Las relaciones entre socios de coalición, al menos en a lo que los grupos parlamentarios respecta, están adquiriendo cierta tirantez. La confirmación hecha por el PSOE y su portavoz este martes, Patxi López, sobre el nuevo registro en el Congreso de los Diputados de la ley para la abolición de la prostitución, una declaración de intenciones hecha a principios de marzo por Pedro Sánchez en un acto en Bilbao, no ha hecho más que reforzar las diferencias de Sumar con los socialistas. Hay que recordar que esta ley ya fue presentada el pasado mandato, que no convenció a miembros de Unidas Podemos como los comunes, y que terminó en el tintero y decayó.

Ahora, el debate sobre una cuestión "complicada" y que polariza se ha reactivado con tres escenarios electorales por delante. Algo que no gusta en Sumar, que no entiende la necesidad de hacerlo en este momento. Fuentes del partido, incluso lo califican de "vergüenza". Se considera que el objetivo de los socialistas es "sacar nuestras contradicciones", ante un clima electoral de vascas, catalanas y europeas, donde la asociación con Sumar está, bajo previsiones, descartada. En Cataluña el PSC parte a ganar y tener el apoyo de ERC; en Euskadi las opciones pasarán por el PNV de nuevo y se descarta tender la mano a EH Bildu, y en las europeas se busca obtener el mayor número posible de cargos para los grupos europeos.

"La traen al Congreso porque saben que el debate divide", aquí, al Movimiento Feminista, y en la propia sociedad. Pero "este no era el momento", señalan en conversaciones con El Independiente. Concretamente, hay diferencia de posiciones dentro del grupo parlamentario, que, en la Cámara Baja, se compone de miembros puramente del Movimiento Sumar, así como de Izquierda Unida, Más Madrid, comunes, Compromís, Chunta Aragonesista y el Mès. Es el de Catalunya en Común y Compromís, hasta el momento, los posicionamientos más claro: contrario al abolicionismo y favorable a la regulación. Así lo volvió a manifestar Aina Vidal, la portavoz adjunta de Sumar, la semana pasada en rueda de prensa parlamentaria, tras la intención manifiesta en el PSOE de recuperar la proposición de ley. Ya dentro de Unidas Podemos se negó a apoyarla y ahora apunta al mismo camino.

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No obstante, varias fuentes de Sumar, de distintos cortes de afiliación, aunque reconocen estas diferencias y "la diversidad existente", quiere sentarse a valorar la propuesta cuando llegue para, después, tomar una decisión común. "No nos van a desestabilidad con esta u otras iniciativas que puedan traer, lo hablamos todo", aseguran. El portavoz magenta, Íñigo Errejón, indicó ayer tras la Junta de Portavoces del Congreso que aún no conocían la propuesta. "No nos la han hecho llegar, pero tenemos un suelo mínimo. Estamos a favor de los derechos y los avances para las mujeres, y en ningún caso vamos a apoyar un retroceso", afirmó el portavoz. La propuesta se remitió a los medios, en todo caso, a las seis de la tarde de ayer.

Preguntado por si apuntan a orientarse hacia un voto común, como de momento parece, o la posibilidad de hacer una excepción en el reglamento del Grupo y conceder libertad de voto a conciencia, Errejón no se posicionó. "Hay que ser prudentes hasta tener el texto". También hasta que se produzca un debate", dado que esta cuestión, a diferencia de otras, "no está abordado en la ponencia política".

A debate después de Semana Santa

Sectores de Sumar indican que el modo en el que está actuando el PSOE no ha sido el adecuado. Creen que antes de soltar, lo que la semana pasada calificaban de globo sonda, lo ideal debería haber sido sentarse con su socio de gobierno, tantearlo y, una vez mostradas tus cartas, llevarlo al Congreso para iniciar los procedimientos de trámite. Frente a esta postura, fuentes del Grupo Socialista del Congreso aseguran que no hay ningún objetivo de desestabilización y que, una vez la Mesa lo califique, que podría ser el martes que viene, empezarán la ronda de conversaciones con "todos los que estén realmente comprometidos a abolir" el proxenetismo.

