El presidente de la Generalitat, Pere Aragonés, ha pedido a Junts y al Gobierno una "reflexión y responsabilidad" y les ha advertido de las consecuencias de no llegar a un acuerdo en torno a la ley de amnistía. En un tono mucho más mesurado que el utilizado horas antes por Oriol Junqueras y Marta Rovira, números uno y dos de ERC, Aragonès ha apuntado que "no la deberíamos poner en riesgo". Lo ha hecho desde Bruselas, donde Aragonès protagonizará hoy junto al lehendakari Iñigo Urkullu y el presidente del gobierno regional de Córcega, Gilles Simeoni, la Conferencia del Caucus por la autodeterminación.

Con los lazos prácticamente rotos con sus ex socios de Junts, desde Esquerra y el Govern ven con extrema preocupación las últimas decisiones de los de Carles Puigdemont, que han devuelto a la Comisión de justicia del Congreso la ley de amnistía. En este contexto, Aragonès ha evitado cargar las tintas exclusivamente contra Junts y ha apuntado también al Gobierno a la hora de pedir responsabilidad, aunque lo ha hecho apelando a todos los futuros beneficiarios del perdón.

Así, Aragonès ha asegurado que en Cataluña hay "1.200 personas" pendientes de esta norma -el Gobierno cifra en 392 los eventuales beneficiarios de la amnistía- "y la necesitamos para acabar con su dolor". En las filas independentistas empieza a instalarse el temor de que el empeño por amparar a Puigdemont en la amnistía pese a los avances en la instrucción sobre Tsunami Democràtic -que incluye la sospecha de delitos de terrorismo- y Voloh -que podría implicar delitos de alta traición- acabe dando al traste con el ansiado perdón para todos los cuadros medios de la Generalitat, los partidos y entidades implicados en el 1-O que siguen pendientes de juicio.

Los otros amnistiados

"La amnistía tiene que cerrar centenares de causas, si yo me quedo fuera no será porque la ley no sea robusta" advertía anoche Marta Rovira en una entrevista en TV3. La secretaria general de Esquerra, imputada también en la causa de Tsunami, advirtió además que "la ley no puede perseguir causas futuras" en clara referencia en la pretensión de Junts de "blindar" cualquier nueva imputación de la Audiencia Nacional contra Puigdemont.

En este contexto, Aragonès ha subrayado que existe una "oportunidad histórica" para lograr avances en "el conflicto de soberanía entre Cataluña y España" y de ello puede depender de la continuidad de la legislatura. Para ello, ha señalado, la aprobación de la ley de amnistía es esencial: "Por eso espero que todos nos podamos sumar a esta oportunidad histórica".

Sin contactos con Puigdemont

Aragonés ha reconocido que no ha hablado con Puigdemont tras el rechazo de Junts a la ley de amnistía. Tampoco lo hecho el lehendakari Urkullu, de visita desde el lunes en Bruselas. Urkullu, que tuvo un relevante papel de mediador entre la Generalitat y el Gobierno en octubre de 2017 ha apuntado que no tiene previsto verse con Puigdemont.

El lehendakari ha calificado de preocupante lo sucedido ayer en el Congreso. Ha recordado que la estabilidad y la gobernabilidad han quedado dañadas y que si bien la continuidad de la legislatura no está necesariamente dañada "pero es algo que me preocupa".

Urkullu se ha dirigido a Junts para recordarle que ni siquiera bastará con aprobar una ley en la Cámara Baja si esta una norma no supera posteriormente los filtros del Tribunal Constitucional y del la Justicia de la Unión Europea. En este contexto, ha recordado que él ya reclamó una negociación en esta cuestión que fuera más allá del mero respaldo de una elección de investidura.