Socialistas y republicanos han oficializado este martes el pacto para aprobar los presupuestos de la Generalitat para 2024. Las últimas cuentas del mandato de Pere Aragonès, que aún debe conseguir el apoyo de los Comunes para repetir la mayoría que le permitió sacar adelante las cuentas de 2023. El pacto da aire a Aragonès para decidir si agota la legislatura hasta febrero de 2025, como ha reiterado en los últimos meses, y lo convierte en el primer presidente catalán en una década que ha conseguido aprobar todos los presupuestos de su mandato.

El acuerdo permitirá también, presumiblemente, desencallar las cuentas del Ayuntamiento de Barcelona, en el que gobierna el socialista Jaume Collboni en minoría, y allana el camino de los Presupuestos Generales por el flanco de ERC, aunque el socio más complejo será presumiblemente Junts. Aunque los protagonistas del acuerdo insisten en "no mezclar carpetas" y defienden que es un pacto "pensando en Cataluña".

Está pendiente, sin embargo, la posición de los Comunes, que esgrimen su rechazo al proyecto hotelero del Hard Rock en Tarragona para argumentar su rechazo a las cuentas catalanas. Aragonès aseguró en el pleno de la semana pasada que el Govern dará vía libre al trámite del proyecto, promesa que ya hizo al PSC hace un año, para aprobar los presupuestos de 2023. ERC y CatEC se reúnen de nuevo este jueves para seguir negociando unas cuentas que necesita todavía dos votos para salir adelante en el Parlament.

El Govern presiona a los Comunes

En este contexto, la vicepresidenta Laura Vilagrà tras explicar el acuerdo presupuestario con el PSC que el Govern registrará el proyecto de presupuestos en el Parlament este miércoles. Una medida destinada a incrementar la presión a los Comunes para que se sumen al pacto alcanzado por PSC y Esquerra.

Vilagrà se ha dirigido a los morados para apuntar que en el pacto presupuestario que ha suscrito con el PSC no aparece ni una línea sobre el complejo de ocio. Es una forma de transmitir que, pese a que la tramitación del casino sigue adelante, no será una prioridad para la Generalitat. "Sigue la tramitación urbanística y ambiental, pero no hay ni un euro destinado al Hard Rock", ha asegurado.

"Hoy damos un paso importante" para dotar de presupuestos a Cataluña, "pero no es suficiente", ha advertido el líder del PSC, Salvador Illa, que ha hecho un "llamamiento a la responsabilidad "a todas las formaciones políticas, desde el respeto a las decisiones que deban tomar. Los socialistas han informado a los Comunes esta mañana del acuerdo, pero dejan en manos del Govern la negociación con el partido de Ada Colau.

Illa ha defendido el ejercicio de responsabilidad de su grupo "tras ganar las elecciones" pero ha dejado claro que "no asumo una responsabilidad que no me toca, quien debe negociar el presupuesto es Govern de Cataluña". "Les hemos dado una pelota de gol, esperamos que rematen" ha apuntado el socialista en referencia al Govern de Aragonès.

El PSC se centra en sequía y educación

En cuanto al acuerdo, Illa ha destacado que los socialistas "movilizamos 4.500 millones de euros sobre un presupuesto de 36.700 millones" lo que supone determinar el destino del 12% de los recursos, "una incidencia significativa". Illa ha destacado además el aumento de 4.000 millones de euros en la aportación del Estado a las arcas catalanas, que pasa de 25.200 a 29.200 millones de euros.

El acuerdo incorpora como medidas estrella el aumento en un 10% del presupuesto en educación, departamento que se llevará 7.435 millones de euros y 500 millones de euros destinados a la sequía, de los que 120 millones corresponden a ayudas a los entes locales.

Illa responde al 'caso Koldo'

El líder del PP catalán, Alejandro Fernández, ha denunciado el acuerdo como una maniobra de Illa, que a su juicio "busca voces que silencien las explicaciones que tiene que dar por el 'caso Koldo'". Para Fernández "con sus acuerdos con ERC Illa está buscando que no le relacionen con el 'caso Koldo', respeto la presunción de inocencia, cosa que los socialistas no hacen, pero exijo explicaciones" al líder del PSC y ex ministro de Sanidad.

El propio Illa se ha avanzado a esas críticas este martes, advirtiendo que "no tengo ningún inconveniente en ir al Congreso si se me cita" en la comisión de investigación propuesta por el PSOE. "Y veo que se me citará" ha añadido en referencia a los anuncios en este sentido de ERC y Comunes, sus socios habituales en Cataluña.

Illa ha ido más allá y ha tachado de "odioso" el comportamiento del ex mano derecha de José Luis Ábalos. "El ejemplo odioso de algunas personas no me cambiará la imagen que me queda de servidores públicos que lo dieron todo, incluso la vida, durante la pandemia" ha denunciado el ex ministro.

En este contexto, ha resaltado que compareció "22 en pandemia, respondí a 5800 preguntas en el Congreso, 20 preguntas diarias durante mi año y pico de ministro", pero ha insistido en que "no tendré inconveniente en asistir si me convocan al Congreso o al Senado", prometiendo "colaboración máxima" para "ser implacables contra la corrupción".