"Son muchos los interrogantes". Los guardias civiles dudan de la necesidad e idoneidad de enviar una pequeña zodiac a luchar contra una narcolancha que le doblaba en tamaño y la superaba ampliamente en velocidad. El operativo en el que "asesinaron" a dos agentes en Barbate, Cádiz, mientras luchaban contra el narco siembra dudas entre sus compañeros.

La narcolancha que acabó con la vida de dos guardias civiles llevaba varios días en el puerto del municipio gaditano. Estas embarcaciones ilegales suelen esperar en alta mar antes de una operación, pero la impunidad con la que se mueven los narcos les permite buscar cobijo en cualquier punto de la costa del Estrecho. Pero también el conocimiento de que la Guardia Civil poco puede hacer cuando se los encuentran en este sitio de localizaciones.

La falta de medios es una constante en los últimos años en la zona. Los delincuentes siempre van varios pasos por delante de los agentes, en tecnología y en número de efectivos. "No se puede montar un servicio sin los medios adecuados", señala un mando de la Benemérita.

La duda es si era necesario en ese momento, con las patrulleras fuera de servicio, mandar a un submarinista desde Algeciras (en Cádiz no hay equipo) y a un miembro del GAR en una barca pequeña, de unos seis metros, a identificar a unos narcos que en los últimos días habían fondeado en un puerto sin que surgiese esa premura.

Por el momento hay ocho personas detenidas. Seis eran tripulantes de la narcolancha, la cual se encontró a la deriva en alta mar. Entre ellos está el piloto, una pieza de alto valor para los clanes de la droga. "Son expertos, muy preparados", apunta una fuente. Además la Guardia Civil detuvo a dos personas que iban a recoger a los navegantes en tierra, en Sotogrande.

Marlaska señalado

El ministro del Interior, Fernando Grande- Marlaska, acudió este sábado a Cádiz, donde mantuvo una reunion con el coronel jefe de la zona, así como con el director de la Guardia Civil, el de la policía, y el subdelegado del Gobierno en la provincia. Prometió que no habrá "impunidad" por las muertes de los dos agentes y que "no vamos a permitir más asesinatos". El titular de Interior asistió a la capilla ardiente del submarinista y este sábado hará lo propio en Pamplona en la del miembro del GAR.

Las asociaciones de la Guardia Civil, las organizaciones que luchan por los derechos laborales de los agentes, se han unido en un mismo llanto que grita la dimisión de Marlaska. Jucil, la asociación mayoritaria, ha pedido la dimisión inmediata del ministro.

El pasado 1 de febrero esta asociación volvió a reclamar más medios para el Campo de Gibraltar y la declaración de Zona de Especial Singularidad. "Los vídeos publicados hacen aún más terrible lo ocurrido, con personas jaleando a los asesinos y riéndose de los guardias civiles que con sus pobres medios han muerto cuando intentaban cumplir con su deber: evitar el narcotráfico" ha añadido el secretario general, Ernesto Vilariño.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) se ha posicionado en el mismo sentido por "el abandono y la pésima gestión" de la seguridad ciudadana en el Campo de Gibraltar. "Sus declaraciones al finalizar ayer mismo la reunión sobre el denominado Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar fueron: 'El Campo de Gibraltar es un lugar más seguro'. Marlaska no puede seguir al frente de Interior por más tiempo".

Desde Independientes de la Guardia Civil (IGC) ven una "necesidad urgente" que se articulen de forma inminente los mecanismos necesarios para que guardias civiles y policías nacionales sean reconocidos como "profesión de riesgo", además de una mayor dotación de recursos materiales adecuados para combatir de forma específica a la tipología delictiva del campo de Gibraltar y un aumento considerable de agentes en la zona.

Barbate llora a los guardias civiles

La última que murieron dos agentes del Insittuto Armado de manera violenta fue en 2009. La banda terrorista ETA acabó con la vida de Diego Salvá y Carlos Sáenz en Palma. Fueron las últimas víctimas de la organización en España. Los dos guardias civiles asesinados por narcotraficantes en la noche de este viernes en Barbate tienen nombre, rostro y familia. David y Miguel Ángel estaban destinados en la zona para luchar contra la lacra que azota a Cádiz desde hace décadas.

El primero de ellos, David Pérez Carracedo, era agente del Grupo de Acción Rápida de la Benemérita. Tenía 43 años y era natural de Barcelona. Estaba casado y deja dos críos huérfanos. Ingresó en la Academia de Baeza en 2008. Realizó sus prácticas como guardia civil en el Puesto de Torrevieja y después pasó destinado como profesional al Puesto de Arta en Baleares.

En 2010 realizó el curso del GAR en el Centro de Adiestramientos Especiales de Logroño y en 2011 pasó destinado prestando servicio como agente del GAR los últimos 13 años. Distinguido con varias condecoraciones de la Guardia Civil

El segundo fallecido se llamaba Miguel Ángel González Gómez. Pertenecía al GEAS, el equipo de submarinistas de la Guardia Civil. Había llegado a esta unidad hace escasos años, algo que había sido su sueño desde que entro en el Cuerpo. No estaba casado, pero tenía pareja y una hija que se ha quedado sin padre. Ingresó en la Academia de Baeza en 2019.

Realizó sus prácticas como guardia civil en la Sección Fiscal del Puerto de Tarifa y después pasó destinado al Puesto de Mondejar, en Guadalajara. De allí realizó el curso del GEAS y pasó a la Unidad de Actividades Subacuáticas. En septiembre de 2023 llegó destinado al GEAS de Algeciras. Tiene condecoraciones militares de su paso por el Ejército anterior a la Guardia Civil.