Es un reflejo demográfico, una radiografía de la envejecida sociedad vasca. En Euskadi hace años que los indicadores de natalidad no remontan, que las políticas de apoyo no surten efecto y que el envejecimiento de su población avanza imparable. Muestra de ello es uno de los datos aportados por el Instituto Vasco de Estadística (EUSTAT): en Euskadi hay diez veces más residencias de ancianos que guarderías. Desde 2012 los nacimientos se han desplomado un 30% y las pirámides de población del País Vasco muestran cómo uno de cada cinco ciudadanos, el 22%, supera los 65 años. En quince años las proyecciones apuntan a que el porcentaje se disparará hasta el 31% de la población.

El estudio de equipamientos y servicios elaborado recientemente revela cómo en la actualidad apenas existen 39 guarderías en todo el País Vasco, frente a las 382 residencias de mayores que constata el informe. En los últimos años las políticas de apoyo a la familia se han impulsado con el objetivo de que los indicadores de natalidad pudieran dejar atrás el descenso imparable que arrastran. Sin embargo, la tendencia se mantiene.

En todo el año pasado el nacimiento de niños y niñas en el conjunto de Euskadi rondó los 13.000, muy lejos de los algo más de 19.000 que nacían en 2013. El progresivo envejecimiento de la población se ha traducido además en una mayor demanda de servicios asistenciales y residenciales, así como de recursos de carácter sanitario, que también se han incrementado de modo significativo.

El impacto de la baja natalidad tiene efectos en el sistema educativo que ve cómo muchos centros educativos han tenido que cerrar algunas de sus aulas en los niveles iniciales de la educación. Hace poco más de una década la educación Primaria en Euskadi contaba con 96.700 alumnos –curso 2012-13- y actualmente apenas alcanza los 70.000 alumnos y alumnas matriculados. Supone una pérdida de 20.000 alumnos en poco más de una década.

Falta de alumnos y mano de obra

El problema demográfico ha resentido incluso en tejido empresarial. Las empresas hace años que detectan ya falta de mano de obra. Los perfiles más cualificados cada vez cuesta más encontrarlos entre el número de estudiantes, cada vez más reducido, que salen de las facultades universitarias. Los empresarios han comenzado a plantear la necesidad de activar planes de atracción de talento en otros países, principalmente de origen latinoamericano, además de desarrollar mejoras en las ofertas y condiciones laborales que reduzcan la fuga de talento.

Los bajos salarios y el elevado coste de la vivienda son dos de las causas esgrimidas por los jóvenes para retrasar su emancipación y más aún su paternidad. El Gobierno vasco ha impulsado medidas como al apoyo con 300 euros mensuales por hijo menor de tres años –y 100 euros mensuales hasta que cumpla los 7 años en el caso de familias numerosas-, una ayuda al alquiler de 300 euros para jóvenes de entre 24 y 29 años o mejoras de carácter fiscal por hijo o de prolongación de las bajas por maternidad y paternidad. Hasta ahora, la natalidad no ha remontado.

El envejecimiento de la población también ha obligado a incrementar los servicios de carácter médico y asistencial y que también se reflejan en el informe ‘Equipamientos y Servicios” publicado por el Eustat. Este tipo de establecimientos representan el 11% del total de los que funcionan en el País Vasco. La red de ambulatorios, por ejemplo, supera los 400 establecimientos en el conjunto de la comunidad autónoma vasca.

Más bancos que fruterías

En la lista de servicios se refleja una vez más que la Hostelería concentra la mayor parte de la actividad. Uno de cada cuatro de los 48.869 establecimientos que operan en Euskadi está dedicado a la hostelería. Los vascos cuentan con 7.073 bares y cafeterías además de 4.219 restaurantes. O lo que es lo mismo, 32 bares cada 10.000 habitantes y 19 restaurantes.

Las peluquerías es otro de los negocios con demanda en la sociedad vasca. Existen casi 25 peluquerías por cada 10.000 habitantes. En el conjunto de Euskadi suman 5.473 los centros de peluquería y belleza, más que el conjunto de establecimientos dedicados al área de la salud.

Un análisis del perfil de establecimientos activos permite descubrir que, por ejemplo, en Euskadi existen más oficinas bancarias (992) que fruterías (918) o que hay prácticamente el mismo número de pescaderías (522) que estancos (517) y concesionarios de automóviles (504). En la lista aparecen también datos como el número de funerarias, 133. También muestran el declive de las tiendas de música, de las que tan sólo constata la existencia de 46 establecimientos en toda Euskadi o de cines, que apenas quedan un centenar en el conjunto de 251 pueblos vascos.