Sumar debe afrontar antes su primera Asamblea para convertirse en partido político de pleno, este sábado"

Sumar ha designado a un equipo de trabajo del cuál no quiere desvelar los nombres "de las compañeras para preservar su trabajo" y evitar la presión, aseguran. Pero en estos momentos, no se ha tenido ninguna discusión sobre el asunto ni se ha abordado con la dirección del grupo parlamentario. Es decir: con Yolanda Díaz, principalmente. Estiman que se procederá a ello a la vuelta del periodo vacacional y a comienzos de abril. No se descartan nombres en dicha mesa de trabajo como la propia Vidal o Águeda Micó, de Compromís.

Hay que tener en cuenta que en estos momentos los magentas están ultimando la primera Asamblea del próximo sábado, en la que el movimiento y sus alianzas se convertirán oficialmente en partido pleno. Como novedad, aunque Sumar mantendrá siete de cada diez puestos de control del grupo de coordinación, de un total de 110, esto no se replicará necesariamente a los territorios. Asimismo, se establece un límite de ocho años para los cargos públicos, aunque prorrogables a doce. Partidos como IU son críticos con un modelo que consideran poco adaptativo.

Lamentan renuncias como los presupuestos

El descontento no solo se focaliza en el seno magenta en lo que respecta a la prostitución. También se resalta que el PSOE haya dejado de lado los presupuestos de este año para trabajar ya en los del año que viene por las elecciones. A juicio de sectores de la confluencia, se cree que los socialistas desisten de fomentar leyes de gran calado en este primer año respaldándose, al menos hasta septiembre, en los tres procesos de comicios. Sobre todo, de aquellas que suponen un desembolso monetario. Y lamentan que la ausencia de cuentas afectará sobre todo al ministerio de Derechos Sociales, en lo que a sus cotas de poder respecta dentro del Consejo de Ministros.

Para una parte de Sumar, "parece que" el PSOE quiere refugiarse en las campañas y en el contrataque a Ayuso por la investigación de la Agencia Tributaria a su pareja por supuesto fraude fiscal en los ejercicios de 2020 y 2021. "No vemos capacidad de acción hasta septiembre, como mínimo", aseguran fuentes de los izquierdistas, que lamentan que los socialistas llevan leyes como la de la abolición de la prostitución para "aparentar" que no se aboga por esa paralización. "Es algo que no cuesta", asumen.

Frente al aparente rechazo de Sumar, del que el PSOE es consciente, desde el grupo indican que lo que se busca es "avanzar como país". Y, pese a todo lo que se ha dicho y se va a decir, sostienen, no dejarán de hablar con ellos para que la voten. Necesariamente, al PSOE solo le hace falta el respaldo del PP, con quien ya mostró sintonía en este sentido la pasada legislatura. Sería un nuevo 'pacto de Estado' entre las dos grandes formaciones nacionales, tras la reforma del artículo 49 de la Constitución.

El propósito de la ley sigue siendo castigar el lucro a través de la prostitución y la tercería locativa -la cesión de lugares para su ejercicio-. Se contemplan penas de dos a cuatro años de cárcel para quien fomente la prostitución y multas de 12 a 24 meses. Misma pena y multas de 18 a 24 meses a quien proporcione un lugar para ejercerla. Y para los clientes, multas de 12 a 24 meses, con un agravante de uno a tres años de prisión y multas de 24 a 48 meses en el caso de contratar los servicios de una menor o una persona en situación de vulnerabilidad. Aunque los socialistas se abren a posibles modificaciones si el objetivo final es el de abolir. El panorama de la amnistía, en todo caso, complica la disposición a pactos, sobre todo con Vox presionando al PP por su acercamiento ya de cara a la renovación del CGPJ.