No hay cara y cruz. Ni cal y arena. Gobierno y PSOE se reconocen en otro mood y rechazan abandonarlo. Se sienten de subidón, como el propio Pedro Sánchez, y se han construido una coraza, también como él, para poder encarar las malas noticias. Para ser inmune a ellas. Para no dejarse vencer ni por el miedo ni por el desánimo. El partido ve como su líder. Se ha puesto sus mismas gafas. Y no ha dejado que la sensación de cierta euforia que le recorrió tras la comparecencia del presidente en la comisión de investigación del caso Koldo, en el Senado, se chafara este viernes con el auto del juez del Tribunal Supremo Leopoldo Puente, que pidió a la Audiencia Nacional que investigue los pagos en metálico del PSOE a José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García y también el "origen" de las cantidades en efectivo de las que el partido disponía en su propia sede.
El sentimiento que dominaba este viernes entre los socialistas no era el de pánico. Ni el de inquietud. Ni el de rabia porque apenas hubiera durado unas horas en sus labios la miel por el desempeño que percibieron eficaz de Sánchez en la Cámara alta, superando con nota el examen que decidió ponerle el PP. El clima reinante era de "tranquilidad". De "tranquilidad absoluta", como manifestaba desde Cádiz la vicepresidenta primera del Ejecutivo y número dos de los socialistas, María Jesús Montero. No hay financiación irregular del partido, reiteró, porque el PSOE actúa con "total transparencia" y tiene "la trazabilidad de todos los pagos que se hayan podido hacer, previa factura, de taxis, de hoteles y gastos de la actividad habitual de representación". Ferraz se comprometió en un comunicado a seguir colaborando con la Justicia y a aportar "la documentación bancaria que demuestra que todo el efectivo utilizado para responder a la liquidación de gastos procede [de] la cuenta bancaria del PSOE", domiciliada en BBVA.
La resolución del juez Puente supone un salto en dos sentidos. Por un lado, describe que el PSOE no verificaba que los gastos que le pasaban Ábalos y Koldo que se devolvían posteriormente no procedieran de una actividad "ilícita, o incluso delictiva", con lo que, al compensarlos, se estaría "blanqueando su procedencia". Es decir, que el exministro y su exasesor podrían estar usando el partido para blanquear dinero que ellos obtenían de forma presuntamente ilegal.
Pero otra segunda línea que desliza el magistrado afecta al propio PSOE. Porque "nada esclarece" que los fondos contabilizados en caja procedían en efecto de su cuenta bancaria en BBVA. "Es claro que, de haber existido pagos en metálico distintos de los efectivamente contabilizados, tampoco podrían estarlo los ingresos con los que aquellos se nutrían". Es decir, que si había una caja b de la que salían pagos en efectivo tampoco estarían contabilizados los ingresos con los que se alimentaba esa caja. Entre los pagos sin contabilizar, Puente menciona los indicios señalados por el propio Koldo, que deslizó que pudo haber recibido ingresos del PSOE "superiores a los efectivamente" consignados. También cita las declaraciones del comisionista Víctor de Aldama —en las que afirmaba que hacía pagos destinados al partido— y las de la empresaria Carmen Pano, que aseguró haber entregado un total de 90.000 euros en Ferraz, repartidos en dos visitas a la sede en octubre de 2020.
El PP disparó enseguida. Para la portavoz parlamentaria, Ester Muñoz, la inhibición del Supremo en favor de la Audiencia explica por qué Sánchez "mintió" o "no quiso dar explicaciones" durante su comparecencia en el Senado del jueves. Si hasta ahora la financiación irregular "sobrevolaba" al PSOE, ahora el auto del juez la "aterriza en la puerta de Ferraz". Y prueba, para Génova, que no vale de nada la información enviada el pasado 24 de octubre por la dirección de Sánchez al TS para acreditar los pagos en metálico no solo a Ábalos, Koldo o Santos Cerdán sino al equipo de la Secretaría de Organización.
Un creciente malestar con el juez Puente
Pero el auto de Puente no magulló al Gobierno y al partido. En público y en privado se seguían declarando "tranquilos". Lo que sí fue evidente fue un malestar creciente con el magistrado. Distintos dirigentes reseñaban la "casualidad" de que conociera esta decisión apenas horas después de que el presidente hubiera vencido al PP en su comparecencia ante la comisión Koldo en el Senado. Lo verbalizó públicamente el portavoz parlamentario socialista, Patxi López. En una entrevista en TVE, primero aludió a la "tranquilidad" que reina en el partido, porque todos saben que "detrás de ciertas investigaciones no hay absolutamente nada delictivo". Pero preguntado a continuación si veía coincidencia o una reacción al interrogatorio de Sánchez en el Senado, admitió que sí, que el partido cree que nada es casual. "Parece que el Partido Socialista vive permanentemente en el mundo de las coincidencias judiciales. Cada vez que al PP le va mal, sacan alguna noticia sobre el PSOE", agregó. Para los socialistas, esta no ha sido una "semana horribilis", como creen los populares, sino la demostración de la "decadencia absoluta" de la formación de Alberto Núñez Feijóo, informa Europa Press.
