Tras reestructurar el área de Organización y situar al frente a cuatro dirigentes de manera interina, hasta el próximo comité federal del PSOE, Pedro Sánchez tiene como hoja de ruta aguantar. Aguantar hasta 2027. Durante el último fin de semana, en las horas posteriores a la caída de Santos Cerdán por el demoledor informe de la Guardia Civil que le apuntaba como jefe de una presunta trama corrupta, el presidente ha barajado todas las opciones, pero ha resuelto que no adelantará elecciones, como algunos le piden en su partido, porque sería una "irresponsabilidad" entregar el Ejecutivo a PP y Vox, dando por sentado que perdería en las urnas. A las derechas, de hecho, les reta a que le presenten una moción de censura. Tampoco dimitirá, ni convocará un congreso extraordinario del partido, ni planteará una cuestión de confianza. "Mi deber como capitán es tomar el timón, capear la tormenta y tomar las medidas necesarias para recuperar la confianza. Mi deber es proteger el Gobierno de coalición progresista".
Es la divisa con la que se presentó el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno ante los medios este lunes. Compareció por segunda vez en la sede de Ferraz por segunda vez en apenas cuatro días y por segunda vez también en los últimos siete años, porque desde que llegó a la Moncloa no había pisado la sala de ruedas de prensa de su partido. El jefe del Ejecutivo dio la cara ante los medios tras una larga reunión con su ejecutiva, de casi cinco horas.
Sánchez deja atrás el duelo, el gesto contrito y afligido del pasado jueves para pasar al ataque, a la ofensiva, para sentenciar, también de puertas adentro, que no se rendirá para entregar la Moncloa a PP y Vox
El Sánchez de este lunes poco tenía que ver con el Sánchez contrito y de gesto afligido del pasado jueves. Esta vez optó por salir al ataque, por reafirmarse en sí mismo. El duelo por el gravísimo caso Cerdán, el mismo que ha noqueado a su partido, que ha infiltrado hasta el corazón el pánico, la tristeza, la indignación y la desolación, ha quedado atrás. El presidente quiso dejar claro, a la oposición, a sus socios de investidura y a los suyos en el PSOE que no desistirá, que no tirará la toalla, que buscará la remontada sin alterar el guion de la legislatura. No va a rendirse para entregar las llaves de la Moncloa a PP y Vox, y esa fue una idea constante a lo largo de los 39 minutos de su comparecencia, tanto en su exposición inicial como en los cinco turnos de preguntas.
El líder socialista se retiró este fin de semana a reflexionar, al habla telefónica con su núcleo duro, primero desde la finca toledana de Quintos de Mora y después de la Moncloa. Pensó en "todas las opciones posibles", reconoció cuando le inquirieron si tuvo encima de la mesa la dimisión, pero al final se dejó guiar por "el interés del país y del partido" para tomar una decisión. Y después de "evaluar y razonar" esas alternativas, determinó que había que continuar, porque el Gobierno fue elegido para hacer "muchísimas cosas", está haciendo "más" incluso de las que podían esperarse pese a la precariedad parlamentaria, y ha habido una, la lucha contra la corrupción, en la que reconoce haber "fallado", de modo que ahora su labor es tratar de recomponer la confianza que "eventualmente haya podido ser perdida", por los ciudadanos. "No somos perfectos, pero vamos a actuar", se podrán haber cometido "errores", "sufrir traiciones", pero hay "algo claro", remarcó: el PSOE es una "organización limpia", que no hará "ni como el PP ni como Vox", que por tanto no "tapará la corrupción que surja" en sus filas, ni va a "perseguir" a los que denuncian, ni va a dar cobijo a "policías patrióticas", ni va a impedir a los periodistas que hagan su trabajo, ni tienen una "sede pagada en b". "Vamos a dar la cara", prometió.
Sostiene que el PSOE ha "fallado" en uno de sus compromisos, el de la lucha contra la corrupción, no en el resto, y ese error, a su juicio, no merece que concluya la labor del Gobierno de coalición. Su partido es "una organización limpia"
¿Qué hará a partir de ahora? En todo momento, Sánchez incidió en que el PSOE no es como el PP, remarcó que cuando emerge un caso de presunta corrupción —y ahora lo que hay es un informe de la UCO, pero no una sentencia judicial, reiteró—, lo ataca. Actúa "con contundencia". Así, repasó que la ejecutiva de este lunes resolvió el expediente que pesaba sobre el exministro José Luis Ábalos y aprobó su expulsión definitiva como militante —16 meses después de que estallara el caso Koldo—, que Santos Cerdán solicitó su baja voluntaria como afiliado y renunció a su acta de diputado en el Congreso, y encargó una nueva auditoría externa e independiente de las cuentas de partido.
