El desmantelamiento en septiembre de 2022 de la unidad de élite de la Guardia Civil para luchar contra el narcotráfico en Andalucía, OCON-Sur, ha tenido consecuencias directas. Tras la eliminación del equipo, de unos 150 agentes especializados en la zona, la incautación de droga ha caído un 10%. "El hachís vale ahora la mitad", señala un agente de la Benemérita que trabajó en ese equipo.

El viernes pasado, el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, acudió al Campo de Gibraltar. Sacó pecho de los resultados del Plan Especial de Seguridad para la zona y anunció que se alargará dos años más. "España es un país seguro y el Campo de Gibraltar es un lugar todavía más seguro", dijo el ministro. Horas más tarde, una narcolancha arollaba una zodiac de la Guardia Civil asesinando a dos agentes.

Según los datos del Ministerio, a 31 de diciembre de 2023 se habían incautado 1.668 toneladas de droga y se ha detenido a 19.907 personas desde que empezó el plan. En el último año la cantidad de droga aprehensada ha sido de algo más de 308 toneladas. Esto evidencia que, de media, en los cuatro años anteriores se pillaron 339,7 toneladas por ejercicio, un 10% más que en 2023.

La diferencia entre los cuatro primeros años y el pasado es la eliminación del Organismo de Coordinación de Operaciones contra el Narcotráfico, OCON-Sur. Este equipo de élite nació a mediados de 2018. Estaba compuesto por 150 agentes que se conocían cada rincon de la costa gaditana, cada clan que operaba y a cada uno de los compinches que, de una u otra manera, les daban cobertura.

"Menor presión policial"

Tras el asesinato de los dos agentes de la Guardia Civil, Marlaska ha insistido en varias ocasiones en que se ha dotado a la provincia de Cádiz de los medios humanos y técnicos suficientes en estos últimos años. Sin embargo, la Fiscalía Antidroga no lo ve del mismo modo. En su Memoria del 2022, señala que ese año se incautó "casi la mitad" de hachís que los 12 meses anteriores. La fiscal delegada para Andalucía señaló que el motivo se debió "a una menor presión policial y a la desaparición del grupo operativo OCON Sur que se produjo sorpresivamente y sin comunicación previa a la Fiscalía de Andalucía ni a la Fiscalía Especial, ni a los órganos judiciales". 

El OCON era la gran apuesta de Marlaska. Luchar contra el narcotráfico en el Campo de Gibraltar primero, y luego en toda la costa andaluza, fue una de sus grandes compromisos nada más llegar al Ministerio, y la primera que cumplió crando este equipo. Este equipo detuvo a varios de los grandes capos de la zona, como el clan de Los Castañas. Gracias a su trabajo se celebró el macrojuicio más importante por narcotráfico de la zona, con sentencias de años de cárcel para los cabecillas. Otros jefes han tenido que huir y se refugian en Marruecos, como Kiko el Fuerte o el Messi del hachís.

La caída en desgracia de los señores de la droga han cambiado el planteamiento de los grupos criminales. Aunque siguen mandando en la sombra o en el extranjero, sus números dos han asumido los galones. Los clanes se han atomizado, compartiendo equipos y trabajando como una cooperativa. "Es lo más parecido a un cártel mexicano", señala un antiguo integrante del OCON. La Línea de la Concepción ha llegado a ser conocida como la pequeña Medellín.

Más droga, más coca

Con la desaparición del OCON, el hachís ha vuelto a llenar la costa gaditana y, por extensión, España. "Vale la mitad que cuando estábamos nosotros". Los narcos, además, han empezado a introducir cocaína en sus gomas. Los cárteles de Sudamérica los llevan hasta Marruecos, donde pueden cambiarla por dinero o por chocolate, muy preciado al otro lado del Atlántico. Los mandos policiales señalan que "hay más coca que nunca", lo que hace que los clanes del sur se vuelvan más violentos.

Los éxitos del OCON no fueron bien vistos en todos los despachos de la Guardia Civil. Demasiados éxitos para un grupo liderado por un comandante, ahora teniente coronel. Este uniformado era David Oliva, un agente de Algeciras que conocía a todos los narcos porque "se ha criado con ellos". Su lema era "trabajo, trabajo, trabajo", con cornadas que lelgaban "a las 15 horas". Los distintos grupos trabajaban con grupos de WhatsApp independientes. En ellos iban volcando todos los datos de cada una de las operaciones, y los cruzaban cuando hacían una nueva para unir los puntos del delito en el Estrecho. "Si dejaba el móvil una hora tenía 600 mensajes, imagínate él que estaba en todos", señala un agente que estuvo a sus órdenes.

Aquellas jornadas maratonianas llevaban acompañado un plus que rondaba los 18.000 euros anuales para cada guardia. También fondos millonarios por parte del Ministerio del Interior, aunque no siempre daba para todo. "Tuvimos que comprar de nuestro bolsillo balizas respaldadas con autorización judicial o drones".

Imputación de Oliva

El final del OCON llegó en septiembre de 2022, y con ellos la vuelta de la impunidad del narco. Varios capos abrieron botellas de champán cuando se enteraron de la noticia. Desde Interior se señaló que aquel grupo tenía carácter temporal y que los agentes debían volver a sus respectivas unidades por motivos de reestructuración. La Fiscalía señala que ese reajuste de efectivos se produjo paulatinamente y a finales de año (2022) aún no había finalizado el proceso.

Hay muchas dudas sobre el motivo por el que Marlaska cerró el equipo que tantas alegrías le dio en el Campo de Gibraltar. El portavoz de Jucil, Agustín Leal, deslizó esta semana en una entrevista que Marruecos podía estar en medio: "Hay que ver quién se beneficia del hachís y a quién perjudicaba que el OCON frustrase su negocio de drogas". Otras fuentes señalan que el ministro tenía conocimiento de una operación en la que Oliva acabó imputado.

La investigación al teniente coronel nace de otra a un clan de la droga, el de Los Ariza. Se le investiga por un presunto delito de revelación de secreto por pedir a un teniente que llegó a su equipo desde Asuntos Internos información sobre si en esa unidad, que investiga a los agentes de la Guardia Civil, tenían algo contra él o alguno de sus hombres.

Todo empezó por una pelea entre el citado teniente y otro oficial de su mismo rango, el cual tenía relación con uno de los miembros de Los Ariza. Uno recriminaba al otro "ser un narco" y el otro al uno ser un chivato enviado desde Madrid para espiarles. Es cuando Oliva pidió al nuevo agente pruebas de su acusación y este le entregó un pendrive con algunos datos, según la investigación. El problema es que no había revelación de secretos alguna, pues el jefe del OCON ya sabía de la amistad de su guardia con uno de los narcos.

La causa se ha ido desinflando poco a poco. El pasado 21 de abril la Fiscalía Antidroga solicitó que el juez archivara la causa principal por narcotráfico, tal y como avanzó este medio. 

El 4 de mayo el magistrado Abascal tomó la decisión de acordar "el sobreseimiento provisional de la causa principal de este procedimiento al no haber resultado debidamente justificada la perpetración del delito que dio motivo a su formación, por lo que ha desaparecido el nexo de conexidad que, para la investigación de esta pieza, determinaba la Audiencia Nacional". Es decir, el juez decidió enviar también el asunto que afecta a los guardias civiles a un Juzgado de Valdemoro (cuyo partido judicial corresponde al Juzgado decano de Parla).