Toda regla tiene una excepción. Y el real decreto ley de embargo de armas a Israel que este martes aprobó por fin el Gobierno también la tiene: se podrán aprobar en el futuro operaciones "excepcionales", de carácter extraordinario y puntual, siempre que sean autorizadas por el Consejo de Ministros. Es la cláusula de salvaguarda que el Ejecutivo se reserva por si le hace falta firmar adjudicaciones con Tel Aviv, algo a lo que Sumar, el socio minoritario de coalición, se opone.
El Consejo de Ministros acordó este martes, con María Jesús Montero al frente —Pedro Sánchez está en Nueva York por la apertura del 80º periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU—, el real decreto ley que anunció el presidente anunció el 8 de septiembre y que se ha retrasado por razones "técnicas". Ahora tendrá que seguir su camino hasta el Congreso, que deberá convalidarlo en un plazo de un mes. Y son necesarios, de nuevo, todos los socios de investidura si es que el PP rechaza el texto.
(Noticia en ampliación)
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