Presidente del Gobierno de Aragón y líder del PSOE aragonés, Javier Lambán protagonizó un conflicto persistente con la dirección federal del partido bajo el liderazgo de Pedro Sánchez. Más que un enfrentamiento episódico, su trayectoria fue un hilo coherente que apeló a los valores del PSOE y cuestionó la estrategia y la disciplina interna socialistas. La hemeroteca de El Independiente permite reconstruir esta pugna con precisión cronológica, mostrando cómo Lambán combinó independencia política, defensa de la militancia y rechazo a determinadas iniciativas gubernamentales como la ley de amnistía.

Primeros desencuentros: críticas públicas y una rectificación forzada

El 30 de noviembre de 2022, Lambán rompió el pacto de silencio que muchos barones del PSOE mantenían sobre el líder federal al afirmar que “a España le habría ido mejor con otro líder en el PSOE”. La reacción de Ferraz fue inmediata: dos días después le ordenaron rectificar de inmediato sus críticas. Sin embargo, Lambán no solo no suavizó sus posiciones, sino que intensificó su perfil heterodoxo. En diciembre de 2022 respaldó a Emiliano García-Page en su demanda de agravar las penas para los dirigentes del 1-O y reforzar el Estado, expresando un enfoque que priorizaba la legalidad y la estabilidad institucional frente a la complacencia política y las necesidades circunstanciales.

Críticas sostenidas y enfrentamientos internos

En 2023, la actitud crítica de Lambán se proyectó en dos cuestiones: la estrategia política del partido y la gestión orgánica interna. En abril, en vísperas de las elecciones autonómicas que supusieron un enorme varapalo para el PSOE (también en Aragón donde Lambán hubo de ceder el poder al popular Jorge Azcón), y mientras Page mantenía un perfil más conciliador, Lambán apareció como uno de los líderes más críticos con Sánchez. En mayo, apoyó públicamente a Isabel Díaz Ayuso en su conflicto con el ministro Bolaños a cuenta de su presencia en los actos del 2 de Mayo, subrayando que “un ministro no es fundamental en un acto autonómico”, gesto que sorprendió a la dirección federal.

El mes de junio reveló las fuertes tensiones con Ferraz por el control de las listas para las generales del 23-J: los cambios en las de Valencia, Castilla y León y Aragón provocaron un malestar interno profundo, con Lambán y Page plantando al secretario general en reuniones de coordinación y el castellanoleonés Luis Tudanca mostrando su indignación por la imposición de nombres.

En septiembre de 2023, Lambán criticó la ley de amnistía que promovía el Gobierno para los líderes independentistas catalanes, advirtiendo que abriría “una vía de agua en la nave constitucional y la hundiría”, consolidando su imagen de barón dispuesto a cuestionar la línea oficial en defensa de la institucionalidad y los valores del PSOE.

2024: castigo a Lambán

El año siguiente estuvo marcado por confrontaciones más directas con la dirección federal. La fusión de estructuras con Moncloa y la reorganización interna del PSOE se percibieron como un “castigo a Lambán”, apeado del poder en Aragón pero todavía al mando del partido en la región.

En mayo, Lambán denunció públicamente que la militancia había sido “humillada” en la confección de las listas europeas y decidió no acudir al Senado para votar la ley de amnistía, calificando la participación de “insoportable deslealtad conmigo mismo”. La dirección del PSOE le abrió expediente disciplinario, mientras Felipe González salió en su defensa: “Si le sancionan, me sancionan a mí”.

Ese verano, Lambán mantuvo su línea crítica sobre la política territorial y la orientación del partido, advirtiendo sobre los riesgos de la soberanía fiscal catalana y vaticinando un “resultado catastrófico” para un PSOE que estaba “desdibujando su proyecto”. En septiembre, Page, cómplice habitual de Lambán en la resistencia orgánica a Sánchez, expresó su preocupación tanto por el país como por “los valores más esenciales de la izquierda” a su llegada al Comité Federal, mostrando que incluso los barones más cercanos a Sánchez compartían la inquietud sobre la deriva del partido.

Retirada institucional pero no política

El relevo en el PSOE de Aragón cerró el capítulo político de Lambán. En enero de 2025, Pilar Alegría se convirtió en líder regional sin primarias tras la retirada del candidato afín a Lambán y cinco días después el expresidente aragonés anunciaba su renuncia al acta de senador y su retirada de la vida política: “Pongo fin a mi vida política institucional”.

A pesar de su paso atrás, mantuvo sus críticas a la dirección federal, reflejando que la pugna con Sánchez no había sido meramente personal sino estructural: un choque de visiones sobre valores, lealtad y autonomía dentro del partido. Recientemente, tras el escándalo que obligó a la renuncia del secretario de Organización Santos Cerdán, Lambán señaló que él y Sánchez estaban “indisolublemente unidos”.