Son nueve los presidentes autonómicos del PSOE, pero solo dos los claramente distanciados de Pedro Sánchez: Emiliano García-Page y Javier Lambán, ambos al frente de sus respectivas comunidades, Castilla-La Mancha y Aragón, desde 2015. Ambos se alinean respecto a Ferraz, ambos persiguen un tercer mandato consecutivo, ambos buscan regionalizar sus campañas, pero su situación de partida de cara al 28-M es distinta: la disputa se atisba mucho más apretada en Aragón —y no lo niegan ni en la dirección autonómica ni en la cúpula federal— y en principio bastante más despejada en Castilla-La Mancha, en la que el partido da por hecho que podrá reeditar su actual mayoría absoluta. No le vale otro resultado a Page para continuar al frente de su Ejecutivo, pues no dispondrá de muletas a su izquierda ni a su derecha, así que la alternativa es la suma de PP y Vox.

En los dos territorios, conceden que el clima ha cambiado en los últimos meses a favor del PSOE. Tras un diciembre "muy duro" —lo define así una alcaldesa de Aragón—, en el que el partido se removió por la aprobación de la reforma de la malversación, que el tiempo probó no tener nada de recorrido, el arranque de 2023 se enredó por la ley del sí es sí. Pero luego Sánchez fue capaz de retomar la iniciativa al imponer la reforma de la Ley de Garantía Integral de Libertad Sexual, pactada finalmente con el PP y con el rechazo de Podemos, y de pasar a la ofensiva. Hasta el punto de que ahora, a un mes exacto de las urnas, los temas que colonizan la agenda política son aquellos que quieren los socialistas: vivienda y Doñana. Y desde hace varias semanas, algo nada frecuente en un ambiente político que suele virar rápidamente y que quema y devora los temas, los titulares, rápidamente.

Incluso en Castilla-La Mancha y Aragón admiten que las medidas económicas y sociales del Gobierno "ayudan" o "al menos no restan", después de dejar atrás los meses peores por la malversación y el 'sí es sí'

En la convención municipal del 15 y 16 de abril, en Valencia, ya se percibió: el partido había perdido el miedo y estaba convencido, ahora sí, de que la gestión de Sánchez puede tirar de los candidatos socialistas. En las direcciones del PSOE en Aragón y Castilla-La Mancha también conceden que las medidas económicas y sociales del Ejecutivo central pueden "ayudar". "Al menos no resta, desde luego. Aquí estamos reivindicando su gestión. Lo que no queremos es que la campaña del 28-M sea una campaña nacional", indican fuentes próximas a Lambán.

"Hemos logrado que la gente tenga sentimiento de voto regional. Al final, la fuerza del debate local se impone. Pero sí, la evolución de los últimos meses crea otro ambiente. La gran ayuda fue la reforma del sí es sí, y las medidas del Gobierno nos ayuda. Todo aquello que refuerce la idea de que los socialistas gestionamos de manera diferente a la derecha contribuye. Que se vea que hay un denominador común, aunque el numerador, cada territorio, sea distinto", apuntalan desde el aparato del PSOE en Castilla-La Mancha. Otro dirigente también muy próximo a Page cree que las polémicas que ha arrastrado el partido en los últimos meses "sí han dejado poso". "Por eso lo que pedimos es que [en Ferraz y en la Moncloa] no se saquen ningún conejo de la chistera, que no toleren ninguna broma a Podemos —continúa este responsable—. No necesitamos que nos ayuden, pero al menos que no nos perjudiquen".

La relación de Ferraz con Lambán está ahora más engrasada, mientras que con Page continúa bastante más tensa. No obstante, Sánchez pisará ambos territorios en campaña y mitineará con ambos barones: el domingo 14 de mayo en Puertollano (Ciudad Real) y el jueves 18 en Zaragoza. Ambos, pues, antes del ecuador de campaña.

