Si hay dos entidades de la sociedad civil claramente dominantes en el espacio ultracatólico español, estas son Hazte Oír y NEOS. Dos caras de la misma moneda que, pese a todo, plantean horizontes divergentes en lo que a relaciones con los partidos políticos se refiere. La primera es una vieja conocida a nivel nacional; la segunda ha surgido a mediados de la segunda legislatura de Pedro Sánchez, como reacción clara a su gestión y a sus políticas. Ambas rechazan el aborto o la eutanasia, por ejemplo, pero, dada la coyuntura, NEOS apuesta por la refundación de espacios mientras que Hazte Oír se mantiene escorada claramente hacia Vox. Aunque las relaciones no atraviesan su mejor momento.

Hazte Oír lleva liderada desde hace más de dos décadas por el abogado Ignacio Arsuaga y en torno a ella están adheridas un conglomerado de entidades subalternas que buscan influir en la vida pública. Al margen de la defensa de los valores tradicionales y el rechazo de medidas progresistas, se une el componente, ahora, antisanchista. Más cuando al principio de su primer mandato el PSOE le retiró la declaración de organización de 'utilidad pública' dada por el PP en 2013, lo que le supuso la retirada de fondos públicos que daban robustez a su acción.

En las generales del año pasado, Hazte Oír ya dejó patente -pese a haber roto relaciones formales desde las elecciones de Castilla y León en 2022- su predilección por Santiago Abascal y los suyos frente al PP de Alberto Núñez Feijóo. A él, en cambio, y tras la revisión del programa electoral, lo vio poco comprometido con el derecho a la vida, la protección de la familia, el fin del adoctrinamiento ideológico y la defensa de España. Es más, cree que su perfil es la de un infiltrado de izquierdas dentro del PP. La excepción es a nivel económico, con medidas cercanas, dijeron, entre PP y Vox.

NEOS, por su parte, cree que es necesario reestructurar el bloque ideológico y moral para afrontar nuevos desafíos. Así lo dejó patente su presidente y creador, el exministro de Interior de José María Aznar, Jaime Mayor Oreja, durante un acto a finales de enero, al que acudieron desde Fernando Savater a Rosa Díez, y de Alejandro Fernández a Ignacio Garriga, ambos candidatos designados por PP y Vox para las elecciones de Cataluña. El desafío separatista era el objeto de debate en el Auditorio Mutua Madrileña de la capital. Es necesaria "una refundación del espacio cultural y político". "No basta con esperar que la fruta caiga del árbol madura, hay que sacudirlo". La esperanza, insistió Mayor Oreja, apelando a que "la alternativa radica en que todos nosotros ayudemos de verdad (…) superando nuestras diferencias" para "poner en marcha un proyecto contrario al frente de ruptura".

NEOS cree que es necesario reestructurar el bloque ideológico y moral de la derecha española frente al Gobierno de Sánchez"

A diferencia del ente de Arsuaga, desde NEOS se apeló a la unidad de acción sin partidismos políticos. Lo que no quiere decir que internamente no haya preferencias. Lo hizo Mayor Oreja después del quedar evidenciado tras las generales que la vía de cambio la posibilitaba el PP desde su liderazgo y no tanto Vox, que pese a todo se hace crucial de cara a una futura mayoría. La postura transmitida desde Génova, de que el PP no gobernará mientras que exista un Vox fuerte -algo que genera rechazo en Bambú-, parece haber calado en entidades como NEOS. Que, en lo material, comparte postulados más cercanos a Vox con todo. A lo moral, le sigue el rechazo a la Agenda 2030 y la exaltación de la familia.

