Punto y final a la espera. El Gobierno de Pedro Sánchez, a través de la SEPI, ha comunicado que ha comprado el 3% de Telefónica. Este es el primer paso para poder conseguir el esperado 10%, con el que sería la máxima accionista de la empresa de telecomunicaciones.

En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha indicado que "en cumplimiento del acuerdo de Consejo de Ministros del pasado mes de diciembre, que ordena a SEPI la compra de acciones hasta alcanzar un máximo del 10% de capital social de la compañía, la Sociedad Estatal ha alcanzado el 3%, comunicando la adquisición de participaciones significativas al alcanzar el umbral que prevé la normativa sobre la materia", detalla el comunicado.

"La entrada de SEPI, accionista con vocación de permanencia, permitirá proporcionar a Telefónica una mayor estabilidad accionarial para la consecución de sus objetivos, contribuyendo a la salvaguarda de las capacidades estratégicas de una compañía estratégica para los intereses nacionales por su liderazgo en el sector de las telecomunicaciones y sus capacidades industriales, determinantes en áreas como la seguridad y la defensa", sostiene en el documento presentado en la tarde del lunes a la CNMV.

La compañía dirigida por José María Álvarez-Pallete ha cerrado la sesión del Ibex 35 este lunes con una capitalización de 22.944 millones de euros y un precio por título de 3,99 euros euros. Durante la jornada de hoy se ha movido la horquilla de 3,96 euros a los 3,99 euros citados anteriormente.

Es decir, que el Estado, a través de su brazo inversor en empresas estratégicas ha desembolsado una cantidad cercana de 700 millones de euros. Por las cotizaciones de Telefónica durante este lunes, el precio a pagar por esta cantidad de acciones iría desde los 693 millones de euros hasta los 698 millones de euros.

Cabe recordar que fue el pasado 19 de diciembre cuando el Ejecutivo anunció su intención de adquirir una participación de hasta el 10% de Telefónica. Lo hizo unas semanas después de que Saudi Telecom (STC) irrumpiera por sorpresa en el accionariado del grupo con una participación del 5% directa y del 4,9% indirecta.

A partir de ese momento, se desataron las especulaciones sobre la verdadera intención de los saudíes en la telco española, que cuenta con diversos contratos de defensa y de gestión de infraestructuras críticas. Fuentes del grupo expresaron en privado que la intención de los árabes era la de mejorar su conocimiento sobre la gestión de compañías ‘maduras’ del sector de las telecomunicaciones.

Cuarto mayor inversor

El movimiento ideado por el Gobierno hace casi seis meses, con el objetivo de salvaguardar los intereses nacionales en el sector de las telecomunicaciones y los de una empresa estratégica como es Telefónica, le colocan como el cuarto máximo accionista de la compañía.

Se da la coincidencia que CaixaBank, propietaria de más de un 3%, ha comunicado minutos antes de la operación de la Sepi, la colocación del 1% de sus acciones, rebajando su participación en el 2,5%.

Los principales accionistas (en orden de mayor porcentaje son)BBVA, BlackRock y STC Group. El gigante de las telecomunicaciones saudíes ostentan el 4,9% de los títulos de forma directa y están a la espera de que el Gobierno dé el plácet de aumentar sus posiciones de manera indirecta con instrumentos financieros.

La duda que existe en el mercado es si STC adquirirá finalmente el 4,9% de participación indirecta del que dispone; y si la SEPI igualará ese porcentaje con las sucesivas compras de paquetes accionariales.

Consejo de administración

También está por ver el peso que tendrá cada una de las empresas en el Consejo de Administración del grupo. A tenor de la incertidumbre que han generado estos movimientos, la empresa capitaneada por Álvarez-Pallete realizó algunos cambios significativos en el órgano de gobierno el pasado diciembre, al aceptar la dimisión de los vocales Juan Ignacio Cirac Sasturain y Peter Erskine -cuyo mandato finalizaba en pocos meses- y proponer el nombramiento de Solange Sobral -que ya era consejera en Brasil- y del empresario Alejandro Reynal.

En la próxima Junta General de Accionistas, y a expensas de los movimientos de SEPI y de STC, se propondrá la ratificación de estos dos últimos, así como la reelección de Isidro Fainé como representante de CaixaBank en este órgano. La reunión de los poseedores de títulos será el próximo 12 de abril en la sede de la operadora y se verán las caras por primera vez el Estado y los saudíes.

En la reunión, se reelegirá a los independientes José Javier Echenique, Peter Löscher, Verónica María Pascual y Claudia Sender Ramírez.

La SEPI se lleva el pastel

Otro dato de relevancia es la forma en la que el Estado ha llevado a cabo la compra. En un primer momento, el Gobierno anunció que la operación la lideraría la SEPI, una práctica más que habitual en estos casos.

Pero durante el Mobile World Congress, el ministro de Transformación Digital hizo dudar al mercado y hasta el propio Ejecutivo. José Luis Escrivá anunció la creación de una nueva sociedad destinada a adquirir participaciones y financiar a empresas del sector tecnológico. Cuando fue cuestionado sobre la posibilidad de que el Estado entrara en la operadora a través de este nuevo vehículo inversor, el titular de la cartera indicó que "era una opción que estaba sobre la mesa".