Una renovación tal vez más limitada
La dirección también aprobó su propuesta para que las riendas de la Secretaría de Organización, clave en el organigrama socialista, las asuman interinamente cuatro personas —los miembros de la ejecutiva Cristina Narbona, Borja Cabezón y Montse Mínguez y también la gerente del PSOE, Ana Fuentes—. Ellos cuatro se harán cargo del aparato hasta el próximo comité federal, que se celebrará finalmente en Madrid (y no en Sevilla, como se había previsto), y en él propondrá el nombramiento de un nuevo responsable de Organización y de un "equipo" que le arropará en esa área. Es decir, la prometida reestructuración de la ejecutiva tendrá un perímetro más acotado: se limitará a una renovación de la quinta planta, del aparato.
El presidente comparecerá en el Congreso "en la primera fecha disponible" y además promoverá la creación de una comisión de investigación sobre el 'caso Koldo'. No habrá ni cuestión de confianza ni cambios en el Ejecutivo
Sánchez se comprometió a comparecer en el Congreso "en la primera fecha disponible" para responder a las preguntas de todos los grupos y su partido promoverá la creación de una comisión de investigación del caso Koldo en la Cámara baja. A lo largo de la semana, como ya había anticipado la Moncloa, se reunirá con todos los aliados de investidura para "conocer sus propuestas" y estudiar con ellos "acciones complementarias", y el PSOE asumirá todas las iniciativas "proporcionales y útiles" que planteen. La ronda comenzó esta tarde con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, su socia de coalición y fundadora de Sumar. El líder socialista descartó tajantemente tanto una cuestión de confianza —que seducía a algunos dirigentes, incluso de su propio Gobierno— como los cambios de caras en su Ejecutivo.
Dijo más a PP y Vox: que presenten esa moción "cuanto antes", porque tras el verano "a lo mejor" hay resoluciones contrarias a los conservadores de algunas de esas causas pendientes y entonces "se verá quiénes son los delincuentes". "Es evidente que, y lo dije yo en primera persona, que nos equivocamos en confiar en Ábalos y Cerdán. Lo siento y asumo esa responsabilidad por ese error", pero no puede aceptar la "idea absurda" de que en materia de corrupción "todos somos iguales", como tampoco de que quienes "necesitan de las políticas" del Ejecutivo progresista se queden sin ellas.
Las elecciones son cada cuatro años, así ha sido y así seguirá siendo", "no vamos a permitir que la posible corrupción de unos pocos ponga en peligro el buen rumbo del país", remarca
Ahí se acaba, al menos de momento, la respuesta del presidente al caso Cerdán. Lo que siguió fue una justificación de por qué seguirá tanto al frente de su partido como del Ejecutivo. Su Gabinete mantendrá su hoja de ruta y los "compromisos asumidos en el debate de investidura", su propósito de "avanzar y no retroceder". Así que no adelantará las generales. Un mensaje rotundo tanto para los suyos como para la oposición: "Las elecciones son cada cuatro años, así ha sido y así seguirá siendo", "romper la estabilidad de un país como España" para convocar comicios sería ponerlo "en manos de la peor oposición" de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, sostuvo, asumiendo por tanto que si hubiera urnas él perdería la Moncloa. "No vamos a permitir que la posible corrupción de unos pocos ponga en peligro el buen rumbo del país", que "eche por tierra la integridad de una de las administraciones más limpias, y que tumbe al mayor Gobierno progresista que aún queda en pie en la UE", adujo.
A los críticos, que hablen en el comité federal
Sánchez reivindicó que aunque los socialistas no han "estado a la altura en una" de las cuestiones para la que fueron elegidos para dirigir el país, sí han cumplido con el resto. Y aquí venía el reto a PP y Vox: "Si están tan convencidos" de que el Ejecutivo ha perdido su mayoría parlamentaria, "que presenten una moción de censura", y "digan qué modelo de país quieren, que suban a la tribuna y lo expliquen". A su juicio, "entregar las riendas del país a una coalición de PP y Vox, con una agenda reaccionaria", con una treintena de casos de corrupción pendientes que "involucran a cargos actuales" (aludía al partido de Feijóo) o con multas por financiación irregular (caso de la formación de Abascal), sería una "tremenda irresponsabilidad".