La amnistía como nexo

Como ocurrió con movilizaciones de la derecha ataño, en lo moral y guiadas por Hazte Oír, la amnistía fomentada para el independentismo catalán y aún pendiente de su trámite en el Senado, ha conseguido unir a todas las facciones del bloque. A esa base social a la que también une en gran medida la religión católica. Se ha visto en diversas concentraciones en Madrid en los últimos meses en las que además de otras organizaciones civiles como DENAES, que enarbolan la tradición cristiana, se ha unido NEOS. Ni rastro de Hazte Oír, en cambio, que se ha limitado a acciones menores, como la exposición de un autobús con la cara de Sánchez simulando a Hitler -el día de su investidura- o a proponerse denunciar a los diputados que apoyasen la amnistía.

El momento político es distinto. Y conseguido un frente amplio en lo político, que acceda al poder, podrá, entonces, fomentarse presión en lo ideológico. Es, al final, lo que buscan lobbies como NEOS o Hazte Oír. Vox sigue teniendo notable influencia en este entorno. Pero el vacío moral frente a la gestión económica que dejó el mandato de Rajoy, algo que brindó un hueco a Abascal, ya no está vigente en este momento. Si bien figuras como Feijóo evitan esa confrontación en lo moral, especialmente después de episodios como el experimentado tras el pronunciamiento de Tribunal Constitucional por el recurso a la reforma del aborto de 2010, donde titubeó; liderazgos internos como el de Isabel Díaz Ayuso, más cercano ya a esas nuevas derechas, facilita el acercamiento nuevamente del espacio dinamitado con el PP.

NEOS cuenta, a diferencia de Hazte Oír, con un respaldo amplio entre los sectores más conservadores del PP y de figuras destacadas de Vox. De históricos como María San Gil, implicada en la construcción del proyecto y vicepresidenta, de Esperanza Aguirre o de la eurodiputada Isabel Benjumea. Pero también del eurodiputado de Vox Hermann Tertsch, el patrono de Disenso y exdiputado de Vox Francisco Contreras, el cofundador de Vox, Ignacio Camuñas. Asimismo, esta buenas relaciones con ‘diferentes’ se evidencia con alianzas con entidades como Dignidad Humana y Familia, que preside el popular Javier Puente y que está enlazada por su secretario Luis Peral a NEOS, también exdiputado de la Asamblea de Madrid por el PP. Esa doble influencia entre facciones de la derecha, le deja una mejor posición de actuación que a Hazte Oír.

La financiación, clave

Si hay un elemento crucial para dar esa batalla ideológica con gran influencia, esa es a través de la financiación. Lo que repercute, por ejemplo, en capacidad divulgativa. En estos momentos, Hazte Oír, necesita dinero para, tal y cómo ha comunicado, dar la "ofensiva" al Gobierno de Sánchez y la amnistía. Está lejos de otras campañas millonarias hechas en el pasado. Entre sus 'mejores' años de actividad, a partir de 2008 y hasta el 2022, los de Arsuaga recibieron más de 25,5 millones de euros en donativos y cuotas de socios, de lo cuál gastaron 20,7 millones en campañas y actuaciones. En estos últimos meses, pidieron 30.000 euros por vía de Telegram para actuar contra el Ejecutivo, especialmente por la vía judicial, lo que apunta a esa dificultad de conseguir fondos.

NEOS se crea con la unión de tres asociaciones, entre ellas la ACdP, con una potente rama editorial y de educación"

La potencia de NEOS en este sentido, se atiende cuando se observa de qué entidades procede. De tres, concretamente: la Fundación Valores y Sociedad, la Fundación Villacisneros y la Asociación Católica de Propagandistas. Ésta última, es propietaria del digital El Debate y ha destinado una gran inversión para constituir este medio. Se fomentan los valores de NEOS y sus miembros desde la perspectiva informativa, pero también desde lo educativo: de ACdP depende la Universidad CEU San Pablo. De hecho, las iniciales de NEOS hacen referencia a los puntos cardinales, quieren ser la brújula social.

