Junts ha paralizado la tramitación de la proposición de ley de amnistía al considerar que con la redacción actual la figura de Carles Puigdemont no quedaría cubierta por los delitos de terrorismo y traición por las distintas causas abiertas por el procés la ley entraría en una nueva fase. Como manifestó su oposición es con su no a la votación final, la de conjunto, la que la Constitución exige a las iniciativas de rango orgánico.

Esta situación no tiene precedentes en la historia del Congreso. Al menos, no lo recuerdan los letrados de la Cámara baja, según indicaban a este diario fuentes parlamentarias. Al no recabar la mayoría absoluta necesaria (176), dado su carácter orgánico, la proposición de ley, como prescribe el artículo 131.2 del reglamento del Congreso, vuelve a la comisión, para que en el plazo de un mes (como máximo) elabore un nuevo texto.

¿Qué pasa ahora con la ley de amnistía?

¿Qué quiere decir esto? Que la proposición vuelve al punto en el que estaba la semana pasada. El dictamen regresa a la Comisión de Justicia tal y como salió aprobado el pasado 23 de enero. Esto es, las enmiendas transaccionales que se aprobaron primero en el paso previo (en la ponencia) y luego el martes pasado en la Comisión de Justicia se mantienen y no habría que aprobarlas de nuevo.

Lo que sí podrían hacer los grupos es redactar nuevas enmiendas transaccionales. Esto es, que el PSOE ofreciese nuevas transaccionales a Junts para satisfacer sus exigencias de una “amnistía integral” y no “selectiva”. En este caso, si la Comisión lo aprueba, habría un nuevo dictamen. El plazo máximo que tiene el órgano es de un mes, pero podría acortarse. De hecho, los letrados del Congreso decidirán en las próximas horas si el tiempo es de un mes o justo de la mitad, de 15 días, porque esta proposición se tramitó por el procedimiento de urgencia, que acorta todos los tiempos a la mitad. Que no se recuerden precedentes no ayuda a tener claro todo el itinerario.

El siguiente paso de ese dictamen, como a continuación indica el artículo 131.3 del reglamento del Congreso, sería volver al pleno donde se produciría una votación de totalidad. No se votan enmiendas particulares, sino el texto conjunto. O sí o no. Si se aprueba, va al Senado para que continúe allí la tramitación. Si no, la ley de amnistía decae.

Pasado el pleno de este martes, el siguiente paso será que el presidente de la Comisión de Justicia, el socialista Paco Lucas, convoque a los integrantes del órgano para agendar un calendario de tramitación. Y entonces deberá saberse si el PSOE está o no dispuesto a reabrir el texto de la amnistía. Y si Junts, a la segunda, cede o sigue sin transigir.