La información publicada la noche del sábado por El Independiente y otros medios de comunicación respecto a que el PP no se cerraría a indultar al líder de Junts, Carles Puigdemont, siempre y cuando cumpliera una serie de condiciones leoninas para el máximo cabecilla de los acontecimientos ilegales del procés, ha abierto la caja de los truenos. Y lo ha hecho hasta el punto de que Génova tocó ayer a rebato de toda su organización para que difundieran unas declaraciones de su jefe de filas, Alberto Núñez Feijóo, matizando esas informaciones.

"Voy a ser muy claro y voy a ser lo suficientemente contundente", arrancó el líder del PP desde Ferrol en un mensaje multiplicado en las redes por el grueso de los dirigentes populares y sus organizaciones territoriales. "Dije que no y sigo diciendo que no a cualquier amnistía por dos razones: la primera porque es ilegal, inconstitucional y rompe el principio de igualdad. Dije y digo que no a cualquier tipo de indulto porque no se da ninguna de las condiciones para un posible indulto. Y dije sí, y vuelvo a decir que sí a la investigación de la justicia tanto por cualquier acto presunto de terrorismo o por cualquier conexión presunta entre el independentismo y el régimen de Putin".

En la recta final de la campaña gallega

Lo cierto es que las consideraciones de fuentes cercanas al presidente nacional del PP sobre el prófugo de la Justicia vienen para los populares en el peor de los momentos y han creado un gran desconcierto en el partido. Primero, porque entran en la recta final de la campaña autonómica gallega y cualquier error puede costar el diputado de la mayoría absoluta. Segundo, porque a los socialistas les viene bien, no sólo para minar las opciones del imbatible adversario en esta Comunidad, sino porque están ávidos de poder justificar sus cesiones al huido de Waterloo bajo el argumento de que Feijóo no hubiera hecho cosa diferente de tener en su mano la investidura. Y, tercero, porque puede impulsar la campaña y las posibilidades de Vox en un territorio donde no está ni se le esperaba.

Hacia ahí apuntó el líder del PP al señalar que "sé perfectamente que hay partidos del Gobierno que quiere embarrar la campaña y que lo hacen siempre", recordando las autonómicas madrileñas de 2021, en la que candidatos como Pablo Iglesias recibieron un sobre con una bala -caso no resuelto- o la entonces ministra Reyes Maroto, una navaja, que le remitió, según se supo después, una persona con esquizofrenia.

Y prosiguió Feijóo: "Quiero decirles a todos los españoles que tenemos muy claro lo que defendemos: la igualdad y la legalidad. Y no albergamos ninguna duda en lo que tenemos que hacer. Si el independentismo quiere amnistía ya tiene al señor Sánchez para que se la dé, yo no. Conmigo el independentismo no puede contar para cualquier tipo de indulto porque no se da ninguna condición, ninguna, para esa posibilidad".

Un hipotético indulto bajo condiciones leoninas

Lo verdad es que Feijóo no desmentía en esencia la información que dieron la noche del sábado distintos medios de toda la órbita ideológica. El Independiente explicó que para beneficiarse de un hipotético indulto Puigdemont debía volver a España, comparecer ante el Tribunal Supremo y ser juzgado para, después, aceptar la legalidad y la Constitución y pedir él, en persona, la medida de gracia. En fin, un rosario de exigencias inaceptables para el líder de Junts, al que tampoco se le propuso esa salida en las conversaciones que ambos partidos mantuvieron el pasado verano.

Aún así, la estrategia de la mayoría de los dirigentes populares fue la de apuntar a una especie de conspiración de algunos medios de comunicación en connivencia con el PSOE, independientemente de que los socialistas intenten sacar réditos de la polémica. A esta cuestión han aludido ministros, miembros del gabinete de Pedro Sánchez, diputados y el siempre omnipresente José Luis Rodríguez Zapatero. Ha sido el caso de María Jesús Montero, Óscar Puente, Pilar Alegría, Óscar López, Miquel Iceta, Salvador Illa o José Luis Ábalos.

Movilización general del PP

En Vox lo han hecho, entre otros, su líder, Santiago Abascal, acusando de "estafa" a Feijóo. "Estudiaron durante 24 horas la ley de amnistía; a nosotros no nos habría durado ni un segundo", escribió en Twitter.

En la contrapartida se manifestaron ayer, vía redes y también por cruces de mensajes, los populares Cuca Gamarra, Miguel Tellado, Carmen Fúnez, Rafa Hernando, Juan Bravo, Fernando López Miras, María Jesús Moro, el PP de Andalucía, de Madrid, de Castilla-La Mancha, de Aragón, Nuevas Generaciones... en definitiva, la totalidad de la ejecutiva popular y sus organizaciones territoriales. "Lo ha aclarado en sus declaraciones, así que a otra cosa", afirman desde uno de los territorios, ansiosos por cerrar esta polémica.

Los populares son conscientes del daño que puede hacer a sus intereses electorales, con el telón de fondo de la misiva que Puigdemont remitió el pasado jueves a la totalidad de los eurodiputados, justo el día en que el Parlamento Europeo pedía, casi por unanimidad, se investiguen los vínculos del procés con la Rusia de Putin. El "vecino" de Waterloo afirmaba en esa carta en catalán e inglés que, de haber dado su apoyo a Feijóo, no le acusarían de terrorista. "Todo se sabrá", dijo muy crípticamente.