El exministro José Luis Ábalos da un primer paso tras el ultimátum de su partido. Pero no es el que le pedía su partido: dimite como presidente de la Comisión de Interior del Congreso pero, por el momento, mantiene su acta de diputado. Lo que el PSOE le reclama es que renuncie a su escaño y que asuma así su "responsabilidad política" por el caso Koldo.

Pasadas las tres de la tarde, el exsecretario de Organización socialista registró su dimisión como presidente de la Comisión de Interior, según confirmaron fuentes de Ferraz. Ese era el cargo institucional al que accedió en esta legislatura y con el que fue compensado, de hecho, tras ser cesado como titular de Transportes en julio de 2021. Un cargo que le supone una mayor retribución por parte del Congreso.

Si Ábalos no deja su escaño en el Congreso, la dirección le apartaría del Grupo Socialista y tendría que pasar al Mixto

Pero Ábalos sigue, por el momento, como diputado en la Cámara baja. El gesto es significativo. Mantiene la tensión con su partido en unas horas críticas. La ejecutiva federal del PSOE acordó esta mañana, "por unanimidad", exigirle que entregue su acta, y le dio 24 horas para registrar esa baja. El exministro no lo ha hecho por ahora, aunque tiene tiempo. Hasta el martes por la mañana o, en todo caso, antes de que arranque el pleno de la Cámara baja, a las 15 horas.

La dirección entiende que Ábalos ha de hacer frente a su "responsabilidad política" por el caso Koldo, porque su exasesor Koldo García fue detenido y puesto en libertad tras pasar por el juez por el presunto cobro de comisiones ilegales por compra de material sanitario en lo peor de la pandemia.

El exministro guarda por el momento silencio sobre si dejará o no su escaño. Desde Ferraz, no obstante, ya advierten de que, si no lo hace, los siguientes pasos ya están calculados: tendría que abandonar el Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso y pasar al Mixto. En rueda de prensa en la sede federal, la portavoz, Esther Peña, insistía en que la cúpula está "convencida" de que Ábalos cumplirá el mandato de la ejecutiva y se marchará, porque "es el mejor ejemplo de la ortodoxia del partido, del puro compromiso y del puro respeto a lo que es la historia de este partido, de su militancia, de su lucha y de cada una de las instituciones" en las que está representado. Pero por ahora, el exresponsable de Transportes se resiste a dejar su acta tras no haber logrado pactar una salida con su partido.