La opinión de López no era aislada. Es la que comparten, en privado, otros miembros relevantes del núcleo de Sánchez y del propio PSOE. "Es más de lo mismo, no van a parar", reflexiona un ministro muy cercano al presidente. "¡Qué casualidad, ¿no? Justo ahora, con la sombra siniestra del president [Carlos] Mazón... Inaudito. Un movimiento esperable. Tienen que escalar para mantener las sospechas, pero confío en que todas las dudas queden aclaradas", coincide una integrante de la dirección federal del partido.
En el núcleo duro de Sánchez reconocen que Puente es un juez "serio", solvente. "Pero aquí todo el mundo recibe presiones", agregan, "y hay un establishment de derechas que quiere acabar con nosotros y que nos quiere matar con la presunta financiación ilegal. Y resulta que no la encuentran porque no la hay". Otros miembros de ese cinturón de confianza del líder responsabilizan no al juez, sino al fiscal anticorrupción, Alejandro Luzón: "El magistrado se quita de encima este tema porque no quiere contaminar la causa".
—Es que la Justicia tiene poca credibilidad —expresa con cierto hastío un responsable de Organización territorial socialista—. Es que no es creíble lo que expone el juez. No he visto a nadie inmutarse. Todo el tema Koldo-Ábalos cansa en el partido. No se avanza. Y además ellos dos [el exministro y su exasesor] siguen en libertad [Cerdán acaba de cumplir, en cambio, cuatro meses en prisión provisional]. Es todo muy raro. Las cantidades de las que se habla no son de financiación ilegal. Con pagos en metálico no se financia un partido en 2025, ni en 2021, quizá en 1977. Ya lo siento, pero me parece taaaanta coincidencia un auto así horas después del fracaso del PP en el Senado. Me parece que es agarrarse a un clavo ardiendo.
En el partido, al menos por ahora, no ha prendido la hipótesis de que pueda haber existido financiación irregular. Sánchez y su equipo manifiestan, en público y en privado, una total convicción. Lo hizo el presidente en el Senado, igual que días antes en una entrevista en la SER. Cuentan en la Moncloa y en Ferraz, y también dirigentes que conocen las tripas del PSOE, que se han revisado a conciencia todas las cuentas y no se ha hallado nada raro, ningún indicio de que pudiera haber una caja b.
Pero el juez Puente no está tan seguro. De hecho, en su resolución indica que hay "incógnitas" que "deben ser despejadas", y ese debe ser, cree, el cometido del instructor de la parte del caso Koldo que continúa en la Audiencia Nacional, Ismael Moreno. La razón es que la actividad del PSOE, "sea finalmente una u otra la calificación jurídica que merezca", "no se halla inescindiblemente vinculada a los hechos aparentemente delictivos" que investiga el Supremo, y que se circunscriben a Ábalos, el único imputado que es aforado, al mantener su escaño en el Congreso.
Pero, ¿por qué tantos pagos en efectivo?
Según la lectura de la Moncloa, no es que Ferraz no haya convencido al juez, es que establece algunas hipótesis y pide "que se investiguen". Pero la "trazabilidad" es clara, insiste: como ya expuso el letrado del partido en su escrito dirigido al TS el pasado 24 de octubre, el procedimiento de tesorería era el siguiente: se solicitaba a BBVA la retirada de efectivo mediante carta formal firmada, y en ella se indicaba la cantidad pedida, la cuenta bancaria de cargo y la distribución de billetes y monedas necesaria para la reposición de caja. Luego, el efectivo se entregaba en Ferraz a través de una empresa especializada en el transporte de fondos, contratada por la entidad bancaria. La compañía hacía llegar a Ferraz el metálico, junto con un comprobante oficial que desglosaba el importe y las denominaciones (el partido dice que no se pedían billetes por encima de 50 euros). Por último, el transportista comunicaba la entrega al BBVA, y este a su vez reflejaba el cargo en la cuenta.
El juez asegura en su auto que "no se comprende con facilidad" por qué era necesario contratar a una empresa transportista para trasladar importantes cantidades de efectivo "en lugar de proceder más cómodamente y sin incurrir en gastos adicionales" y realizar las devoluciones de gastos vía transferencia. "Es que al magistrado no le tiene que parecer bien o mal que se hicieran los abonos en metálico. El juez sabe que el dinero sale del BBVA, de una cuenta auditada por el Tribunal de Cuentas. Y si hubiera negro, habrían saltado las alarmas. El dinero del BBVA era blanco, llegó al PSOE blanco y lo que se dio a Ábalos era blanco —explican con vehemencia en el primer anillo del presidente—. Otra cosa es que él se dedicara a estafar al partido y lo utilizase para blanquear su dinero en negro. No hay prueba de ninguna caja b, de ningún pago en negro ni nada que haga creer que lo hubiera. No hay ningún indicio. Porque, ¿dónde está el dinero que supuestamente entregaron Aldama o Carmen Pano?".
El auto sostiene que no queda claro "el origen" de las cantidades en efectivo de las que el PSOE disponía en Ferraz, aunque Mariano Moreno Pavón, gerente en la época de Ábalos, declaró que la caja se nutría de las periódicas remesas que se reclamaban al banco. Esa cuenta se nutría, explicó Moreno, de los recursos públicos que corresponden al PSOE por su representatividad, pero también de donaciones, la mayor parte de ellas llegadas "por conducto bancario, pero también, en ocasiones, en metálico".
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