La inhabilitación de la líder de la ultraderecha francesa, Marine Le Pen, por corrupción al desviar fondos públicos europeos para gastos de partido, si bien fue celebrada por amplios sectores políticos de la UE, en otros casos ha encontrado aliados inesperados. Es el caso del que fuera líder de Podemos y ex vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y no por una coincidencia ideológica, claro está, sino porque, como la francesa, cree que la condena es un caso de "judicialización" de la política y pide cautela antes de "celebrar sin crítica ninguna que un juez pueda eliminar a una candidata de una carrera electoral".

Los entrecomillados forman parte de un editorial de Diario Red, fundado y dirigido por Iglesias, en el que el propio titular es toda una elocuente declaración de principios: "Cuidado con lo que se celebra". Bajo este epígrafe explican que, si bien la líder de Reagrupamiento Nacional "es una personalidad execrable, protagonista sin ninguna duda del auge de las extremas derechas en Europa" y que sin sus discursos de odio "es difícil entender la fortaleza de la que hoy disfrutan numerosos movimientos reaccionarios", "no puede nublar la reflexión de fondo sobre la judicialización de los procesos políticos", alerta.

Pide cautela "antes de celebrar sin crítica ninguna que un juez pueda eliminar a una candidata electoral"

A pesar del "desprecio que inevitablemente debe generar Marine, orgullosa hija del negacionista Jean-Marie Le Pen es necesario -defiende Iglesias en el editorial de su diario digital- guardar profunda cautela antes de celebrar sin crítica ninguna que un juez pueda eliminar a una candidata de una carrera electoral en la que, por cierto, partía como favorita junto a Mélenchon". Alude al líder de la Francia Insumisa, referente de Podemos en el país galo, y con quien, muy probablemente se mediría en caso de no estar finalmente inhabilitada para 2027.

Le Pen no dudó en calificar su inhabilitación de "decisión política" para impedir concurrir a las presidenciales francesas, lo que ahora no está muy claro. La líder ultra señaló que millones de sus compatriotas "van a verse privados por un juez de primera instancia, sin posibilidad de recurso, de la candidata que actualmente se considera favorita en las elecciones presidenciales. Esto debería escandalizar a quien defienda la democracia o el Estado de derecho". Y, además, no ocultó su voluntad de presentarse a las elecciones, llegado el caso,"estando condenada y con un recurso en marcha" puesto que éste "es un proceso creado por adversarios políticos", al mejor estilo del argumentario del presidente estadounidense, Donald Trump.

Iglesias defiende que la "judicialización" es más dañina para la izquierda

Sigue insistiendo el editorial de Diario Red, en una línea parecida a la de Le Pen, en que "mucho cuidado al brindar por la judicialización de la política; es peligroso". A los ultras hay que "ganarles en las urnas, de la mano del movimiento obrero, feminista, ecologista y antirracista organizado y movilizado. Esa ha de ser la estrategia", abogan. Agrega el texto que, además, "la dinámica de la judicialización es, en términos absolutos, perjudicial para la izquierda. Los casos de Le Pen, Georgescu y Bolsonaro palidecen ante la descomunal evidencia del uso del poder judicial contra líderes de la izquierda europea y latinoamericana", para enumerar a continuación los casos de Lula da Silva, Cristina Fernández de Kirchner o Rafael Correa.

Curiosamente no se emplea en el editorial el término lawfare, popularizado en España por Podemos, quien se consideró víctima sistemática de una guerra judicial con motivaciones políticas. Un término asumido en los últimos tiempos por el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para contraatacar a la justicia tras la imputación de su esposa, Begoña Gómez.

Además, "con el apoyo mediático en Francia, Le Pen y su cohorte ultra podrán perfectamente colocar a un nuevo candidato y agrandar su figura sobre la base de la victimización". Por eso, el episodio de desvío de fondos europeos que perseguía desde años a Le Pen "puede haber llegado finalmente a un punto de resolución, pero en ningún caso cierra el debate político que le sigue a una decisión de esta magnitud", concluye la nota editorial.

No obstante, el recurso presentado por Le Pen contra su condena de cinco años de inhabilitación 'inmediata' para ejercer cargo público puede resolverse en verano de 2006, abriendo un resquicio a la posibilidad de concurrir a las presidenciales de un año después. Así lo comunicó el pasado martes el Tribunal de Apelaciones de París