Según las últimas cuentas de los de Arsuaga, designado ya el ente como CitizenGo -su filial europea que ha terminado por absorberle- su saldo es de poco más de 202.000 euros, tras ingresar 3,9 millones y gastar 3,7 millones. Estos, cabe destacar, cuentan con el digital Actuall, de mínimo alcance. En el caso de la ACdP, según los datos consultados, el capital social de su editora Ediciones Católicos y Vida Pública SL es de más de 1,5 millones. Se desconocen los datos de NEOS, ausentes en su web.

Alta influencia en Europa

La influencia de Arsuaga y Mayor Oreja es equilibrada a nivel internacional, con todo. En los últimos años, CitizenGo fue considerada una de las cuatro fundaciones más punteras por un informe elaborado por el Foro Parlamentario Europeo sobre Población y Desarrollo. Junto a La Manif pour Tous (Francia), In the Name of the Family (Croacia) y la polaca Ordo Iuris. Entes que abogan por implantar la visión religiosa dentro de Europa, así como los preceptos más ultracatólicos. Pero ello, en múltiples idiomas. Y ligado a una acción conjunta con el espacio más radical del Partido Republicano de EE.UU. y sus fundaciones afines, así como países como Hungría. De hecho, una investigación publicada en OpenDemocracy vincula su influencia no solo a la extrema derecha española para permitir su despegue, también a la italiana, húngara o alemana.

CitizenGo también se integra dentro de la red de organizaciones de esta índole: Uno de nosotros (One of Us), la cual preside el propio Mayor Oreja. Tiene sede en Saint-Ghislain (Bélgica), y su principal grueso es español. Concretamente, de las cincuenta asociaciones, diecisiete son nacionales. Junto a Hazte Oír-CitizenGo está Profesionales por la Ética una de esas subalternas a Arsuaga mencionadas. Abogados Cristianos, en cambio. Ésta se ocupa de la defensa de los valores cristianos por vía judicial.

Aunque el reconocimiento, por su estatus y paso por política, en España, se lo lleva Mayor Oreja frente Arsuaga. Al margen del plano europeo, es presidente honorífico de Political Network for Values, otra plataforma que además de Europa busca influir en América y África. Eso conecta a Mayor Oreja con líderes nacionalpopulistas como el chileno José Antonio Kast, pero también con Hungría, para quien es el modelo sociopolítico a seguir para muchos de estos círculos. Hasta hace poco estuvo presidido por la expresidenta húngara Katalin Nóvak. Hazte Oír ha coincidido con esta órbita también en Budapest, con una cumbre en 2022.

De la oposición a Zapatero a la de Sánchez

El crecimiento de NEOS como ente fuerte en España, sumado a los lazos de su presidente en Europa y el extranjero, le dejan como órgano fuerte dentro del panorama ultraconservador nacional. El colaboracionismo con otras asociaciones y figuras públicas suma un aliciente para seguir prosperando. La amnistía y el clima de rechazo generalizado en la derecha hacia el PSOE supone un nuevo momento a aprovechar, como en el pasado lo tuvo Arsuaga durante los dos mandatos de José Luis Rodríguez Zapatero. Entonces, la confrontación se concentró en lo moral: el matrimonio homosexual, el aborto o la implantación de asignaturas optativas como Ética y Ciudadanía como alternativa a Religión. Y se tuvo el apoyo de ramas como el Opus Dei, los Kikos o los Legionarios de Cristo para las movilizaciones. También de una veintena de obispos, y del arzobispo de Madrid, Rouco Varela, que promovió las misas de domingo en Colón.

Con la vuelta del PP al Gobierno fue rebajándose su influencia. Asimismo, su atrincheramiento hizo que la Conferencia Episcopal se alejara de los de Arsuaga. Sobre todo, después de la resolución judicial que vincula a Hazte Oír con la secta ultracatólica mexicana El Yunque. Ahora, en un plano nacional secundario y frente a nuevas alternativas, pese a contar con los mismos objetivos, NEOS se empieza a abrir paso.