Unas Cortes muy fragmentadas

El PP ambiciona derrotar a los socialistas en las dos comunidades, aunque según las encuestas, lo podría tener más fácil en Aragón. En Ferraz y en la dirección regional reconocen que la lucha está mucho más complicada aquí, pero que en realidad nunca ha sido fácil porque el Gobierno se decide por muy pocos votos en unas Cortes regionales que estarán de nuevo muy fragmentadas y sin mayorías absolutas. El PSOE fue la primera fuerza en 2019, y obtuvo 24 escaños. Lambán armó un tetrapartito con Podemos (5), Chunta Aragonesista (3) y Partido Aragonés (3), y el apoyo externo de IU, una mayoría de 36 diputados, dos por encima de la mayoría absoluta. Enfrente, el PP (16), Ciudadanos (12) y Vox (3).

La última encuesta dibuja un crecimiento de PP y PSOE, con opciones de gobierno para las dos fuerzas. El problema para Lambán es la autodestrucción del Partido Aragonés

Los socialistas son conscientes de que incluso los populares, al engullirse a Cs, pueden quedar como primera fuerza, pero creen que su candidato, Jorge Azcón, todavía alcalde de Zaragoza, tiene más difícil conquistar el Gobierno, porque su suma necesaria con la ultraderecha puede espantar a la formación que con mucha probabilidad tendrá la llave de la gobernabilidad, Aragón Existe, que presenta como cabeza de cartel al diputado nacional de Teruel Existe, Tomás Guitarte. Además, el PSOE calcula que el tirón electoral de la plataforma de la España Vaciada puede ser limitado, entre dos y tres diputados.

La última encuesta, la de A+M para Heraldo de Aragón, del pasado 23 de abril, pronosticaba un crecimiento de PP y PSOE y situaba a los dos partidos con opciones de gobernar con pactos. El sondeo adjudicó 27-30 escaños al PP, 25-28 al PSOE, 3-5 a Chunta, 4 a Podemos, 3-5 a Vox, 0-2 al PAR, 1 a IU, 0-1 a Ciudadanos y 1-2 a Aragón Existe. Es decir, que las sumas serían posibles a izquierda y a derecha, aunque todavía pesan muchos elementos de incertidumbre.

Además, obviamente, de la participación, queda la duda de si el PAR, tras una total guerra interna que le ha hecho estallar en tres pedazos, mantiene un pie en el Parlamento, y de si también aguantará Cs. Sus resultados podrían determinar la formación del nuevo Ejecutivo. Al PSOE le ofrece cierto alivio que el PAR, pese a su implosión, haya logrado registrar 361 listas municipales, porque su implantación histórica en el rural puede ayudar a tirar de la marca en las autonómicas. Pero nada es seguro. Las otras dos escisiones del PAR se presentan en coalición: Aragoneses, la facción que lidera Elena Allué, con el PP, y Tú Aragón, la que encabeza Natalia Lascorz, con Cs. La que preserva la marca original, el PAR, que postula a Alberto Izquierdo como su cabeza de cartel, sería la más proclive a entenderse de nuevo con Lambán.

La clave de la capital

En el equipo más cercano a Lambán subrayan que las encuestas evolucionan "favorablemente" hacia él, que la tendencia es positiva. Admiten que el riesgo de perder el Gobierno "existe". En Ferraz, la lectura es la misma. Aragón, junto con Baleares, son los dos ejecutivos autonómicos que más peligran, mientras que La Rioja, comunidad de sociología muy conservadora, podría salvarse, creen, por la escisión del PP. La joya de la corona de este 28-M, no obstante, es y seguirá siendo la Comunitat Valenciana, el territorio más poblado (más de 5 millones de habitantes) en sus manos.

