamentarios tienen en su mano al Gobierno y por ahora no ceden. Aunque el tiempo se agota: a las 15 horas se cierra el plazo para que los diputados voten telemáticamente los decretos leyes. Ese es el límite. Y si los de Carles Puigdemont no viran del no a al menos una abstención, los tres textos quedarán derogados de manera automática, por lo que entre otras cosas decaerá la prórroga parcial del paquete anticrisis y morirá el decreto ómnibus, "imprescindible" para que Bruselas libere 10.000 millones de fondos europeos.

Están aquí para hacer el bien a quienes les votaron y no para perjudicarles con politiquerías que nadie entiende. Hagamos política útil", reclama el ministro a los grupos

Bolaños fue el primer miembro del Gobierno que subió a la tribuna de oradores del Senado —el Congreso está en obras, por eso esta sesión se celebra de manera extraordinaria en el hemiciclo de la Cámara alta— para defender el primer decreto ley, el ómnibus, el que aborda la digitalización y la eficiencia procesal de la Justicia y del que dependen los 10.000 millones de fondos europeos. Pero en realidad hizo una defensa global de los tres textos, con un llamamiento casi a la desesperada de los grupos.

"No votamos solo unos decretos —alertó el titular de Presidencia y Justicia—. Hoy los ciudadanos podrán comprobar si los representantes que eligieron el 23 de julio en las urnas están aquí para facilitarles la vida o para dañarles si con ello creen que también dañan al Gobierno. Cada persona que nos está viendo o escuchando se está jugando mucho en esta votación y espera mucho de ustedes. Sabe que si ustedes hoy fallan, señorías, mañana sube la factura de la luz, su pensión mañana baja, deja de acceder gratuitamente al transporte público y tiene que gastar más en el supermercado para llenar el frigorífico [...]. Están aquí para hacer el bien a quienes les votaron y no para perjudicarles con politiquerías que nadie entiende. Hagamos política útil, política que mejora la vida de los ciudadanos y de las familias".

El ministro no se refirió en su discurso explícitamente a Junts, no hizo más guiños. Los posconvergentes rehusaron utilizar su turno para explicar su posición. Lo harán al final, cuando se esté debatiendo el último decreto ley, el de la extensión parcial del paquete anticrisis. Una muestra, otra más, de que la negociación in extremis sigue paralela al pleno. Los de Puigdemont exigen que se incentive fiscalmente a las empresas para que vuelvan a Cataluña y se sancione a las que no lo hagan. Los socialistas entienden que multar a las compañías que no retornen podría dañar la "seguridad jurídica".

Llamada de Simancas a Podemos

A Bolaños le siguió, en la tribuna de oradores, Yolanda Díaz, para exponer el segundo de los decretos, el de la reforma del subsidio de desempleo, también exigida por Bruselas, y que cuenta no solo, por ahora, con la oposición de Junts sino también de Podemos, porque entiende que recorta las pensiones para los mayores de 52 años. El Gobierno se ha afanado más en el diálogo con los posconvergentes, porque interpreta que si logra su giro entonces los morados no se atreverán a dejar caer el texto impulsado por la vicepresidenta segunda y líder de Sumar. Pero la dirección de Ione Belarra también se muestra inflexible e insiste en que no puede asumir un "recorte" claro. En la tarde del martes, contaban en la cúpula morada, hubo una llamada entre el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafa Simancas, y la responsable de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, para "pedir el voto sí, sin ofrecer nada a cambio", sin garantizar que se modifica ese punto del decreto de Díaz. Verstrynge mantuvo el no de sus cinco diputados.

El Ejecutivo no anticipa cuál será su 'plan b' en caso de que los decretos sean tumbados. Incide en que está buscando los apoyos necesarios

Cerca de las 11 de la manaña, mientras el pleno continuaba, Bolaños confirmó a los periodistas que la negociación seguía y añadió más presión a los grupos: "Hoy va a ser un día intenso. Seguimos trabajando. Los ciudadanos, las familias, las empresas, se juegan mucho, porque nos jugamos si la factura de la luz baja o sube. Nos jugamos si suben las pensiones o se congelan. Nos jugamos si el transporte público sigue siendo gratuito o no lo es. Y nos jugamos 10.000 millones de euros para seguir transformando nuestro tejido productivo. Por tanto, yo le pido a las fuerzas políticas que actúen con altura de miras, que apoyen los decretos y que, por tanto, beneficien a la gente. Porque nadie entendería politiquerías que son incomprensibles para perjudicar a los ciudadanos creyendo que perjudican también al Gobierno".

El ministro no quiso anticipar cuál será el plan b del Ejecutivo en caso de que los tres decretos sean tumbados. "El plan del Gobierno es mejorar la vida de los ciudadanos y es que hoy las fuerzas políticas apoyen los decretos", se limitó a contestar. Su compañera María Jesús Montero, todopoderosa número dos del Gabinete y del PSOE, insistía en la idea de que seguirán trabajando "hasta el último minuto".

Ambos salieron del pleno y se dirigieron a una sala del Senado. A una reunión, dijeron, sin dar más detalles. Queda mañana, es cierto, pero los minutos se van agotando y a estas alturas está claro que Junts quiere conducir al abismo a Sánchez. Bien para ayudarle en el último momento o bien para darle un recado, lanzarle una severa advertencia. Los socialistas siguen convencidos de que vencerán sus resistencias.

Solo queda Junts. Y resolver el choque con Podemos. Porque el resto de socios de Sánchez y Díaz sí darán su apoyo a los tres decretos: ERC, Bildu, PNV y BNG y Coalición Canaria. Todo está, pues, en manos de Puigdemont.