Este jueves Alicante va a presentar uno de sus proyectos más "ambiciosos". Se trata de AL21, una herramienta desarrollada con inteligencia artificial que ayudará a los ciudadanos a navegar por la web municipal y realizar trámites a través de la sede electrónica. Lo hará gracias a un asistente virtual, que permite resolver las dudas de la gente y anticiparse a sus necesidades para ofrecerles soluciones sencillas y accesibles. Un sistema pionero en España, que otras ciudades ya están estudiando implementar.

"Esta nueva herramienta se engloba dentro del plan Smart City de Alicante, que tiene a la IA como hilo conductor de 25 proyectos", relata Antonio Peral Villar, 4º Teniente alcalde y Concejal de Presidencia, Innovación, Informática, Agenda Digital, Planes Estratégicos y Proyectos Europeos. "La inversión total del plan es de 25 millones de euros, y el objetivo es desarrollar la ciudad en todos los ámbitos tecnológicos. Es decir, digitalizar toda la administración alicantina en un plazo razonable, porque nos hemos marcado como horizonte culminarlo en 2030", añade.

El concejal detalla que AL21, en concreto, ha costado alrededor de 725.000 euros, y ha sido desarrollada por las empresas Lynx View y Efor Glogal Technology después de un proceso de licitación. La herramienta, que irá mejorando sus prestaciones a medida que los ciudadanos la vayan usando, ha sido financiada íntegramente con fondos europeos, y ha contado también con el apoyo de la propia Generalitat. Pero esta iniciativa se trata únicamente, como comenta Peral, del "primer paso".

"Estamos trabajando ya en más iniciativas para ofrecer soluciones basadas en IA. Proyectos de movilidad, de acompañamiento de personas mayores o de turismo, donde estamos buscando ofrecer opciones personalizadas a los vecinos y turistas que quieran venir a pasar el día, un fin de semana o temporadas más largas. Y además tenemos el plan de bajas emisiones, con el que desplegaremos más de 300 cámaras con sensores de IA para monitorizar en tiempo real las carreteras alicantinas. Son todo funcionalidades para hacerle a la gente la vida más fácil", resume el concejal.

Meses de pruebas

A partir de ahora la herramienta ya estará disponible. Pero antes ha tenido que pasar por un largo proceso de testeo, en el que han sido claves dos instituciones: el Centro de Inteligencia Digital de la Diputación de Alicante (CENID) y la Fundación Ellis, ubicada también en el parque científico de la ciudad. Ambas han colaborado estrechamente con el Ayuntamiento durante meses sugiriendo posibles mejoras.

Además, desde el punto de vista de la propia IA, la tecnología se ha "entrenado" con hasta 100.000 llamadas que los alicantinos realizaron al 010, el teléfono municipal. Algo que ha permitido al Gobierno local "conocer todas las fórmulas imaginables que los ciudadanos tienen de realizar peticiones al Ayuntamiento" a la hora de realizar trámites o demandar servicios. Un trabajo que ha llevado tiempo, sobre todo a la hora de cristalizar toda esa información en una tecnología "sencilla, operativa y usable".

Un proyecto único en España

"AL21 es el primer proyecto de este tipo que se realiza en España. Ningún otro ayuntamiento tiene una herramienta con IA para facilitar los trámites. Como mucho pueden tener algún chatbot, pero no tiene nada que ver porque esa es una tecnología, como quien dice, que tiene cualquiera, en el sentido de que es mucho más sencilla de desarrollar. Simplemente se limita a un numero concreto de preguntas y respuestas, pero de ahí no sale", asegura Peral.

No obstante, de acuerdo con el concejal, ya hay varios ayuntamientos -como los de Madrid, Málaga o Sevilla- que están "pensando" en sacar a licitación un proyecto similar al que acaba de presentar Alicante. "Cuando nosotros sacamos la licitación la idea era poder exportar y compartir nuestro trabajo con cualquier otra administración. Es decir, que se trata de una tecnología desarrollada en código abierto, que podría implementarse en otros sitios simplemente programándola y personalizándola un poco. Ese fue el objetivo desde el principio. Así que lo que a nosotros nos ha costado año y medio hacer, a cualquier otro le podría costar cinco o seis meses", concluye Peral.