Hasta ahora, se daba por descontado que Zaragoza seguiría en manos del PP, pero ahora la aspirante socialista, aunque con dificultades, tendría opciones. Teruel quedaría para el PP, y Huesca para el PSOE

A favor de Lambán juega el perfil transversal que ha cultivado a conciencia —para atraerse votos de centro— y su capacidad de pacto, mayor que la del PP, que solo podría apoyarse en Vox y que tendría más difícil agregar a esa combinación a Aragón Existe, por su rechazo a la ultraderecha. En 2019, de hecho, en la noche electoral se pensaba que el PSOE perdía Aragón porque la izquierda no tenía mayoría, pero la decisión del PAR de sumarse a PSOE, Podemos y CHA decantó la balanza, aunque al cabo del tiempo acabaría rasgándole internamente.

Las sensaciones, señalan en la dirección del PSOE aragonés, "han cambiado", y el peor bache, creen, habría pasado. "Lambán tiene marca propia, no tanto por el distanciamiento con Pedro, sino por su identidad aragonesista. El partido está muy enchufado. Pero todo será a cara o cruz", apunta una alcaldesa. "Creo que ganaremos y gobernaremos", sanciona un miembro del equipo electoral del presidente.

Crucial será el resultado de las tres capitales. Los socialistas daban por perdida hasta hace pocos días Zaragoza. Daban por hecho que la sucesora de Azcón, Natalia Chueca, tendría más sencillo hacerse con la vara de mando. Pero la encuesta de A+M para Heraldo pintó un panorama más sombrío para ella: ganaría pero solo podría gobernar si Vox mantuviera su representación. El sondeo no garantizaba que la ultraderecha consiga escaño. De reproducirse ese escenario, el PSOE, segunda fuerza —y con la edil Lola Ranera como su apuesta—, podría sumar con Podemos, Chunta y Zaragoza en Común. Pero que entren las tres formaciones de izquierdas también es un escenario difícil. En 2019, los socialistas ganaron con Pilar Alegría, actual ministra de Educación y portavoz federal del partido, como candidata. No pudo hacerse con la alcaldía por el pacto de PP con Vox y Cs.

En Teruel, el PSOE asume, en línea con el estudio de A+M, que la actual regidora, Emma Buj (PP) subirá y repetirá, mientras que Huesca, capital que los socialistas consiguieron de rebote, sin esperarlo, podrían retenerla. Así, Luis Felipe seguiría siendo el primer edil. En cuanto a las diputaciones, el PSOE gobierna las tres: Huesca y Zaragoza, con mayoría absoluta, y Teruel, con el PAR. La previsión de la federación de Lambán es que las dos primeras continuarán en sus manos, mientras que peligra la última, la de Teruel, aunque, de nuevo, "el PP solo puede pactar con Vox".

El escándalo de las dietas

En Castilla-La Mancha, la seguridad de que se podrá revalidar el Ejecutivo es mucho mayor. En el entorno de Page insisten en que el ambiente es "mucho mejor que el de hace cuatro años, con mucha gente en los mítines y un cariño espectacular hacia el presidente". "No hay nada que haga pensar que puede haber un cambio", subrayan, apuntando que el escándalo de las dietas del cabeza de cartel del PP, Paco Núñez, le ha acabado "haciendo daño".

El mensaje en Castilla-La Mancha será sencillo: "O gobierna Page o gobiernan PP y Vox"

Núñez se ha visto obligado esta semana a devolver 16.000 euros a las Cortes regionales por haber cobrado indebidamente dietas por asistencia a plenos, que se perciben según la distancia a la que esté el domicilio del parlamentario. Cuando el líder autonómico del PP registró el suyo vivía en Almansa, pero luego se trasladó a El Casar y Toledo, cambios que no se registraron.