El líder socialista reivindica que "siempre" ha respetado el ámbito de decisión de cada uno de los comicios, aunque inevitablemente tengan una dimensión nacional. Pero alega que ni provocó un 'superdomingo' en el pasado ni lo hará ahora
Para el presidente, uno de los "errores" de la derecha es la crítica que le hace constantemente de que se "aferra" al poder, de que es "un okupa que haría cualquier cosa", cuando lo que hace es defender "con convicción" sus ideales, y él representa no solo al PSOE, dijo, sino a "millones de personas" que rechazan un Ejecutivo de PP y Vox. Reivindicó que su partido actúa con "indicios sólidos". Y en ese punto se remitió al supuesto amaño de dos papeletas en las primarias de 2014 que él ganó frente a Edu Madina, una manipulación de la que hablaban Cerdán y García y que recoge el informe de la UCO. Como se le ha reprochado que minimizase lo ocurrido, recordó que ni siquiera se sabe si esos fueron los hechos, porque "¿dónde están las pruebas?".
La comparecencia de Sánchez, por tanto, no venía a responder a las demandas de parte del PSOE. Él contó que había conversado en los últimos días con algunos barones territoriales —cinco de ellos se sientan en su Consejo de Ministros y una sexta, Francina Armengol, es la presidenta del Congreso— y que hablará con los demás próximamente. Y al menos sí les garantizó que no habrá superdomingo, uno de los temores de las federaciones socialistas. Que ni ha pensado ni pensará en ello, que siempre ha "respetado el ámbito de decisión" de los ciudadanos y eso "va a seguir siendo así", aunque también recordó que toda elección acaba teniendo una "dimensión nacional". Pero superdomingo, la suma de generales, autonómicas y municipales, ni lo "ha hecho" hasta ahora, ni lo va "a hacer". Lo que no precisó es si las legislativas se celebrarán antes de las regionales y locales, como ocurrió en 2019 (y como le pidió en público el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page), o después, como pasó en 2023.
Su hoja de ruta sigue siendo la de agotar la legislatura, pero no precisa si las generales se celebrarán antes de las municipales y autonómicas o después
No obstante, añadió, quien esté en desacuerdo dentro del partido con lo que plantea, que lo diga. Fue uno de los últimos mensajes que dejó en la rueda de prensa de este lunes y suficientemente elocuente para los dirigentes socialistas. Sánchez consideró "muy importante" que se hubiera producido un debate de casi cinco horas en la ejecutiva, y emplazó a los compañeros que "legítimamente plantean distintas opciones, que intervengan" en el comité federal del 5 de julio, que lo hagan "en los órganos internos", que la crítica "será bienvenida". De hecho, la "democracia interna" del PSOE es la que "garantiza su autonomía" y empezó, subrayó, con las primarias de 2014 que convocó Alfredo Pérez Rubalcaba y que él ganó.
"¿Cómo me enfrento a unos rumores?"
También aprovechó Sánchez para advertir de que no hay nada en el informe de la UCO que apunte a ninguna financiación irregular del PSOE, porque cuando en una conversación Koldo García habla del "impuesto" se estaba refiriendo a la contribución que los cargos públicos socialistas hacen al partido para sostener la organización. Se manifestó asimismo "tranquilo" cuando se le preguntó si cree que pueden aparecer grabaciones del exasesor de Ábalos que le puedan comprometer.
El presidente limita el caso a que "han fallado dos personas", Ábalos y Cerdán, ambos ya fuera del partido, y no tres porque Koldo García no era de su máxima confianza
Incluso encaró con un ánimo distinto la caída de Cerdán. Explicó que él mismo, en lo personal, está sufriendo los "ataques" de asociaciones de ultraderecha en causas que están judicializadas y que "no obedecen a ninguna verdad". Se refería, obviamente, a las investigaciones que pesan sobre su mujer y sobre su hermano. "Entonces, ¿cómo me enfrento a unos rumores?", se preguntó. Es decir, que si no actuó contra su ya ex número tres es porque no tenía más que eso, "rumores", a los que no podía atender. Y ha actuado con el informe de la UCO sobre la mesa, algo que "no hace ninguna otra organización política", que toleran desde casos de corrupción —recordó que Feijóo fue elegido en 2022 como líder del PP para que no aflorara la supuesta corrupción del entorno de Isabel Díaz Ayuso— o negligencias en emergencias catastróficas —la gestión de la dana por parte de Carlos Mazón—, o hasta la financiación irregular (en el caso de Vox). Sánchez, de hecho, limitó el origen de la crisis a dos personas, Ábalos y Cerdán, y no tres. "Han fallado dos personas, no me diga que son tres porque Koldo García no era de mi máxima confianza", precisó a un periodista.
