Carles Puigdemont quiere convertir su conflicto con la Justicia española en el eje de la campaña electoral de las elecciones catalanas del 12M. Un eje que lo convertirá en único protagonista de los comicios y puede darle opciones, creen en Junts, de superar al socialista Salvador Illa, favorito en todas las encuestas. Lo ha apuntado este viernes su abogado, Gonzalo Boye, y lo avanzó un día antes el secretario general del partido, Jordi Turull. "Es una posibilidad" reconocía Boye en declaraciones a RAC1, al ser preguntado por una eventual detención de su patrocinado. "Lo que no se va a poder impedir es que sea presidente de la Generalitat si él lo quiere ser. Los únicos que lo pueden impedir son los catalanes cuando voten".

ha confirmado este jueves a la Ejecutiva de JxCat que asumirá la candidatura del partido a las próximas elecciones catalanas, convocadas para el 12 de mayo. Lo ha hecho reeditando las condiciones que impuso en 2017 para encabezar la candidatura del PDeCat tras proclamar la independencia y huir a Bélgica: tener manos libres para dirigir la campaña y conformar la lista. "Él hará su lista y su línea de campaña" apuntan fuentes de la dirección independentista a El Independiente.

"Puigdemont el nostre president" fue el lema de campaña en esos comicios cruciales tras el 1-O, en los que los post-convergentes se hicieron con las siglas de Junts y se impusieron a Esquerra con 950.000 votos. En las últimas catalanas JxCat perdió casi la mitad de esos sufragios y pasó al tercer puesto con 560.000 votos, superados por PSC y ERC.

Con Puigdemont de nuevo en centro del tablero político y el protagonismo recuperado gracias a la negociación de la amnistía, Junts aspira a recuperar los apoyos de 2017. Y el ex president ha dejado claro que para conseguirlo se deben reeditar las condiciones de esa convocatoria: manos libres para decir la lista y la línea de una campaña que volverá al discurso de la épica, con el regreso de Puigdemont en el centro. Lo avanzó este miércoles tras conocerse la convocatoria electoral: "estaré en el Parlament para el debate de investidura del próximo president catalán". Y lo ha repetido ante la Ejecutiva de su partido, reunida este jueves.

Regreso a Barcelona

Un relato que ya ha empezado a alimentar su partido, con su secretario general a la cabeza. Jordi Turull daba por hecho en Catalunya Ràdio que su candidato in péctore regresará a España en cuanto se apruebe definitivamente la Ley de amnistía. Y "si lo detienen, ellos sabrán" añadía refiriéndose a los jueces que deberán tomar la decisión.

La imagen de un retorno épico a Barcelona será el leitmotiv de una campaña en la que Puigdemont no renunciará al discurso que mejor domina: la reivindicación independentista y el agravio español. En 2017 prometió que si ganaba las elecciones regresaría a Barcelona para tomar posesión como president -sus seguidores llegaron ha hacer caretas con su imagen-, pero finalmente intentó ser investido a distancia, posibilidad que impidió el Tribunal Constitucional.

Primarias de lanzamiento

Tras la confirmación de este jueves ante la Ejecutiva, Junts trabaja para que la oficialización de la candidatura, prevista para la próxima semana, se convierta en pistoletazo de salida de la campaña. El siguiente paso será la convocatoria de primarias internas, obligación estatutaria que servirá para movilizar a las bases independentistas, pero no aportará sorpresas. "Nadie va a plantar batalla de primarias contra un presidente en el exilio" apunta una fuente del partido.

Sí tendrán que conjugar la exigencia de primarias para escoger a los cabezas de lista por las cuatro circunscripciones que establecen los estatutos del partido con la voluntad de Puigdemont de decidir sobre las listas. Aunque también en este punto, Turull ha empezado a preparar el terreno, anunciando una candidatura que trascenderá los límites de Junts.

 Será una candidatura "abierta a toda aquella gente que quiere rebelarse contra la resignación, contra la agresión, contra la incompetencia" aseguró el secretario general este jueves. Será la vía por la que Puigdemont pueda incorporar a perfiles fieles, como hizo en su día con la actual presidenta de la formación, Laura Borràs, su probable rival en los próximos comicios: Clara Ponsatí, o quien finalmente ocuparía la presidencia de la Generalitat, Quim Torra.

De hecho, en esa lista el primer candidato del PDeCat -partido que aportaba tanto la financiación como los derechos electorales- era Turull, que ocupaba el cuarto puesto por detrás de Jordi Sánchez y Ponsatí, además de Puigdemont. En Girona impuso como cabeza de lista a la ex consejera Gemma Geis, y en Tarragona a Eusebi Campdepadrós, que ocuparía una secretaría en la Mesa del Parlament.