"Nos han echado", salían diciendo este viernes los letrados de las acusaciones populares media hora después de subir a la Sala del Tribunal Supremo donde iba a comenzar la declaración del exministro de Transportes José Luis Ábalos. "Por parte del magistrado hemos sido atendidos muy amablemente, pero no nos ha dejado entrar", explicaban.

A primera hora de la mañana había cierto desconcierto sobre si las siete acusaciones populares (Manos Limpias, Vox, PP, Iustitua Europa, Hazte Oír, Liberum y Adade) iban a poder acceder al interior de la Sala, una vez este miércoles el instructor de la Sala de lo Penal Leopoldo Puente había unificado la dirección letrada de todas en la que representa a Alberto Núñez Feijóo porque fue la primera en personarse en el procedimiento.

Esta decisión ya había sentado mal a las acusaciones que defendían que tenían intereses muy divergentes en la causa, por ejemplo Adade (que es una asociación cercana al PSOE) con el propio PP o Vox. A última hora del miércoles el partido de Santiago Abascal ya había recurrido el auto del juez, pero todas habían llegado esta mañana con la esperanza de que les dejaran entrar al interrogatorio aunque sólo pudiera preguntar el PP.

Puente les ha atendido en la puerta de la Sala y les ha explicado que no podrían pasar. "Las acusaciones populares actúan como público", les ha dicho el juez, según el relato de uno de los presentes. Y ha añadido que a partir de ahora el filtro sería la acusación de los populares.

"Con expulsar a la sociedad civil hacemos un flaco favor a la sociedad de derecho", ha expresado Luis Pardo, letrado de Iustitia Europa. "Se sienta un precedente muy peligroso", ha expuesto Javier María Pérez Roldán, abogado de Hazte Oír. Ahora las acusaciones temen que el resto de tribunales tomen la misma decisión. Por ejemplo, en el mismo 'caso Koldo' que se sigue en la Audiencia Nacional; o el juez Juan Carlos Peinado que lidera la causa contra Begoña Gómez en los Juzgados de Plaza de Castilla. En ambas causas están personadas prácticamente las mismas acusaciones y, hasta el momento, han podido entrar en todos los interrogatorios.

"Depender de una única acusación siempre nos perjudica. Estamos a rebufo y tenemos niveles de subjetividad (porque dependemos de lo que nos cuente) y de temporalidad (porque no sabemos cuándo nos lo van a contar", comenta Alexis Aneas, el letrado de Liberum.

La llegada de Ábalos

Ábalos ha llegado a las 9:40 después de que una furgoneta de Hazte Oír rotulada con "el capo dimisión" hubiera pasado varias veces por delante de la puerta del Supremo. Con semblante sonriente y acompañado de sus abogados, el exministro sólo ha dicho "buenos días".

La declaración ha comenzado a las 10:20, una vez las acusaciones populares han salido del alto tribunal. Se prevé que dure varias horas porque el exministro tiene la intención de declarar a todas las partes. "Se ha retrasado porque el magistrado se ha detenido para hablar con nosotros y explicarnos el motivo por el que no accedíamos a la sala. Ábalos iba sereno, tranquilo e incluso un pelín retador. Ha saludo a todo el mundo. Se le veía como un torero con ganas de entrar a la plaza", ha relatado Pardo.