Los ojos están puestos en ella y ella no esquiva el envite. Da, de hecho, un pasito más. La vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, reconoció este viernes que se ve como "un activo importante" del Gobierno y del PSOE para las elecciones europeas del 9 de junio y abrió incluso la puerta a ser comisaria en el próximo Ejecutivo comunitario. Claramente, se postulaba. Y lo decía justo en un momento en el que ya la dirección socialista está próxima a anunciar la decisión de Pedro Sánchez sobre su cabeza de cartel el 9-J y cuando en el partido se ha asentado la sensación de que ella será la elegida. Más aún, como contaba este diario ayer jueves, después de que Josep Borrell haya rechazado repetir en la lista.

"En esa campaña me veo como un activo importante de mi Gobierno y de mi partido", aseguró a los periodistas antes de participar en el Foro de Cohesión celebrado en Bruselas, informa Europa Press. No obstante, recordó que las decisiones sobre el número uno del PSOE a las europeas o el representante de España en la próxima Comisión Europea son decisiones que "le trascienden" y "que serán comunicadas a su debido tiempo por las instancias adecuadas". Es decir, que es una cuestión que compete al presidente del Gobierno y secretario general del partido, Pedro Sánchez, y que se anunciará por la cúpula cuando estime oportuno.

Hay mucha gente en condiciones muy solventes. Si acabo siendo yo la persona que tiene la suerte de poder desarrollar esas cosas, lo haré encantada. Y si es otra persona, ayudaré a la persona que esté"

Ribera mostró, por tanto, disposición a cumplir el encargo de Sánchez. También si es la designada para liderar la estratégica cartera de Energía en la próxima Comisión Europea. "Afortunadamente hay mucha gente en condiciones muy solventes. Si acabo siendo yo la persona que tiene la suerte de poder desarrollar esas cosas, lo haré encantada. Y si es otra persona, ayudaré a la persona que esté. No estoy particularmente preocupada o dolorida por si soy o no soy yo", afirmó, añadiendo, como ha hecho en más ocasiones, que disfruta de su labor al frente del ministerio ya que "trabajar en España es trabajar en Europa". "En un sitio o en otro estaré muy contenta", resumió. Lo importante de sus palabras de este viernes es que por primera vez ella misma se postulaba para ser candidata. Prueba de que las cosas están ya muy maduras.

Necesario "consolidar" la agenda verde

La vicepresidenta lleva semanas dando a entender que si Sánchez le pide el favor de que asuma la candidatura europea —y que, lógicamente, sea la persona a la que promueva para el Ejecutivo comunitario—, lo hará. Es decir, que no saldrá un no de su boca. Por mucho que el reto sea muy complicado, ya que lo que se espera es una victoria del PP, a una distancia considerable del PSOE. En 2019, con los socialistas al alza, Borrell quedó primero, con 20 eurodiputados —luego fueron 21, tras consumarse la salida del Reino Unido de la UE— y un 32,86% de los votos. Ahora están en juego 61 escaños, dos más.

En un sitio o en otro estaré muy contenta", subraya, para insistir en que las elecciones del 9-J deben dirimir "qué proyecto común" ha de construirse en Europa

La ministra insistió en que es necesario "consolidar" la agenda verde iniciada en este mandato de Ursula von der Leyen. Con la política alemana, afirmó hoy a los periodistas, "se ha avanzado mucho en la dirección correcta", pero se tratan temas que "no se resuelven en cuatro años, en cinco años, ni en diez años".

Las políticas de seguridad y defensa ganan peso en el escenario europeo, así que las elecciones del 9-J, insistió Ribera, deben dirimir "qué proyecto común" ha de construirse. A su juicio, el debate no debe versar solo sobre "cómo se defiende Europa o cómo Europa muestra sus miedos", "sino qué Europa queremos construir para que esos miedos nunca se tengan por qué materializarse", informa Europa Press. Falta el comunicado de Ferraz, y Sánchez tiende a recurrir a la sorpresa, pero esta vez todo apunta a que Ribera puede ser la persona designada.