La retirada definitiva de la embajadora de España en Buenos Aires es la última medida adoptada por el Gobierno en respuesta al "ataque frontal" de Javier Milei al presidente, Pedro Sánchez, y a su mujer, Begoña Gómez. Pero puede haber más decisiones si la tensión entre los dos países no se reconduce. En el horizonte aparece ya la segunda visita a España que el mandatario argentino tenía previsto hacer el 21 de junio, para recoger un premio, el concedido por el Instituto Juan de Mariana, por su "defensa ejemplar de las ideas de la libertad".

El Ejecutivo, según indican fuentes diplomáticas, no descarta dificultar que pise Madrid de nuevo. No descarta que pueda no ponerle facilidades o darle de nuevo el tratamiento de jefe de Estado. Exteriores irá analizando día a día qué paso más debe tomar, y esa posibilidad, la de no colaborar en su regreso a España, está sobre la mesa. Otra opción posible es la declaración de persona non grata y la expulsión del embajador. Venezuela echó al representante español en enero de 2018 y España reaccionó a la recíproca justo a continuación. El último escalón es la ruptura de relaciones diplomáticas y el cierre de la embajada, algo excepcional y que, en nuestro caso, hay que remontarse a cuatro décadas atrás: fue en 1980 cuando Madrid rompió con Guatemala después de un asalto a la cancillería española. Los lazos se reanudaron cuatro años más tarde, en 1984.

Cada día tiene su afán. Nosotros no anunciamos medidas. Las tomamos. No amenazamos, no escalamos: respondemos", señalan fuentes diplomáticas

"Vamos a ver todo", precisan las mismas fuentes diplomáticas, sin descartar, por tanto, ningún escenario. Por el momento, el Gobierno no ha recibido ninguna comunicación de que Milei tuviera intención de reunirse, aprovechando ese segundo viaje a España, con Sánchez, como tampoco la hubo en la visita que realizó este pasado fin de semana. El propio ministro de Exteriores, José Manuel Albares, aseveró en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Ejecutivo, que se estudiará el viaje: "Analizaremos en detalle qué tipo de visita es la que quiere hacer Javier Milei a España. Desde luego, en su primera visita, el Estado español puso todos los medios necesarios para cogerle con la hospitalidad y con la dignidad que merece", que se tradujeron en protección policial y permiso para aterrizar en Torrejón de Ardoz, la base aérea militar reservada a las autoridades. Es decir, que ahora podría ponerle trabas, complicarle su vuelta.

Desde el entorno del ministro de Exteriores insisten en consecuencia en que caben distintas medidas de respuesta a Milei en caso de que no se retracte y la tensión siga escalando, pero no quieren adelantarlas porque puede ser necesario "adoptarlas". "Cada día tiene su afán. Nosotros no anunciamos medidas. Las tomamos. No tenemos interés en polémicas. No amenazamos, no escalamos: respondemos", subrayan.

En el Gobierno recalcan que lo sucedido es muy grave, y que por eso España está obligada a protestar enérgicamente. "Es que no hay precedentes. Es de sentido común. Que se ataque al presidente y a su mujer en la capital, en Madrid, tiene un plus de gravedad. Es irte a otro país a insultar una institución", señalan. Añaden que los usos diplomáticos mandan que cuando la relación entre dos gobiernos es fría, directamente se opta por no ir al país en cuestión.

"Nueva andanada"

El domingo, Albares anunció la llamada a consultas de la embajadora española en Buenos Aires, María Jesús Alonso. El lunes, convocó al jefe de la misión diplomática argentina en Madrid, Roberto Bosch. Y el martes, decidió la retirada definitiva de la embajadora. La razón que motivó esta respuesta se halla en la entrevista que el propio Milei había concedido horas antes al canal argentino Todo Noticias, donde repetía que no pedirá disculpas, que es él el que se siente "agredido" y llamó "cobarde" a Sánchez por meterse "abajo de la pollera [faldas] de las mujeres" para atacarle.

Cuando se supere la crisis, si España decide volver a tener embajador, no bastaría con la vuelta de la que era su representante hasta ahora: deberá iniciarse todo el proceso

El Gobierno entendió que esa entrevista, esa "nueva andanada", era la "respuesta" que daba Argentina a la exigencia de disculpas públicas que trasladó personalmente Albares al embajador Bosch. Así que la réplica fue retirar a la jefa de la legación diplomática española, María Jesús Alonso. A partir de ahora, al frente de la misión se queda un encargado de negocios.

La medida no es ni mucho menos habitual entre los usos diplomáticos españoles. En los últimos 30 años, informa EFE, España ha llamado a consultas a sus embajadores en Nicaragua, Venezuela, Siria, Honduras, Marruecos e Irán, y en 1980 la ruptura de relaciones diplomáticas con Guatemala. Pero ahora se trata de una retirada definitiva del embajador, lo que supone que, cuando se supere la crisis, deberá iniciarse todo el proceso de acreditación. No bastará con el regreso de, en este caso, Alonso Jiménez, porque lo que este martes ocurrió es que a partir de ahora España no tiene embajadora en Argentina.

Es decir, que cuando se alivien las tensiones entre los dos países, si el Gobierno español decide volver a disponer de un jefe de la misión en Argentina, deberá designar a la misma persona que antes estaba o bien otra distinta por Consejo de Ministros y pedir a Buenos Aires que otorgue su plácet. El último paso, la entrega de credenciales diplomáticas.

En el Gobierno subrayan que han actuado con "bastante contención", porque ya la nota de respuesta a Puente del 3 de mayo era una "injerencia clara en asuntos internos"

"Bastante contención hemos tenido", observan fuentes diplomáticas. Recuerdan, en ese sentido, el comunicado de la Oficina del Presidente de la República del 3 de mayo, después de las palabras del ministro Óscar Puente —cuando sugirió que Milei consume "sustancias"—, que era una "injerencia clara en asuntos internos". En la nota de la Casa Rosada se decía que Sánchez había "puesto en peligro la unidad del Reino pactando con separatistas y llevando a la disolución de España", y que había puesto "en riesgo a las mujeres españolas permitiendo la inmigración ilegal". Es decir, que llovía sobre mojado.

El ataque del domingo a Sánchez y a su esposa "trasciende al propio presidente del Gobierno", porque se trata, creen en el Ejecutivo, de un insulto a las instituciones españolas, que mañana, con otro presidente, se puede repetir. "El ministro Puente se pronunció en un contexto relajado y vino a pedir disculpas. Aquí hablamos del presidente de Argentina en Madrid y que no dijo lo que dijo de pasada".

Tras el anuncio de Albares de este martes, Milei respondió, esta vez en una entrevista en LN+. Consideró "un disparate propio de un socialista fatalmente arrogante" la retirada definitiva de la embajadora, aunque adelantó que no hará lo mismo él: es decir, que no retirará a Bosch, su hombre en Madrid. El mandatario argentino insistió en que Sánchez "no es España, y mucho menos su mujer". Que "se convertirá en el hazmerreír de todo el mundo por la payasada que está haciendo por un tema de índole personal", pronosticó, informa Europa Press.

El conflicto entre España y Argentina escala, sin que por ahora asome en el horizonte ningún ánimo de distensión.