Pedro Sánchez considera que la cumbre de la OTAN en La Haya concluyó este miércoles con "éxito", de forma positiva para España y para el conjunto de la Alianza. Porque el Gobierno al final consiguió el objetivo pactado con el secretario general de la organización, el holandés Mark Rutte: que España siga su propio camino para cumplir con los objetivos de capacidades asignados. Y el gasto militar será del 2,1%, una "inversión suficiente, realista y compatible con nuestro modelo social". No más allá de eso. El presidente español había sido uno de los líderes firmantes, minutos antes, de la declaración final de la cita en Países Bajos. Un texto de apenas cinco puntos en el que los jefes de Estado y de Gobierno de la Alianza manifiestan su "compromiso inquebrantable con la defensa colectiva" y en el que "se comprometen a invertir anualmente el 5% del PIB en necesidades básicas de defensa, así como en gastos relacionados con la defensa y la seguridad, de aquí a 2035".

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No hay ninguna excepción clara, pero se habla simplemente de "nosotros", "los aliados", en genérico, sin expresiones menos ambiguas como "todos los aliados", que España se congratula de haber eliminado gracias a su pacto con Rutte. Esa vía de escape, junto al intercambio de cartas del pasado domingo con el secretario general de la OTAN, permite a Sánchez incidir en que nada ha cambiado desde su comparecencia del pasado domingo. Para el presidente, la declaración conjunta avala por tanto la posición española: esto es, un gasto militar menor al 5% de aquí a diez años siempre y cuando se cumplan con los objetivos de capacidades (capability targets) comprometidos.

"Gana la OTAN, gana España y gana algo muy importante para nuestra sociedad, que es la seguridad y el Estado del bienestar", celebró en la rueda de prensa de cierre de la cumbre en La Haya, una cita que concluye "con éxito" y en la que los 32 aliados han lanzado "un mensaje muy importante para nuestras sociedades y también lógicamente al mundo", que "la OTAN está unida y sale de esta cumbre con más fortaleza frente a los desafíos que afronta Europa y por supuesto también la relación transatlántica".

"Gana la OTAN, gana España y gana algo muy importante para nuestra sociedad, que es la seguridad y el Estado del bienestar", celebra Sánchez, que recalca que la cita acaba "con éxito" y que la organización sigue "unida" y más fuerte

Sánchez incidió en todo momento en que España pactó el pasado 5 de junio —o sea, "antes de ayer"— los objetivos de capacidades técnicas y humanas que los aliados tienen que desarrollar o adquirir durante los próximos años para fortalecer los "instrumentos de disuasión y de defensa colectiva". España está "firmemente comprometida" con esos objetivos y los cumplirá "en tiempo y forma", porque es un socio "fiable". Recordó que el pasado abril presentó el Plan industrial y tecnológico para la seguridad y la defensa, una inversión extra de 10.471 millones que permitirá llegar al gasto del 2% del PIB en 2025, una meta que se había fijado en la cumbre de Gales de 2014, cuando quien ocupaba la Moncloa era Mariano Rajoy.

Ese gasto del 2% era "obligado" porque el PP firmó esa cifra y en 2018, cuando dejó el poder, solo había llegado al 0,9% del PIB, por lo que en estos siete años, desde que él es presidente, se ha incrementado "un 70% el presupuesto en defensa". Ese volumen de inversión era por tanto "necesario" para cumplir los compromisos con OTAN y porque el Gobierno la considera una inversión "suficiente, realista y, lo que también es muy importante para España, compatible con nuestro modelo social, con nuestro Estado del bienestar, con los compromisos internacionales y multilaterales que son fundamentales también para el desarrollo, la estabilidad y la prosperidad de España, como son todos aquellos vinculados con el desafío medioambiental" o la cooperación humanitaria.

Un gasto del 2,1% es una inversión "suficiente, realista y compatible con nuestro modelo social, con el Estado del bienestar". Reivindica el presidente que no es una cifra "arbitraria", sino "rigurosa"

Sánchez, por tanto, se reafirmó en que su Ejecutivo no irá más allá del gasto del 2,1%, por mucho que la declaración final invoque el 5%. Ante los periodistas, recordó que esa cifra, el 2,1% del PIB es la que resulta del cálculo que hacen las Fuerzas Armadas Españolas. Es decir, que es el Ejército el que ha calibrado que para cumplir con los objetivos marcados en el seno de la Alianza se puede responder con un 2,1%. "No he sido yo. Al contrario, creo que en esta cuestión quien no ha sido en absoluto arbitraria es España. Hemos sido absolutamente rigurosos porque queremos cumplir con la Alianza Atlántica. Porque nosotros somos un socio fiable. Un socio que está dentro de los cinco países OTAN que más tropas desplegadas tienen en el Frente Oriental".

La clave, para el presidente, está por tanto en el cumplimiento de los objetivos. "No en cuánto nos vamos a gastar". "Una alianza se basa en qué capacidades necesitamos aportar cada Estado miembro para hacer frente a los desafíos comunes que tiene esa alianza. Esa es la posición que ha tenido siempre España y me parece que es de pura lógica, de puro sentido común", subrayó.