En 2019, Page logró 19 diputados, dos por encima de la mayoría absoluta, por los 10 del PP y los 4 de Cs. Ahora, aseguran en su círculo de máxima confianza, espera sentar a "entre 18 y 20" parlamentarios. La carta que va a jugar el presidente es la del voto útil: o él o la suma de la derecha y la ultraderecha. O sea, "o gobierna Page o gobiernan PP y Vox, no hay más", resumen. Y es que las Cortes tienen, tras la reforma estatutaria y de la ley electoral que introdujo María Dolores de Cospedal en su única legislatura en el poder, solo 33 escaños. Ya Podemos quedó fuera en 2019 y ahora se espera con que entren únicamente PSOE, PP y Vox. "Es decir, aquí solo hay dos opciones de gobierno, punto", repiten.

Lo cierto es que las últimas encuestas no afirman tan rotundamente que Castilla-La Mancha continúe siendo feudo seguro para el PSOE. Algunas señalan que el PSOE podría perder la absoluta y, con ella, el Gobierno. Pero en el equipo de Page recuerdan que en 2019 tampoco ningún sondeo —salvo los que manejaban internamente— vaticinaba una victoria tan rotunda, que finalmente se consiguió. Es más, la media de las encuestas apuntaba a que el PSOE cosecharía el 38% de las papeletas, y tuvo en las urnas un 44,1%. Y esa desviación, indican, podría repetirse ahora.

La fórmula de Bono, Barreda y él mismo

En cualquier caso, el presidente va a intentar "regionalizar al máximo la campaña". "Como hemos hecho siempre aquí", recuerdan. Porque es una tierra conservadora y la fórmula del éxito que explotaron Pepe Bono (1983-2004), José María Barreda (2004-2011) y él mismo después, es la de hacer del PSOE "el partido regionalista de Castilla-La Mancha", el que defiende los intereses de la comunidad por encima de los de Madrid. Ferraz está dejando hacer a los barones, les ha dado autonomía para que compongan la campaña que prefieran, aunque es consciente de que la gestión del Gobierno sí se empieza a notar que "suma", como por cierto reconocía abiertamente el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, este viernes en una entrevista en elDiario.es. En los mítines, Sánchez repasa los hitos de su Ejecutivo, las "reformas con derechos" que hacen crecer la economía y el empleo, dijo este mismo viernes desde A Coruña.

Los socialistas esperan mantener las alcaldías de Toledo, Guadalajara y Cuenca. Las de Ciudad Real y Albacete son más complicadas, pero no imposibles, alegan

Los socialistas gobiernan las cinco capitales de provincia —más Puertollano (Ciudad Real) y Talavera de la Reina (Toledo)— y las cinco diputaciones. Dan por seguro que podrán mantener la alcaldía en Toledo (Milagros Tolón), Cuenca (Darío Dolz) y "muy posiblemente" en Guadalajara (Alberto Rojo), y tienen más dudas respecto a Ciudad Real y Albacete. En ambas, han compartido el ejecutivo con Cs y se han repartido la vara de mando. En la primera, la socialista Pilar Zamora lideró los primeros dos años, y Eva Masías, de Cs, estos dos últimos. En Albacete, el turno contrario: primero dirigieron el ayuntamiento los naranjas y ahora el PSOE, con Emilio Sáez a la cabeza.

La dirección autonómica cree que ganarán incluso en estas dos últimas capitales, pero las sumas no serán tan sencillas por la desaparición de Cs. Ciudad Real, recuerdan, es una ciudad conservadora que ha sido gobernada casi siempre por la derecha —la excepción lo han sido estos últimos ocho años, con Pilar Zamora de alcaldesa o de número dos—, y Albacete, aunque sociológicamente más progresista, quedará a expensas de que pueda completar la mayoría Podemos.

La duda se extiende también a las diputaciones. Las de Toledo, Cuenca y Ciudad Real son hoy de los socialistas por mayoría absoluta, y las de Guadalajara y Albacete, sostenidas con Cs. Estas dos son las que están más en riesgo el 28-M. Pero confían en poder salvarlas. El PSOE castellanomanchego, como Ferraz, no es pesimista, y defiende que su resultado "va a volver a llamar la atención en toda España". En un mes se sabrá si el pronóstico se cumple.