"La persona que todos tenemos en la cabeza el día del debate de investidura puede estar en Cataluña". Esas palabras del secretario general de Junts per Catalunya, Jordi Turull, han surgido de forma inmediata a la convocatoria de elecciones del president Pere Aragonès y esa persona a la que se refiere es el líder del partido independentista, Carles Puigdemont. La cuestión es: ¿Puede o no puede presentarse a las elecciones después de llevar siete años fugado?

En primer lugar, las fuentes jurídicas consultadas indican que legalmente sí puede ser candidato a los comicios autonómicos porque no pesa sobre él ninguna condena de inhabilitación. Él está procesado por la organización del procés, pero al haberse escapado de la Justicia española en 2017 no ha sido condenado como sí lo fue por ejemplo Oriol Junqueras. Él no podrá presentarse a ningún proceso electoral hasta 2031.

No concurre, por tanto, causa de inelegibilidad en base a la Ley Orgánica del Régimen Electoral, por lo que el siguiente estadio sería si puede ser investido. La única forma de hacerlo sería de forma presencial, como sentenció el Tribunal Constitucional en 2019. Un año antes, el Parlament había modificado la Ley de la presidencia de la Generalitat y el Gobierno para hacerla a la medida del líder de Junts y que pudiera jurar desde Bruselas. El presidente del Gobierno entonces, Mariano Rajoy, interpuso un recurso de inconstitucionalidad.

El Tribunal Constitucional dejó claro que la relación entre el gobierno y la cámara legislativa debe basarse en la "confianza" y en las "facultades de control parlamentario" de forma presencial. "La actuación del gobierno, que toma decisiones colegiadas, previa deliberación y debate entre sus miembros, tampoco resulta compatible con un régimen jurídico que le puede permitir, de modo general y según su libre decisión, celebrar sus sesiones plenarias a distancia y por vía telemática, sin contacto personal entre todos o con algunos de sus miembros", refleja la sentencia consultada por El Independiente.

Si viene será detenido

Puigdemont, consciente de este extremo, ha anunciado en una comparecencia exprés desde Bruselas que estará presente en el debate de investidura catalán. Pero, lo cierto, es que si la amnistía no está en vigor para entonces el horizonte se le complica. Fuentes consultadas en el alto tribunal señalan que desde el momento que el expresident ponga un pie en España será detenido.

Lo dicen sin dudas porque sobre él pesa una orden de detención nacional que sigue en vigor y que seguirá activa hasta el día que la amnistía se publique en el Boletín Oficial del Estado. El juez instructor del procés en el alto tribunal Pablo Llarena no ha retirado en ningún momento esta petición de arresto nacional, a la vez que ha luchado en Europa para llevar a buen término otra petición de detención internacional. Esta última ha pasado por un farragoso proceso en los tribunales europeos y, por ese motivo, Puigdemont lleva años sin ser entregado a las autoridades españolas. Sin embargo, sobre la orden nacional las fuentes preguntadas no tienen dudas. Sigue activa y se le podría detener.

Si la amnistía llega antes

El reloj de arena ha empezado a correr y los tiempos no juegan a favor del líder de Junts. Previsiblemente este jueves quedará aprobada la ley de amnistía en una segunda votación después de que ese mismo partido independentista tumbara la primera. Una vez aprobada en el Congreso, comienza el periplo en el Senado donde el PP está dispuesto a dar la batalla para retrasar el asunto lo máximo posible.

En la cámara alta la ley del perdón puede dilatarse otros dos meses más, lo cual marca el calendario a mitad del mes de mayo. Y, para entonces, la norma debe volver al Congreso y que el Gobierno y los socios deshagan todos los cambios realizados por la otra cámara controlada por los de Feijóo. A partir de entonces, quedará aprobada y publicada en el BOE, lo cual se calcula para mitad de junio, y, entonces sí, la orden de detención quedaría sin efecto.

Las elecciones han sido convocadas para el próximo 12 de mayo, así que la investidura tendría que retrasarse más de un mes para que diera espacio a colocar la amnistía primero. El Estatut catalán señala que "si transcurridos dos meses desde la primera votación de investidura, ningún candidato o candidata es elegido, el Parlamento queda disuelto automáticamente y el Presidente o Presidenta de la Generalitat en funciones convoca elecciones de forma inmediata".

Una nueva orden de detención por 'Tsunami'

En el caso de que la amnistía llegara antes de la investidura, Puigdemont sí podría ser elegido candidato. La orden de detención por el procés decaería y, aunque el Supremo mantiene otro procedimiento contra él por 'Tsunami Democràtic' no hay una petición de arresto en vigor ni podrá haberla en el corto plazo.

Las fuentes consultadas en el Supremo explican que para ser procesado por un delito de terrorismo en esta nueva causa hay que solicitar un nuevo suplicatorio al Europarlamento y en este proceso se tardaría "por lo menos un año", calculan. Es otra causa y otros delitos así que la Eurocámara debe dar la venia.