El presidente se dirigió a los periodistas minutos después de que Santos Cerdán solicitara su baja voluntaria de militancia y que abandonara su escaño en el Congreso. Una renuncia al acta registrada a las 15.09, un gesto clave para su complicado futuro procesal y un pequeño respiro para su hasta ahora partido, que tenía el alma en vilo por si se aferraba a su sillón en la Cámara baja.
La fotografía de los dos últimos secretarios de Organización, ambos investigados por presunta corrupción, juntos en el Grupo Mixto habría sido directamente insoportable para el PSOE. José Luis Ábalos sí que retiene su escaño, pero esta mañana fue expulsado como afiliado, 16 meses después de que Ferraz le suspendiera cautelarmente tras el estallido del caso Koldo, y después de que la dirección remolonease mucho.
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11 Comentarios
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hace 1 segundo
Encuestas de intención de voto de Andalucía de hoy mismo:
Entre PP y VOX casi llegan al sesenta por ciento de intención de voto, y se anuncia colaboración de ambas formaciones en temas de interés ciudadano, especialmente sanidad.
PSOE-A de Marichusma Montero, cuesta abajo y sin frenos.
Recuerdos al idiota de abajo de las idioteces de privatizaciones.
hace 2 horas
Este hombre parece ser que no ha leído la encuesta de Tezanos.
hace 2 horas
Es lo que tienen los tahures, que tienen las cartas marcadas, y por eso, con dos cojones, reta al resto de «jugadores» en «igualdad de condiciones»….
Delincuente, sinvergüenza, inmoral…y para El » amigo Filemon»… Si que va a tener que hacer recortes, eso ya se sabe, porque la fiesta de estos jilip*ollas la vamos a pagar los ciudadanos, porque este derroche no hay quién lo soporte.
Pero es a lo que nos abocan…por desgracia.
hace 2 horas
Pedro Sánchez pide comprensión a los españoles: «Son las cinco y no he comido».
«DAN GANAS DE INCORPORAR UN POQUITO DE CIANURO»: ¿ Les suena de algo ?:
hace 2 horas
Tres cuartos de hora insoportables para hacernos “un Rubiales”.
Qué pena ver al presidente de tu país en un ejercicio de cobarde supervivencia, pensando que los que cuelgan de su cuerda no se van a soltar y que por lo tanto él puede seguir, aunque esté moralmente en la más absoluta de las miserias.
hace 3 horas
Es decir, que la pseudo-izquierda, después de mostrar su «preocupación» por la oleada de corrupción, le han asegurado su apoyo parlamentario, a cambio de seguir con sus silloncitos y sus transferencias.
hace 3 horas
vamos, que prefiere que le siga saliendo sangre del pijo… jajajaj
ya se entiende lo del maquillaje… es que estaba pálido… sin sangre.
hace 3 horas
Totalmente de acuerdo con Pedro Sánchez, hay que esperar a que las aguas vuelvan a su cause, convocar elecciones ahora mismo solo le interesa a la derecha del PP y a la ultraderecha de Vox, a los españoles nooo, si por mala suerte ganan las derechas a los españoles solo les espera recortes a todo lo público en beneficio de las privadas, para los españoles les quitarán todo lo que puedan,, solo hay que mirar a Trump en EEUU, , eso nos espera a los españoles como ganen PP y Vox
hace 4 horas
Con PP y Vox solo nos espera recortes a todo lo público en beneficio de las privadas
hace 4 horas
Totalmente de acuerdo con Pedro Sánchez, hay que esperar que las aguas vuelvan a su cause, convocar elecciones ahora mismo solo le interesa a la derecha del PP y a la ultraderecha de Vox, a los españoles nooo, si por mala suerte ganan las derechas a los españoles solo les espera recortes a todo lo público en beneficio de las provincias,, para los españoles, le quitarán todo lo que puedan, solo hay que ver al Trump en EEUU, eso nos espera con Vox y PP
hace 4 horas
Como era previsible Pedro, el de la luz, se aferra al sillón. Dice:
«sería una «irresponsabilidad» entregar el Ejecutivo a PP y Vox. A las derechas, de hecho, les reta a que presenten una moción de censura»
Es decir, piensa que si convoca elecciones perdería y ganaría lo que llama la derecha o ultraderecha y eso es una irresponsabilidad.
Menosprecia al pueblo, a la elección que pudiera hacer el pueblo, que importa lo que piense el pueblo?
Eh aquí la decisión y manera de pensar de » un demócrata»
Que le den por saco al idiota ese soberano, yo si que se lo que quiere y para ello no necesito que se pronuncie.
Núñez, presente la moción de censura con solo un punto: convocar elecciones lo antes posible.