El líder socialista se apoya en la "flexibilidad" reconocida por Rutte y en las cartas intercambiadas con él. Pide que se respete su criterio, como él respeta el deseo de otros aliados a gastar más

Sánchez no se siente ni desmentido ni corregido por Rutte, porque "tanto en la declaración" de la cumbre como en las cartas que se ha intercambiado con él en los últimos días, "queda clara cuál es la posición" y la "solución" encontrada. Por un lado, "flexibilidad". Y por otro, la literalidad de esas misivas. La declaración, escribió Rutte (y citó Sánchez), "dará a España la flexibilidad para determinar su propio camino, para alcanzar sus objetivos en capacidades y determinar los recursos anuales necesarios como el porcentaje del PIB". "Por tanto, quien quiera entenderlo, que lo entienda. Se respeta la soberanía nacional de nuestro país y es muy relevante decirlo porque nosotros hemos respetado la del resto. Si hay países que quieren gastar o invertir el 5, el 6, el 7%, nosotros no podemos ponerlo en duda ni en cuestión, respetando su soberanía". Es decir, que España cree que podrá cumplir con sus compromisos dedicando el 2,1% de su PIB y pide que se respete su criterio, igual que Madrid respeta a los que, empujados por Donald Trump, prefieren destinar más recursos. En 2029 se examinará el cumplimiento de los objetivos. En definitiva, lo que el Gobierno ha buscado, y ha conseguido, presumió, es "salvaguardar el interés nacional de España" con la preservación de la "unidad" de los 32 aliados.

La cumbre arrancaba este martes con unas declaraciones del mandatario norteamericano antes de emprender vuelo hacia La Haya, en la que acusaba a España de ser un "problema" para la OTAN. El presidente, ya lo decían en su equipo en las horas previas, quería evitar el choque con Trump. Durante la cita, reconoció, no tuvo "ocasión de poder saludarle ni de poder intercambiar unas palabras con él". En realidad, las imágenes del encuentro en Países Bajos sorprendieron porque se vio a Sánchez, un líder que hasta ahora se ha movido cómodo en la arena internacional, más aislado que de costumbre, inusualmente solo. Algo a lo que él le restó toda la importancia. "Soy un presidente que lleva siete años, conozco a todos los interlocutores", alegó, recordando también que con Trump ya había estado en su primer mandato y si no coincidió con él en La Haya fue porque no se dio "la casualidad", pero "habrá más oportunidades". La sustancia, incidió, es otra: "Todos los Estados miembros saben de la garantía, de la confianza, de la predictibilidad, del compromiso que tiene España con la OTAN".

"España siempre es la solución, nunca el problema, nosotros aportamos soluciones", sostiene en respuesta a Trump. Sánchez insiste en que más gasto equivale a más impuestos o recortes y tiene claro que Feijóo sí habría asumido el 5% del PIB

"España siempre es la solución, nunca el problema, nosotros aportamos soluciones", mantuvo, en clara respuesta a Trump. "Defendemos con convicción nuestras posiciones y creo que además son compartidas por la mayoría social de nuestro país. Estamos hablando de que si hubiéramos aceptado lo que se había propuesto, España tendría que destinar de aquí al año 2035 más de 300.000 millones de euros. ¿De dónde salen esos recursos? ¿De más impuestos a la ciudadanía? ¿De recortes en el sistema de educación, de sanidad, de pensiones? —se preguntó, devolviendo el debate al punto al que lo llevó el pasado domingo—. Cuando yo escucho al jefe de la oposición y a la oposición criticar la postura que ha tenido el Gobierno de España, me queda claro que si hoy hubiera otro presidente del Gobierno aquí, hoy España habría firmado el 5% del PIB en defensa". Un mensaje, obviamente, destinado al PP y a su líder, Alberto Núñez Feijóo, necesariamente aliado de Vox, la fuerza totalmente alineada con Trump en España.

El líder socialista agradeció el respeto de todos los aliados a la soberanía de España para decidir su gasto y garantizó que España seguirá siendo una pieza clave en la arquitectura de seguridad europea. Pero lo hará con ese 2,1% de PIB en gasto militar. Un porcentaje con el que pretende cubrir tanto el presupuesto en defensa pura —la propuesta de Rutte, y la firmada en La Haya, es que ha de ser del 3,5%— como en otros gastos relacionados con la defensa (ciberseguridad, protección de infraestructuras críticas, impulso de la innovación...) —un 1,5%, según lo suscrito por los aliados—. Es decir, que España prevé un gasto "sostenido" en el tiempo del 2,1%, y no del 5%. El 2,1% incluye por tanto la inversión en las dos categorías (la del 3,5% y la del 1,5%).

El esfuerzo del 2,1% será "sostenido" en el tiempo, y engloba tanto la defensa pura como el gasto relacionado con ella. Sánchez rubrica que agotará la legislatura en 2027 y que será candidato de nuevo

El examen de 2029 dirá si el Gobierno ha cumplido con sus compromisos a mitad de camino. "Yo le agradezco que me haga esa pregunta para 2029, porque eso me da ánimo a pensar que a lo mejor continúo siendo presidente del Gobierno. Ya veremos, eso serán los españoles" los que lo decidan, bromeó ante la prensa. Lo que sí certificó Sánchez es que pretende agotar la legislatura cuando toca, en 2027, y que en las generales de ese año concurrirá de nuevo como candidato socialista.

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