En el cierre de la primera jornada del Europa Viva24 de Vox, que finaliza este domingo con el mitin de Santiago Abascal y líderes europeos e internacionales de corte de derecha populista, como Marine Le Pen y Javier Milei, el grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), que aspira a ser determinante en estas elecciones europeas del 6-9 de junio, ha hecho público su manifiesto político. Una declaración de intenciones de las exigencias que tendrán si el Partido Popular Europeo (PPE) les necesita para revalidar mayorías si no suman con socialistas y liberales, entre otros. De poder hacerlo están prácticamente seguros. Así lo han ido apuntando diferentes conferenciantes e invitados, que han hecho alusión a las posibilidades de escalar hasta los 200 escaños junto al otro gran grupo ultra, Identidad y Democracia (ID).
Tras un día focalizado en mesas de debate y stands de venta de productos, ECR ha hecho público su manifiesto, que gira en torno a diez líneas programáticas. Desde el Palacio de Vistalegre, en Carabanchel, uno de los distritos más multiculturales de Madrid, Vox y sus socios europeos abogan por defender la preservación de la identidad nacional y la protección de "las queridas tradiciones, libertades y valores de Europa". "La libertad y las prosperidad de Europa se basan en valores y culturas nacionales que se han desarrollado a lo largo de siglos". Y "los garantes de esto son los Estados nación".
Asimismo, plantean la reforma de la Unión Europea: recortando burocracia y "rechazando cualquier centralización innecesaria del poder en Bruselas" para que las decisiones se tomen desde los países. Se rechaza mayor integración europea hacia un superestado y se apunta a las "disposiciones" de los Tratados, como el de la UE. Concretamente a los principios de subsidiaridad y proporcionalidad. El primero determina que deben priorizarse actuaciones del Bloque cuando sean más eficientes a las nacionales. El segundo, ligado al previo, habla de colaboración con los países y intervención en lo estrictamente necesario.
El ámbito de la Defensa ocupa el segundo lugar del escrito. Se insta al fortalecimiento de la industria militar europea y a un apoyo firme a Ucrania "contra la agresión rusa". El compromiso es trabajar "para aumentar la ayuda y garantizar que las sanciones sean efectivas" contra el régimen de Putin. Se enarbola el compromiso con la OTAN como "principal actor de seguridad" y la cooperación del Bloque con ella. Ahora bien, frente a voluntades como la del presidente francés, Emmanuel Macron, de contar con un ejército europeo, ECR insiste en que las competencias sean territoriales. "Somos sumamente escépticos respecto de la creación de una unión de defensa a nivel de la UE", advierten.
La inmigración, tema que ha explotado Vox y que ha sido crucial de la campaña vasca y catalana, ocupa la tercera posición. Se insta a contar con una "estrategia migratoria integral" que asegure las fronteras a todos los niveles, mediante "una infraestructura mejorada financiada por todos lo Estados miembro"; y a "no forzar" a los europeos a "dar la bienvenida a inmigrantes ilegales". Se considera que la solución para reducir los flujos migratorios pasa por "combatir la trata y el tráfico de personas (...) y aumentar las repatriaciones". También la colaboración con terceros países.
Abascal y los suyos defienden que son sumamente escépticos con la creación de un ejército común de la UE, como defiende Macron
En esta materia se insiste en las misiones navales, defendidas tanto por Giorgia Meloni desde Italia como Abascal. La Armada Española, en alguna ocasión, ha defendido que su cometido, de situarse frente a un cayuco, es el de rescatar, y no disuadir para que den la vuelta. Se impulsará, además, un refuerzo de las agencias FRONTEX y la Europol para "garantizar mejor la seguridad". Además, se quieren endurecer las políticas de asilo y restringir el acceso a esa protección solo a refugiados "genuinos". No se indica cómo se procederá a la distinción.
Como la inmigración, se antoja esencial el campo como cuarta línea. Se reniega de "la ideología verde desenfrenada" y se opta por un "enfoque equilibrado" que respete a los agricultores y la sostenibilidad. Para ello, ECR está dispuesto a la revisión de la Política Agrícola Común (PAC), la estrategia denominada De la granja a la mesa [dicen que benefician a terceros países], se irá contra las prácticas "desleales" [también en el sector pesquero] y se apostará por conseguir "soberanía alimentaria" propia. Se hila eso con las políticas climáticas, exponiendo que el compromiso es revisar el Pacto Verde [no dicen suprimirlo] para "equilibrar la acción climática y la prosperidad". Es el quinto punto. Por ejemplo, ECR se mantiene "firme" en la "convicción de que el motor de combustión interna puede seguir siendo comercialmente viable en los próximos años". Algo que puede hacerse, dicen, "adoptando tecnologías e invirtiendo en combustibles alternativos de bajas emisiones".
Como sexto punto, se defiende "liberar el potencial del mercado único" y dar ventajas a las PYMES europeas. Mediante la reindustrialización, el uso de las últimas tecnologías como el 6G, igualar el acceso a las mismas ayudas a las pequeñas empresas y conseguir "un marco regulatorio que fomente la sana competencia". Todo ello, preservando "nuestra identidad única en un mundo globalizado promoviendo las habilidades y modos artesanales tradicionales".
En séptimo lugar hay un respaldo claro a la explotación de recursos propios en términos energéticos, pero sobre todo al potenciamiento de la energía nuclear y de "ser pioneros en energía geotérmica". Dicen que garantizará la competencia y la sostenibilidad medioambiental. Reivindicando un modelo de comercio liberal-conservador, ECR plantea como octava medida adoptar "un enfoque firma en nuestra relación con China"; "reformar la Organización Mundial del Comercio y "fomentar asociaciones dinámicas con aliados estratégicos como EE.UU., Reino Unido, Hispanoamérica, y la región del Indo-Pacífico".
Como novena propuesta, ECR sostiene la necesidad de reformar el presupuesto europeo para hacerlo "más eficaz" para que "con cada euro gastado se consiga más". Y, por último, desde el respeto a países como China, defiende que Europa aborde "las violaciones de derechos humanos", al tiempo que se tejen "vínculos más fuertes con Taiwán". Igualmente, se quiere ser más "asertivos hacia Irán, centrándonos en sus programas nucleares y el terrorismo de Estado". Se dará prioridad a la protección de los cristianos desde un enfoque internacional "y defenderemos la libertad religiosa".
A partir de mañana a las 11:00 horas, se reanuda la convención de Vistalegre, que contará con la participación, además, de Marine Le Pen, el exprimer ministro polaco Mateusz Morawiecki y las intervenciones telemáticas de el húngaro Viktor Orbán y la también premier Meloni. El próximo viernes, de madrugada, comenzará oficialmente la campaña electoral.
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